Actualmente, Santa Fe tiene activos 392 vacunatorios, un número que puede incrementarse, y donde cada 24 horas se están aplicando unas 20 mil inyecciones. Los dos principales están en Rosario (en el predio de la ex Rural) y en la capital provincial, donde están recibiendo la vacuna unas 2.500 y 2 mil personas por día, respectivamente.

“Una vez que tengamos la seguridad de las dosis que van a ir llegando a la provincia, vamos a poner en marcha efectivamente la ampliación del número de vacunatorios, tanto en espacios como en recursos humanos”, dijo la funcionaria.

La aclaración no es menor. Es que el Ministerio de Salud de la provincia tendrá efectiva certeza de cuántas dosis ingresarán al territorio cuando los trámites aduaneros y la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dinacei), que es la que establece la distribución por jurisdicción, informe efectivamente cuántas partidas irán a cada zona del país.

“En base a eso, el ritmo se incrementa”, dice Guerrero y agrega: “La capacidad de sumar está y se puede ampliar, no solo buscando más vacunatorios, sino además recursos humanos y registradores. Todo eso es lo que en este momento se está ya planificando”.

La distribución al interior

Si bien son los grandes aglomerados urbanos de la provincia, Rosario y Santa Fe, los que mayor número de dosis reciben y donde el plan de vacunación avanza más rápidamente en base al escenario epidemiológico _más aún en esta segunda ola de contagios_, la logística de la distribución hacia el interior de las localidades es otro capítulo.

De hecho, no todas las vacunas tienen la misma ruta. Las partidas de la producción rusa Sputnik V, sean primeros o segundos componentes, son transportadas por un operador logístico que las lleva desde un centro de distribución en Avellaneda, Buenos Aires, hasta los lugares específicos que el Ministerio de Salud santafesino indica y donde están los freezers necesarios para mantenerlas a -18º grados.

“Es la más compleja porque necesita esa temperatura todo el tiempo y solo puede retirarse cuando se aplica, con dos horas de viabilidad", apunta Guerrero.

Las demás, en cambio, apenas requieren frío de entre 2º y 8º grados, que es la misma temperatura del resto de las vacunas del calendario oficial y para las cuales están preparados todos los vacunatorios de la provincia. Eso permite que tanto las vacunas producidas en China por Sinopharm como por las elaboradas por el laboratorio AstraZeneca _ya sean de producción india como del fondo Covax de Naciones Unidas_ sí se reciban en dos droguerías de la provincia: una ubicada en el centro norte y la otra en el sur.

“Esa logística de distribución también se verá modificada de aumentar el caudal de dosis que recibimos no solo hacia las principales ciudades sino incluso hacia los municipios, muchos de los cuales tienen movilidad propia, vienen ellos mismos a retirarlas y, de ser así, en lugar de entregarlas en partidas chicas de 200 dosis se podrá hacer en más cantidad", detalló.

La población objetivo

Desde el inicio de la campaña contra el Covid-19 estuvo claro que los mayores de 60 años, el personal de salud y docentes, así como las personas con factores de riesgo y comorbilidades, estaban contabilizadas entre el 1,2 millón de personas priorizadas para recibir la vacuna.

Para eso, el sistema que habilitó Salud para gestionar los turnos, llamado “turnero", no solo prevenía las franjas etarias, sino además las afecciones previas de quienes realizan el trámite.

Si bien desde el inicio la edad fue la prioridad y, de hecho, los geriátricos fueron la primeras instituciones en recibir las primeras dosis que llegaron a la provincia, en esta segunda ola hubo que hacer previsiones también sobre la marcha.

“La edad y las afecciones siguen siendo los principales criterios, pero también es cierto que el virus no es tonto y en esta segunda ola de contagios encontró a los adultos mayores vacunados, entonces fue más agresivo con personas más jóvenes, pero que padecen comorbilidades”, explicó Guerrero, y contabilizó hasta el momento unas 700 mil dosis aplicadas, de las que el 85 por ciento son primeros componentes

Esa fue la razón explicó la funcionaria por lo cual “con las pocas dosis que teníamos también comenzamos a sumar a la vacunación a personas que quizá aún no llegan a los 59 pero tienen factores de riesgos que estamos viendo tienen más peso en esta segunda ola". Y eso explica en muchos casos que haya algunos mayores de 60 años, a veces de localidades más pequeñas de la provincia señala, que aún están esperando la vacuna.

Así como las camas críticas que por estas horas son el bien más escaso y preciado, las aplicación de las vacunas también viene siendo un rompecabezas “de sábana corta", dice Guerrero en referencia al goteo de partidas que se fueron recibiendo. Lo que dejó en claro es que la planificación para el ingreso de un caudal mayor de vacunas ya está en marcha.

Fuente:La Capital