En el norte de Corrientes, donde la ganadería se define por la producción de terneros, la raza Limangus ha ganado protagonismo entre los criadores comerciales. Estos productores buscan maximizar la eficiencia y adaptación de sus rodeos sin perder calidad, y el cruzamiento Limangus sobre Braford y Brangus está demostrando ser una alternativa cada vez más atractiva.

Eficiencia en los cruzamientos: un cambio de paradigma

Alfredo Cavanagh, productor de Berón de Astrada, cuenta su experiencia al respecto: “Empezamos con Limangus por iniciativa de mi papá, que siempre fue un apasionado de los cruzamientos. En 2018 fuimos al remate de Santa Coloma y trajimos los primeros seis toros. Desde entonces no paramos más”. Los primeros resultados no tardaron en llegar: el cruzamiento con vacas Braford mostró ventajas inmediatas en facilidad de parto y vigor de los terneros, características que rápidamente destacaron en los corrales.

El verdadero diferencial se vio en el feedlot, donde el desempeño de los cruza Limangus superó claramente al de los tradicionales tres octavos. «En el corral, el Limangus tuvo una performance muy superior. Por eso, decidimos seguir incorporando todos los años, hasta llegar al punto en que hoy prácticamente todo el servicio lo hacemos con toros Limangus”, explicó Cavanagh.

La combinación de fertilidad y rusticidad que ofrece Limangus ha logrado mejorar los resultados en la cría y en el engorde, consolidándose como una opción estratégica para los productores de la región.

la raza Limangus ha ganado protagonismo entre los criadores comerciales.

Adaptación y rusticidad: claves para el norte correntino

Las condiciones sanitarias y climáticas del norte de Corrientes presentan grandes desafíos para la ganadería. Por eso, la capacidad de adaptación de la raza Limangus fue otro factor que favoreció su adopción.

“Probamos con Aberdeen Angus colorado, pero el Limangus se adaptó mucho mejor. Terminaban el servicio en mejor condición corporal, y además pudimos bajar la proporción de toros por vaca del 5% al 3,5 o 4% sin perder eficiencia”, contó Cavanagh, quien también destacó la importancia de la adaptación a la garrapata, un factor crucial en la zona.

El crecimiento del interés por Limangus

La demanda por la genética Limangus sigue en aumento. “En el primer remate de Sáenz Valiente se vendieron 13 toros, al año siguiente 14, y este año ya fueron 28. Para el próximo, la idea es llegar a 40. Y hubo productores que se quedaron sin poder comprar”, adelantó Cavanagh.

El interés de los productores no solo se refleja en la cantidad de toros vendidos, sino también en los resultados comerciales obtenidos. “Este año mandamos 200 terneros —100 machos y 100 hembras— al remate Estrellas del Destete, y logramos precio récord en ambas categorías, además de ganar los primeros premios en machos y hembras”, agregó con orgullo.

Corrientes: una fábrica de terneros con valor agregado

El sistema productivo en Corrientes se basa principalmente en la cría. “Acá no producimos kilos, producimos terneros”, resumió Cavanagh.

Los productores del norte se enfocan en maximizar los destetes, realizando prácticas como el destete precoz y priorizando la eficiencia reproductiva. Según Cavanagh, para que el comprador pague más por el ternero, es esencial ofrecerle un producto con valor agregado, y el Limangus cumple con ese requisito.

“Sobre una vaca Brangus o Braford, el Limangus aporta caja, fertilidad y un vigor híbrido que se traduce en más eficiencia y mejores precios. Por eso cada vez más productores lo eligen”, concluyó Cavanagh, destacando cómo la raza ha permitido a los productores mejorar tanto su rentabilidad como la calidad de su ganado.

Fuente: Aire Agro