Dos nuevas comunicaciones del Banco Central cayeron como una bomba en el sector agropecuario, pese a que aún no está del todo claro en cuanto afecta a los productores.

Ayer por la tarde primero se conoció la Comunicación "A" 7609 que estableció la imposibilidad de comprar dólares financieros (MEP y CCL) a quien haya vendido parte de su cosecha al llamado "dólar soja". Luego, con la Comunicación "A" 7610, la entidad aclaró que los parámetros de la disposición anterior "no son de aplicación para las personas humanas". Con esto se habría querido dejar fuera de la medida a los productores, aunque muchos de ellos operan como sociedades.

A sólo dos semanas de la puesta en marcha del Programa de Incentivo Exportador (PIE), por el cual el gobierno le ofreció a los productores de soja un tipo de cambio de 200 pesos por dólar, esta medida se leyó -cuanto menos- como una burla. Sobre todo teniendo en cuenta que los chacareros liquidaron casi 8 millones de toneladas, superando ampliamente las expectativas oficiales. Aunque vale recordar que a sólo dos días del inicio del PIE, que además proponía beneficios para quien liquidara el 85% o más de su cosecha de soja, el BCRA dispuso castigar con una sobre tasa de interés a quienes retuvieran hasta el 5% de sus granos.

Horacio Salaverry, presidente de Carbap, consideró que estas medidas expresan "discriminación y extorsión" hacia el sector, pero sobre todo que "tanto el Banco Central como el gobierno no tienen ningun tipo de medida agropecuaria; lo único que interesa es recomponer reservas".

A su vez, consideró que existe un tema de fondo: la discriminación para el uso libre de recursos provenientes de la venta de un producto. "Posiblemente ningún productor compre dólares o haga algún ejercicio financiero; el tema es por qué se colocan limitaciones y se discrimina al sector, ese es el fondo de la cuestión", protestó. 

Desde la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), su presidente Luis Zubizarreta consideró que "el gobierno logró su objetivo de recaudar dólares para las reservas" y evaluó como "muy desprolija" la última medida del BCRA. "Genera ruido, porque es un cambio de reglas de juego", dijo, mientras lo que se necesita es previsibilidad. "Por eso decimos que estas medidas cortoplacistas no apuntan al objetivo sobre el que tenemos que trabajar, que es hacer crecer la producción, el empleo y las exportaciones".

Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente de las cámaras de aceiteros y exportadores (CIARA-CEC), consideró "perjudicial" el nuevo cepo cambiario, que "claramente va a tener un efecto sobre el flujo de ventas de los productores, acopiadores y cooperativas hacia los exportadores". Recordó que, desde hace dos años, las empresas exportadoras de cereales "están excluidas de operar con el dólar financiero" y por lo tanto no tiene efecto sobre ellos. "Pero sí tiene efecto sobre las empresas agrícolas, que representan un volumen significativo de ventas". A la expectativa de observar la reacción del mercado, estimó que "lo más probable es que el flujo de ventas normales, de 400.000 toneladas por día, tendría una caída sustancial, al menos en los primeros días".

Fuente:Campo Litoral