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SALUD

22 de mayo de 2025

Casi 2 millones de argentinos tienen apnea del sueño y la mayoría no lo sabe

Se trata de un trastorno que interrumpe la respiración durante el sueño, afectando la calidad del descanso y la salud en general. La neumonóloga Virginia Larivey explicó cómo identificarlo y los métodos para tratarlo.

“La apnea del sueño es una situación que se da cuando el paciente duerme, en la cual deja de respirar por unos segundos”, explicó la neumonóloga Virginia Larivey (Mat. 3020). Este cese momentáneo de la respiración, que puede repetirse muchas veces durante la noche, suele estar precedido por ronquidos fuertes y va acompañado de una baja en la oxigenación de la sangre, denominada “desaturación”.

Aunque el paciente vuelve a respirar sin despertarse por completo, estos llamados “microdespertares” no son inocuos. “Tiene muchas consecuencias a nivel cerebral y sistémico”, advirtió Larivey. Se calcula que casi dos millones de argentinos podrían padecer esta condición, aunque la mayoría lo desconoce.

En este sentido, la especialista comentó que “los pacientes no vienen por motus propio a la consulta”, y añadió que muchas veces es la pareja quien nota que el paciente ronca y deja de respirar, o amigos que lo observan durante una salida nocturna. “Vienen motivados por otra persona”.

¿Quiénes están en riesgo?

La apnea del sueño puede afectar a cualquier persona, pero hay factores que incrementan significativamente el riesgo. La neumonóloga explicó que el consumo de alcohol es uno de los principales desencadenantes, ya que "relaja los músculos que permiten que el aire entre durante la noche".

Otros elementos como el uso de sedantes, la obesidad, el tamaño de las amígdalas o la lengua, e incluso la forma del cuello, también influyen en su aparición.

Además, aquellas que padecen hipertensión, diabetes o síntomas depresivos podrían estar sufriéndola sin saberlo. “En muchos casos, el psiquiatra detecta la posible apnea y deriva al paciente”, comentó Larivey, ya que la falta de descanso adecuado suele confundirse con depresión o fatiga crónica.

En cuanto a la edad, generalmente los pacientes son mayores de 45 o 50 años, aunque también se han registrado casos en jóvenes, sobre todo en aquellos con antecedentes familiares y en un contexto de creciente obesidad.

La apnea del sueño puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo.La apnea del sueño puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo.

Diagnóstico y tratamiento

Para confirmar el diagnóstico, Larivey indicó que “necesitamos hacer un estudio”. El más utilizado por los neumonólogos es la poligrafía domiciliaria, un examen que el paciente realiza en su casa mientras duerme, usando sensores que registran la respiración, oxigenación y movimientos musculares.

Existen dos tipos principales de apnea: obstructiva (la más común) y central, que requiere un enfoque neurológico. En ambos casos, el tratamiento puede incluir el uso del equipo CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), que mantiene las vías aéreas abiertas durante la noche.

“El CPAP solito no va a arreglar todo el problema”, subrayó la especialista, quien hizo hincapié en las medidas higiénico-dietéticas: bajar de peso, dejar el alcohol, evitar comidas pesadas, no fumar, dormir de costado y realizar una consulta con el otorrinolaringólogo si hay obstrucciones anatómicas.

Un estudio adecuado puede ser clave para diagnosticar la apnea del sueño.Un estudio adecuado puede ser clave para diagnosticar la apnea del sueño.

El abordaje debe ser integral: “Ese cerebro que tiene la apnea entra en un estrés”, alertó Larivey. “¿Y qué hace el cerebro? Le dice al corazón y al pulmón: ‘Muchachos, tírenme oxígeno que tengo que trabajar’. La persona está durmiendo, pero el cerebro necesita trabajar”. Esto puede derivar en hipertensión, diabetes, infartos y accidentes cerebrovasculares.

La importancia de la consulta

El primer paso, según Larivey, es consultar al médico clínico o directamente a un neumonólogo. “Con una entrevista y una escala específica de preguntas podemos sospechar si tiene apnea”, afirmó.

Detectar y tratar a tiempo esta condición mejora la calidad de vida y puede prevenir complicaciones graves. “Si entrásemos a una terapia intensiva o una unidad coronaria a la noche y vemos cómo están respirando esos pacientes, diríamos: ‘Pucha, ¿cómo no se diagnosticó una apnea antes ’”, comentó la espcialista.

Fuente: El Litoral

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