Viernes 29 de Marzo de 2024

Hoy es Viernes 29 de Marzo de 2024 y son las 08:24 -

AGROCLAVE

26 de octubre de 2020

"Los granos solos no sacan el país adelante"

El economista y ex secretario de Agricultura, Gabriel Delgado, analizó los cambios disruptivos de la tecnología y el negocio de los alimentos y el rol de la Argentina

Para solucionar el problema de dólares de Argentina, la Pampa húmeda tendría que tener tres o cuatro pisos, la Argentina de los granos no saca el país adelante”. Con esta contundencia, el economista Gabriel Delgado cerró una charla sobre “El futuro de la agricultura y la alimentación”, organizada por el Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (Capa), en la que abordó los tipos de innovaciones en el mercado de alimentos a nivel global, tanto físicas como digitales y biológicas, el avance de la agricultura celular y la llamada “imposible food” que ya se consume especialmente en Estados Unidos y que gana terreno entre los consumidores veganos.

El especialista en finanzas rurales, licenciado en Economía Agropecuaria y ex secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación entre 2013 y 2015, analizó los desafíos que se vienen en materia de investigación, desarrollo, innovación y sociedad (i+d+i), conectividad, educación y regulaciones. Una tendencia que de alguna manera marca la agenda que deberá abordar el “gobierno 4.0”, según consideró.

“Muchas veces escucho a dirigentes agropecuarios decir que el sector va a sacar adelante la Argentina. Eso pasó quizás en un momento muy particular con una soja a 600 dólares. Difícilmente eso vuelva a ocurrir, ojalá que sí, pero sería muy audaz apostar el futuro de la Argentina a que los precios de los alimentos estén por las nubes”, expresó.

Además, señáló que “la Argentina tiene que darse un espacio de política agrícola” y consideró que “comenzar a producir alimentos para consumo sería una política maravillosa y un pacto social que el conjunto del país no debería romper”.

En ese sentido, Delgado consideró que existen oportunidades para producir más alimentos en el país, pero advirtió que “los problemas políticos qué hay en la Argentina son muy graves”.

“En superficie mucho no se puede crecer, por más que se pueda crecer un poco, pero os problemas de acción colectiva que tiene el sector, los problemas de representatividad son problemas gravísimos”, afirmó. Y recordó que “el resto de nuestros competidores también juegan. Brasil, Estados Unidos, Canadá Australia y Nueva Zelanda son todos jugadores muy importantes que también pueden producir mucho más”.

Disrupciones

Para sobrevolar los principales ejes que determinarán el futuro de las industrias del mundo y los cambios tecnológicos que vienen, Delgado primero hizo un recorrido histórico, arrancando con la propia fuerza colectiva del hombre, la domesticación del caballo y saltó a los cambios que generó la industrial del vapor, mejorada luego con la llamada economía 2.0, que permitió la producción en masa, las líneas de montaje, las nuevas fuentes de energía.

Ya en el siglo XX aparecieron los beneficios de la informatización y de la automatización y “nosotros estamos en este momento a nivel mundial introduciéndonos en una industria en la cual todavía no hemos descubierto lo que esto implica. Hoy se la está llamando la industria 4.0, que obviamente también está en el sector agropecuario, en donde la producción comienza a ser de alguna manera no sólo más automática sino autónoma, a la que se le llama en la jerga producción cibernética”, explicó.

En este punto, Delgado se detuvo a diferenciar autonomía y automatización. “Es que la gran novedad de este ciclo es que muchas de las informáticas que antes estaban automatizadas, hoy no solamente se automatizan sino que además pueden aprender. Y el entrenamiento de estos algoritmos son los que generan estas disrupciones”, dijo.

A criterio del ex funcionario, en el sector agropecuario las disrupciones tecnológicas contemplan tres tipos de grandes innovaciones. En primer lugar mencionó a los nuevos materiales, es decir, la innovación física. “En el tema de los vehículos autónomos, ya tenemos una disrupción muy grande de máquinas en las que el operario va sentado quizás por una cuestión de costumbre, o cultural, o de control de la máquina, pero en un escenario en el que ya comienza el hombre a tener poco rol”.

Así, “la máquina tiene mucho más que ver con trasladarse de campo a campo, que con trabajar sobre un mismo lote. En mi opinión esta es la principal disrupción respecto de la estructura agraria que viene en Argentina, porque creo que el tamaño de las exportaciones agropecuarias va a seguir la tendencia del tamaño de las máquinas, a las que les resulta cada vez más caro moverse de un campo a otro y por lo tanto le resulta cada vez más caro poder cultivar parcelas pequeñas”.

Por otro lado y dentro de la misma temática, las impresiones 3D y 4D “de alguna manera también vienen a reemplazar la línea de montaje tradicionales y las producciones en gran escala, porque puede ser que nosotros podamos contar con producciones individuales de objetos sin necesidad de enormes líneas de montaje. Esto puede generar también cambios muy importantes en toda la industria”, observó el ex ministro.

Otro punto de gran importancia es la robótica, los drones, los agrobots (robots aplicados al agro), “que además de generar un cambio disruptivo no dejan de ser una parte de los vehículos autónomos”.

“Pero acá cuando hablamos de robótica, nos estamos refiriendo a que pueden dar de comer a la hacienda, controlar drones para que generen información disruptiva y que no necesariamente es satelital o de radar, sino que puede ser predial”, algo revolucionario para el sector, según Delgado.

A la hora de hablar de la segunda gran disrupción que es la innovación digital, Delgado mencionó en primer lugar la irrupción del Blockchain, “que es un sistema de registro inviolable que de manera subyacente registra los pasos que uno da. Es una de las tecnologías que promete tener más disrupciones en el mundo de los registros, en el mundo de la escribanía, de registro de autos, de las monedas y es muy importante en el tema de los alimentos, porque una de las principales tendencias que hay en el consumo es justamente la trazabilidad, porque los consumidores quieren saber qué están consumiendo”.

La robótica, los drones, los agrobots, generan un cambio disruptivo en el negocio de los alimentos

Otro tema a destacar en este bloque es la internet de las cosas. “Hasta ahora la internet ha sido consumida siempre entre seres humanos y máquinas. Ahora con el crecimiento de la conectividad que nosotros estamos viendo, crecientemente los objetos pueden conectarse entre sí para censar, para dar órdenes, y por ejemplo, para que esas órdenes rutinarias que dan los seres humanos, sean delegadas a la internet de las cosas”.

También “la sensorización es un proceso mediante el cual nosotros vamos a poder, con muy bajo costo, pensar cualquier cosa: dónde está un tractor, cómo funciona un equipo de riego, cómo estás sembrando, la temperatura, la humedad. Muchísimas cosas que antes tenían que hacerse con frondosos aparatos, hoy se van a poder hacer de manera remota generando grandes volúmenes de información”, auguró el economista.

Por último, Delgado mencionó la que a su criterio es “la tecnología más relevante y más disruptiva que venimos viendo, que es la inteligencia artificial, es decir, aquellas fórmulas, algoritmos matemáticos que tienen la capacidad de aprender por sí mismos”.

Innovación biológica

La innovación biológica “es bastante exclusiva de la salud humana, de la alimentación y de la vida en general, tanto del reino vegetal como del reino animal. Los genomas han venido a revolucionar la genética en el mundo y la edición génica, que consiste editar un cromosoma como si fuese un cortar y pegar de Word, y donde Argentina está muy bien posicionada”, auspició el economista.

El economista Gabriel Delgado detalló las potencialidades de la Argentina en la nueva industria.

El economista Gabriel Delgado detalló las potencialidades de la Argentina en la nueva industria.

 

En este sentido, la llamada agricultura celular, es una tecnología que “tiene por objetivo poner en jaque a la necesidad de la tierra para producir, y donde hay una militancia en contra, si se quiere, de la producción con tierra. El objetivo de esta tecnología es tratar de reproducir tejidos del reino animal y vegetal en biorreactores, con sueros que de alguna manera eliminarían el proceso de utilizar un ser vivo para que esos tejidos crezcan”, explicó.

Delgado comentó que este método reproduce desde tejidos de flores de cannabis con THC, hasta carne de vaca reproducida por medio de la agricultura celular o la agricultura de tejidos, como se le llama.

También está la nanotecnología, “que es justamente tecnología de diminutas proporciones que ya permite poder, por ejemplo, viajar adentro de un cuerpo y la tecnología de microbiomas, que consiste en estudiar bacterias. Dicen los que saben, que va a poner en jaque a los productos de síntesis química porque con los probióticos, es decir comiendo determinada cantidad de bacterias, uno va a poder equilibrar naturalmente su cuerpo y evitar los desequilibrios que generan naturalmente los productos de síntesis química. No sólo estamos hablando de medicamentos sino de, por ejemplo, el cloro que ingerimos para potabilizar el agua”.

La agricultura celular o la nanotecnología son ejes de la innovación en la industria alimenticia

En conclusión, la innovación en la industria alimenticia “se va a dar a través de esta agenda con estos tres grandes ejes que yo delineé, que son las tecnologías justamente qué tienen que ver con innovaciones físicas, digitales y biológicas”, resumió Delgado.

Regulación

Delgado consideró que es preciso mirar muy de cerca y con mucho cuidado a estas tecnologías biológicas, “porque si bien tiene muchos problemas regulatorios acá todavía, la hamburguesa sintética desarrollada con multiplicación de tejidos en un biorreactor tiene como principal accionista a Bill Gates y a Cargill, jugadores muy importantes, especialmente este último en el mundo de los alimentos. Es que son tecnologías que pueden tener un rol muy importante en las carnes de muy bajo costo y viene a generar una diagonal con el veganismo”, advirtió.

En tanto, en Estados Unidos ya se está comercializando otra tecnología que son las hamburguesas vegetales con gusto a carne, y que compite con la agricultura celular, aunque es diferente. Lo cierto es que la empresa Impossible Foods “ya está en el mercado porque tienen la autorización para comercializar, a diferencia de aquella hamburguesa que todavía no la tiene”, acotó.

Otro dato no menor es que “cuando salió a cotización el año pasado en Wall Street, su valorización bursátil igualó el valor de todo el rodeo argentino”. Y que “las principales compañías de agtech que están en Silicon Valley están integrando todas estas innovaciones”, remarcó el especialista en finanzas rurales.

Desafíos

Para Delgado, “tenemos que aggiornar los sistemas de investigación, desarrollo e innovación a esta nueva realidad. Tenemos que avanzar en temas relacionados con la conectividad, con la educación, y esto del covid-19 creo que viene a apurar mucho de estos procesos. Creo además que tenemos que avanzar en regulación, pero también de otra forma le podríamos llamar ‘los nuevos bienes públicos’ que nosotros vamos a necesitar para poder, como sociedad, afrontar los desafíos que implican estas tecnologías”.

Y en ese sentido, es preciso también “que no queden obsoletas nuestras instituciones”.

“Creo que el covid-19 le ha venido muy bien para que muchas que incluso negaban el proceso digital, se pongan los pantalones largos y puedan empezar a aggiornarse a los desafíos que implican las nuevas generaciones y las nuevas tecnologías, saliendo por supuesto de una zona de confort muy importante”, reprochó.

Delgado también cuestionó al sector agropecuario, en particular de Argentina. “Esta idea de que en 2050 va a haber nueve mil millones de habitantes y que entonces vamos a tener precios altos de cara al futuro de los commodities que nosotros profesamos, con la revolución tecnológica subyacente en este momento en el mundo, es al menos muy audaz”.

Además, “sería horrible que Argentina base su prosperidad futura en base al hambre del resto del mundo. Por lo menos, creo que Argentina tiene que explorar otros caminos”.

Argentina tiene que avanzar en una política agrícola que se sostenga en el largo plazo con consenso

“Se dice que Argentina produce alimentos para 400 millones de personas y yo creo que eso es una cuestión de autosatisfacción. Lo cierto es que Argentina produce alimentos para engordar chanchos en otros países. O sea que la base exportadora argentina es para exportar piensos animales”, aseguró el investigador.

“Creo que Argentina tiene que avanzar en una política agrícola que se sostenga en el largo plazo y que sea de consenso de todos los espacios políticos. Es que tiene que generar fuertes incentivos para producir alimentos para consumo humano directo. Esto mejoraría sustancialmente las cuentas del Banco Central”, remató el ex ministro.

Fuente:La Capital

COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!