OPINIÓN
28 de mayo de 2025
Dólares del colchón: los gobernadores esperan la "letra chica" del proyecto

Las provincias que no firmen este acuerdo se quedarán sin información clave sobre sus contribuyentes locales.
ARCA lanzó una propuesta que sacude el tablero económico: un llamado a las provincias para adherirse al Régimen de Reparación Histórica del Ahorro Nacional Argentino.
La iniciativa, audaz y polémica, busca aliviar la presión tributaria y fomentar la competitividad, pero también pone a las provincias ante un ultimátum que no pueden ignorar.
El anuncio de ARCA es claro: propone elevar el umbral para considerar a alguien evasor impositivo de 1,5 millones de pesos —un monto ya irrisorio— a una cifra más razonable, y reducir el plazo de prescripción de cinco a dos años.
Es un guiño a los contribuyentes para incentivar el cumplimiento fiscal. Pero viene con una advertencia: las provincias que no firmen este acuerdo se quedarán sin información clave sobre sus contribuyentes locales. Es un desafío directo al federalismo fiscal, que podría tensar las relaciones entre la Nación y las provincias, pero también una oportunidad para replantear un sistema tributario que, hoy por hoy, asfixia a los ciudadanos y a las empresas.
Hablemos de los precios, porque aquí está el corazón del problema. Según un informe reciente de Ieral, Argentina sigue siendo un país de contrastes.
En alimentos, somos más baratos que el promedio de la región (Brasil, Chile, México) y de países desarrollados como Italia o Estados Unidos. Sin embargo, las bebidas —como el agua, sorprendentemente— están hasta un 89% más caras que en la muestra internacional. Y cuando miramos bienes durables, como autos, motos o electrodomésticos, la situación es alarmante: estamos hasta un 100% más caros que la región. ¿La razón? Los impuestos.
El sistema tributario argentino es un laberinto. Los bienes durables, por ejemplo, sufren una cascada de impuestos como Ingresos Brutos, que se acumula en cada etapa de producción y distribución. Un electrodoméstico puede terminar pagando más en Ingresos Brutos que en IVA, un impuesto que al menos es visible para el consumidor. Este esquema no solo encarece los productos, sino que desincentiva la inversión en productividad. Durante décadas, los empresarios no necesitaron innovar ni mejorar procesos, porque el Estado regulaba precios y cantidades. Hoy, con una economía que necesita ser competitiva, la falta de inversión en bienes de capital y la carga tributaria nos pasan factura.
La inflación, aunque en descenso —1,6% en la segunda semana de mayo según Orlando Ferreres, frente al 2% de otras consultoras—, sigue siendo un lastre. Los precios en dólares reflejan que Argentina no es tan barata como algunos creen, especialmente en bienes durables.
La competitividad está en jaque, y la propuesta de ARCA podría ser un primer paso para desarmar este entramado. Reducir la presión fiscal y simplificar el sistema tributario no solo aliviaría a los consumidores, sino que incentivaría a las empresas a invertir en tecnología, mejorar servicios y generar empleo.
El desafío ahora está en las provincias. Aceptar el acuerdo de ARCA implica ceder terreno, pero también ganar en transparencia y eficiencia.
Fuente: Cadena 3

COMPARTIR:
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!