POLITICA
21 de julio de 2025
Entre horas históricas y tiempos muertos, la Convención entra en una nueva etapa

La primera semana no fue fácil pero su resultado fue exactamente el esperado. Hubo unanimidad para lo importante: reglamento y comisiones. Ahora, a las reformas y las discusiones de fondo.
Para los primeros lectores de esta columna, según se llegue aquí el domingo 20 o el lunes 21, ya habrá pasado una semana desde que comenzó la Convención Reformadora de la Constitución de Santa Fe, o se estará en la primera jornada de la segunda semana.
En cualquier caso, se trata, en definitiva de advertir que ha pasado ya una octava parte de los 60 días fijados por la Ley 14.384, a cuya letra -y sobre todo al proceso político único en la provincia previo a su sanción- es siempre conveniente volver cuando se tienen dudas. Y en estos siete días se plantearon con más gestos ampulosos y shows que con argumentos de fondo.
El cronograma que se había imaginado se cumple, es cierto, pero fueron muchos los esfuerzos de cada jornada para alcanzar la unanimidad, que es siempre una palabra relevante en política. Han sido necesarias la mañana, el mediodía, la siesta y la tarde (y hasta noche en un caso) de las dos sesiones que hasta aquí establecieron todo lo que necesitan los lamentablemente 68 convencional y no 69, votados por los santafesinos. (1)
El paso del tiempo no asusta en los ámbitos parlamentarios, pero como dijo un convencional experimentado muy temprano el martes 15, en un diálogo informal y reservado, "la Convención es efímera", se agotará muy pronto. Todo lo contrario de la eternidad con la que parecen convivir cómodamente legisladores, concejales, miembros de comisiones comunales cuando saben que siempre habrá una próxima sesión para volver sobre algún tema, como pasa con las preferencias que se renuevan tantas veces. En los cuerpos parlamentarios todo lleva mucho más tiempo. Esta semana, lo que se estableció fue eso: cómo se organizará lo (poco) que resta para completar las ocho semanas que cambiarán la Carta Magna de Santa Fe. Son horas históricas, propias de un momento extraordinario desde el punto de vista de las instituciones. Y sin embargo requiere de agotadores tiempos muertos.
Teorías en la arena
Sucedió en las dos sesiones celebradas: hubo unas interminables reuniones a puertas cerradas, afuera del recinto ampliado de la Cámara de Diputados entre todos los líderes de cada fuerza política. Al iniciarse las reuniones públicas fueron tensas, cargadas de cuestionamientos desde la oposición ultra (de derecha y extrema derecha). Y tanto el lunes como el miércoles pasados se pasó al cuarto intermedio que permitió que se ordenaran las cosas en Labor Parlamentaria, entre los jefes de los bloques. Las bancadas y las fuerzas políticas son anteriores a la discusión fundacional de la Convención.

Un observador atento al espacio que comparten medios de comunicación y redes sociales -la arena política de hoy- observó que coinciden las cámaras encendidas de profesionales o de los celulares, con esas estridencias opositoras. "Vienen por sus segundos en el noticiero o por sus reeles en sus cuentas", abundó.
En la web y la imprenta
El razonamiento es que a mayor atención social sobre el debate de la reforma habrá más complicaciones. La primera semana le ha dado la razón. Habrá que ver qué sucede en la segunda cuando las comisiones se echen a andar con otra dinámica y (según aquella teorización) bajo el ritmo de las opacas biromes sobre las libretas de apuntes sin destellos de los cronistas parlamentarios, que buscan conceptos más que imágenes para unos segundos.
Sí, lo que se desea desde quienes van a ir a cubrir los debates de comisiones es "mucho texto", oír y contar todo. Ese es el rol central de los periodistas de la prensa (en especial de la gráfica), que ya han pedido por vía de sus representaciones gremiales que haya consagración constitucional del libre acceso a la información, además de la Ley de Gobernanza ya sancionada en Santa Fe. La libertad de prensa en el constitucionalismo nació como "libertad de imprenta".
Definiciones de un proyecto
El gobernador en su discurso de inauguración (criticado por todo el arco opositor porque en rigor es ahora "uno más" de los convencionales) acertó sin embargo en su rico contenido. Erró tal vez la forma al comportarse como si fuera el inicio de un período ordinario de sesiones, antes del acto de jura. Maximiliano Pullaro dijo desde el estrado que la reforma "es un hecho político", no técnico. Y que la reforma soñada "no es neutra, produce realidad distribuye poder". Que hay decisiones a tomar en poco tiempo donde se "consagran y amplían derechos o se los restringe, y conservan privilegios", se "consolidan corporaciones e invisibilizan diferencias o por el contrario es una plataforma de transformaciones positivas que contengan a todos y nos pongan con herramientas de cara al futuro".

Luego de sus palabras y de la jura de los convencionales, el corte para debatir entre jefes de bancadas y la sesión retomada, hubo más definiciones. Desde el peronismo que participó de la sanción de la norma para declarar la necesidad de la reforma se le insistió en que será necesaria la amplitud de la mayoría para que, al expresarse y participar las minorías, se concedan sus pedidos y propuestas para el texto constitucional.
Siempre con lo acordado: reelección para el gobernador y cláusula transitoria para el actual jefe del Poder Ejecutivo. Así se expresaron con más o menos literalidad sobre estos puntos de consenso Juan Monteverde, Diego Giuliano y Lucila De Ponti. Obviamente, no anticiparon posiciones sobre cómo votarán, explicaron en qué consiste el acuerdo político que a unos y otros los trajo hasta aquí. Y el convencional Pullaro parece haber tomado en cuenta las palabras que llegaron desde Más para Santa Fe, al no integrar ninguna de las comisiones. El gobernador Pullaro hubiera tenido, claro, enormes dificultades para participar de esos debates. Otra vez, una cuestión vinculada a lo finito del tiempo.
Fuente: El Litoral

COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!