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GANADERIA

14 de julio de 2025

El bajo consumo de carne y el desafío del sector ganadero: lograr mejores precios dentro y fuera del país

El secretario de la Sociedad Rural de Santa Fe, Juan Carlos Pujato, dialogó con AIRE Agro luego de que se conocieran los datos del consumo de carne en la Argentina. Pese a un leve repunte, se está lejos de los niveles históricos.

El consumo de carne vacuna en Argentina sigue siendo motivo de preocupación para los productores ganaderos, quienes, a pesar de los recientes informes que indican una leve mejora en el primer semestre de 2025, enfrentan una realidad en la que el consumo sigue siendo bajo en comparación con los niveles históricos.

AIRE Agro dialogó al respecto con el secretario de la Sociedad Rural de Santa Fe, Juan Carlos Pujato. El ingeniero agrónomo y productor ganadero analizó la situación del sector y propone posibles soluciones de fortalecimiento.

Pujato recordó que el histórico consumo de carne ovina en Argentina fue de 80 a 82 kilos por persona, una cifra que disminuyó debido al reemplazo de la carne por otras proteínas más económicas, como el cerdo y el pollo. «Si sumamos el consumo de carne, que está en 49 kilos más todo lo demás, no hay problema en que la carne haya perdido peso en la dieta. La disputa es intersectorial, ya que producir 1 kg de carne de vaca es más caro que producir 1 kg de pollo o cerdo», explicó el productor ganadero.

En ese sentido, detalló que el proceso de producción de carne vacuna es mucho más largo y costoso que el de otras carnes: «Para vender un novillo de 450 kg, el animal debe estar 9 meses dentro de la madre, 8 meses al pie de la madre y luego pasar 2 años en el campo para alcanzar los 420 kg. Comparado con pollo y cerdo, los tiempos de crianza son mucho mayores», indicó. Además, remarcó que la conversión de alimento también es menos eficiente en el caso de los bovinos. «Necesitas más kilos de maíz o alimento para producir 1 kg de carne vacuna, lo que eleva los costos de producción», señaló.

A medida que la presión económica se intensifica sobre los consumidores, la carne más económica, como el cerdo y el pollo, ha ganado terreno: «Cuando el bolsillo aprieta, la gente elige carne más barata. Se reemplaza la carne vacuna por carne de cerdo o pollo, por una cuestión económica«, resumió Pujato.

El estándar sanitario y disparidad entre frigoríficos

El secretario de la Sociedad Rural plantea que, para mejorar el acceso de la carne vacuna al mercado interno, se debe implementar un solo estándar sanitario en el sector: «Argentina no tiene un solo estándar sanitario, lo que genera una disparidad entre los frigoríficos que cumplen con los requisitos de la Comunidad Económica Europea y aquellos que no cumplen con ninguna normativa», señaló.

Según el dirigente ganadero, los frigoríficos que no cumplen con las normativas de exportación no solo afectan la calidad de la carne, sino también el acceso a los mercados internacionales. «El frigorífico que no puede exportar debe volcar toda su producción al mercado interno, lo que limita el precio que pueden obtener por los cortes de mayor valor, como el lomo«, argumentó y sugirió que, con un único estándar sanitario, los cortes más baratos, como el asado, podrían quedarse en el mercado interno, mientras que los cortes premium, como el lomo, podrían exportarse a precios mucho más altos.

«Hoy el lomo lo conseguís en cualquier carnicería de barrio al mismo precio que la pulpa o quizás 2.000 pesos más que la pulpa, cuando debería valer 10 veces más. Entonces, ese problema formó parte de la gran caída en el consumo de carne», consideró.

Pujato comparó la situación argentina con lo que ocurre en un país vecino: «Uruguay tiene un solo estándar sanitario. Entonces, el asado en Uruguay es barato porque lo comen los uruguayos, pero el lomo es carísimo».

La crisis de los productores ganaderos y la falta de soluciones

Finalmente, Pujato se refirió a la situación crítica de los productores ganaderos en diversas regiones del país, puntualmente en la provincia de Santa Fe. En su opinión, las soluciones propuestas, como la eliminación de las retenciones (derechos de exportación), no son suficientes para resolver los problemas de los productores que enfrentan la sequía y otros costos.

«Un productor ganadero de Tostado, Vera o Villa Ocampo que lleva tres años atravesando una sequía terrible no verá ningún cambio si le quitan las retenciones. Su problema es la falta de vacas, la falta de conexión, los impuestos inmobiliarios, las tasas por hectárea, los ingresos brutos», dijo y sentenció: «La ecuación del productor ganadero es gravísima«.

Fuente: Aire Agro

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