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POLITICA

9 de enero de 2018

Los gremios ya recalculan sus exigencias y alistan fuerzas para las nuevas paritarias

Los porcentajes de mejoras en 2017 se movieron entre el 18 y 24 por ciento. El reciente anuncio desde el gobierno respecto de la recalibración en 15 puntos de inflación hacen estimar a los sindicatos que “las paritarias serán en este 2018 demasiado movidas”.

Las organizaciones sindicales recalibran y realizan sus propios cálculos ante la proximidad de una nueva pulseada paritaria, pública y privada, luego de la superación de la meta oficial de inflación de 2017, en un principio estimada en un tope del 17 por ciento por el Banco Central (BCRA) y cercana en definitiva a un 24.


La casi totalidad de los gremios convinieron en 2017 porcentajes de mejora que oscilaron entre el 18 y el 24 por ciento, aunque una de las características de ese proceso fue la inclusión de cláusulas gatillo, el pago en tramos y las sumas fijas.


La superación de esa pauta durante el año que concluyó, y el reciente anuncio gubernamental de cambios de esas expectativas en 2018, estimadas en un tope de 15 puntos, obliga a los sindicatos a barajar y dar de nuevo y a analizar los reclamos. Esa realidad, la inclusión de cláusulas gatillo en los acuerdos salariales y el guarismo final de inflación 2017 ya produjo en algunos casos la reapertura del diálogo paritario para determinar ajustes en función de los índices alcanzados en el año.


“Será un 2018 movidito. Nadie quiere el conflicto, pero tampoco es posible aceptar una pérdida considerable del poder adquisitivo de los salarios en 2017. Además, ¿cuál es la garantía de que se cumplan las pautas y metas inflacionarias este año? Todo parece muy improvisado y siempre pagan los trabajadores”, puntualizó entre sorprendido y enojado un integrante de la CGT a Télam.


Las organizaciones gremiales cuantitativamente más importantes que ya habrían comenzado a negociar una actualización salarial por inflación -aunque mantienen ese diálogo en estricta reserva- serían las de Comercio (Faecys), que convino en su momento un incremento del 20 por ciento; los estatales nucleados en la UPCN y los constructores de la Uocra, que cerraron en un 21.


La negociación de los estatales bonaerenses (UPCN) reunió un parámetro diferente: las partes acordaron oportunamente una actualización salarial trimestral de la cláusula gatillo y otros gremios convinieron tramos para octubre último y el pago en cuotas. Los bancarios firmaron en 2017 una paritaria anual del 19,5 por ciento más otro 4 por actualización de inflación del año anterior; los estatales obtuvieron el 18; comercio, los estacioneros, los petroleros y los aduaneros lograron un 20, y porteros, Uocra, marítimos y portuarios e industria naval se alzaron con un 21. Además, los judiciales bonaerenses -luego de un extenso conflicto- acordaron con la gobernadora María Eugenia Vidal una mejora del 21,5 sobre los básicos de 2016; los custodios un 22; los de entidades deportivas y civiles un 25,6 y los panaderos un 18.


A excepción de bancarios y docentes, que inician sus respectivas negociaciones paritarias bien temprano cada año, todas las organizaciones sindicales estudian la situación -en particular a partir de los nuevos anuncios inflacionarios- para acomodar las cargas y las fuerzas a fin de renovar o actualizar sus exigencias. El acuerdo salarial bancario expiró el 31 de diciembre último, y ya hubo asambleas y protestas en las entidades financieras a partir de la férrea posición de las cámaras patronales y el Central, que ofrecieron para todo 2018 una mejora de sólo el 9 por ciento en cuotas, lo que fue rechazado por el jefe gremial Sergio Palazzo.


Otro tanto ocurre con los gremios docentes, que ya adelantaron su oposición a convenir aumentos por debajo de la pauta inflacionaria de 2017 y de sus proyecciones futuras, en tanto los sindicatos con representación nacional continúan exigiendo la Paritaria Federal.


Cláusula gatillo


“Seguramente habrá que reivindicar una cláusula gatillo porque, si el gobierno fracasa en sus pronósticos, lo que no podemos hacer los trabajadores es perder ingresos y poder adquisitivo”, aseveró el triunviro y secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa), Héctor Daer. Así lo expresó en una entrevista, en la que planteó que “lo que no se puede hacer en la Argentina es que caiga el poder de compra del salario porque, si no, vamos a seguir en un espiral descendente”.

Fuente: El Litoral

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