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ECONOMÌA

23 de agosto de 2021

El déficit público y la deuda en pesos

Tanto el Banco Central como la Tesorería, se embarcaran en un brete cada vez más grande, lo cual genera alta desconfianza en el mercado

Argentina vive inmersa en un perverso sistema de financiación de déficit público vía emisión monetaria o colocación de deuda en pesos ajustada por inflación, que la lleva invariablemente a un problema severo de inflación y, consecuentemente, de devaluación en el mediano plazo.

Argentina, al mes de junio de este año, acumuló en 12 meses, un déficit fiscal equivalente a $ 1,6 millón de millones. Este déficit de Tesorería fue financiado con deuda en pesos de la misma Tesorería y con emisión del Banco Central República Argentina vía Adelantos Transitorios y Transferencias de Utilidades.

En los últimos 12 meses observamos que el déficit sólo bajó el 5,8%. En los meses que siguen podría comenzar a crecer, ya que la recaudación perderá los anabólicos que le aportaban tanto el impuesto a la riqueza como el mayor precio de la soja.

Los aportes del Banco Central se realizan vía emisión de pesos, que luego son retirados en el mercado vía leliq (letras de liquidez) y pases, ambos a tasas del 38,0% y 36,5% anual.

Esto ha llevado a que, tanto el Banco Central como la Tesorería, se embarcaran en una deuda en pesos cada vez más grande, la cual genera alta desconfianza en el mercado.

"Entre 2020 y 2021 la inflación sumaría 103%, enterrando toda posibilidad de proyectar cualquier tipo de negocio”

La deuda en pesos del BCRA se ubicaba en $ 1,2 millón de millones al momento de asumir Alberto Fernández y la estimamos en $ 4,9 millón de millones para fin de año, con un aumento que rondaría el 308%. Mientras que la deuda de Tesorería se ubicaba en $ 4,3 millón de millones, para diciembre 2021 la estimamos en $ 10,0 millón de millones, con un aumento del 133%. En dos años, la deuda total en pesos pasaría de $ 5,5 a $ 14,9 millón de millones, con un aumento del 170,9%. Hasta el 31 de julio de este año aumentó en $ 7,0 millón de millones.

Del total de la deuda en pesos, para fin de año, tendríamos un 40% de la deuda ajustada por inflación, mientras que un 60% sería deuda a tasa de interés fija, que podría ser fácil de licuar ante una eventual devaluación del signo monetario, pero hay que tener en cuenta que cada vez nos endeudamos con más activos ajustables.

Si la deuda en pesos la medimos en dólares, en el año 2019, ascendía a u$s 91.820 millones, mientras que, para fin de este año, la estimamos en u$s 144.660 millones (con un dólar estimado en $103), lo que implicaría un aumento nominal de la deuda de u$s 52.840 millones.

"La deuda crece como una bola de nieve a una tasa del 85% anual. Nos lleva a un problema de competitividad”

Como es simplemente una estimación, su número podría ser objetado, pero, al medir la deuda en pesos, dolarizada al 31 de julio pasado, arribamos a un valor de U$S 129.279 millones, lo que implica un aumento de U$S 37.459 millones.

Para fin de año estimamos que la deuda del BCRA podría ubicarse holgadamente sobre el stock de reservas, lo cual ejercería presión sobre la entidad monetaria para ajustar el tipo de cambio oficial en los primeros meses del año 2022.

Otra forma de medir la deuda en pesos, es como % de PBI. En el año 2019, la deuda en pesos era el equivalente al 25,2% del PBI, mientras que, a julio de 2021, suma 35,5% del PBI, los que implica una suba de 10,3 puntos porcentuales de PBI en términos absolutos. Para fin de año vemos a la deuda disminuyendo, en relación al PBI, por una fuerte mejora del producto bruto.

Conclusiones

  • Para realizar este trabajo se estimó una inflación para todo el año 2021 del 49,6%, partiendo de los datos de inflación minorista a julio y proyectando un 3,0% mensual hasta diciembre. Entre los años 2020 y 2021 la inflación sumaría 103,7%, una tasa de inflación muy elevada, enterrando entonces toda posibilidad de proyectar cualquier tipo de negocio.
  • En Argentina los balances se ajustan parcialmente por inflación, por ende, convivir con estos niveles de inflación eleva profundamente la presión tributaria sobre las empresas y obliga a llevar adelante estrategias de escudo fiscal para atemperar el pago de impuestos. Hay que trabajar más con capital de terceros y menos con capital propio, aumentar la inversión en activos amortizables, retirar los excedentes de liquidez de la empresa y colocarlos en cabeza de los accionistas, entre otras estrategias.
  • Dato mata relato: La deuda en pesos (Banco Central más Tesorería), desde que asumió Alberto Fernández, aumentó el 171%, serían $ 7,0 millón de millones o, su equivalente en dólares oficiales u$s 37.459 millones, equivalente al 10,3% del PBI.
  • La deuda crece como una bola de nieve a una tasa del 85,0% anual, nos lleva invariablemente a un problema de competitividad. La inflación seguirá siendo alta y, si el gobierno no acompaña con una devaluación del tipo de cambio a igual ritmo que el aumento de precios, caeremos en un estrangulamiento del sector externo, producto de que las exportaciones disminuirán y aumentarán las importaciones.
  • El gobierno nacional ha abusado del endeudamiento en pesos. Queda claro que abundan pesos y escasean dólares, tenemos un tipo de cambio oficial que resulta ficticio dado los altos costos internos, los derechos de exportación tan gravosos y la alta presión tributaria de las empresas.
  • En los últimos 5 años, el dólar blue aumentó el equivalente a 3 veces la inflación y dos veces el tipo de cambio oficial, luce claramente sobrevaluado, pero es tan grande la desconfianza y la falta de un plan de desarrollo sustentable que, para los ahorristas, no hay nada mejor que el dólar blue.

Fuente:La Capital

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