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3 de septiembre de 2025

Estudiantes de la escuela Avellaneda buscan cumplir su sueño en el Desafío Eco YPF

La competencia impulsada por la petrolera argentina cuenta con unas 120 instituciones educativas que participan. La cita es en noviembre en Concepción del Uruguay.

Con el fin de semana del 8 y 9 de noviembre como horizonte, un equipo interdisciplinario de la EETP N° 478 "Dr. Nicolás Avellaneda" de la ciudad de Santa Fe se prepara para participar del Desafío YPF Eco en Entre Ríos.

El Litoral llegó hasta el corazón de la institución educativa de la capital provincial para conocer de cerca el prototipo y los responsables de llevarlo al Autódromo de Concepción del Uruguay. Profesor y estudiantes contaron detalles del proyecto y dejaron escapar algunas lágrimas, signo inequívoco del esfuerzo y dedicación que le impregnan.

Un proyecto histórico en la escuela

El profesor Claudio Torres es quien guía a los estudiantes en el trabajoso procesos de construcción, armado y puesta a punto del vehículo prototipo. "Estamos formando lo que llamamos 'el bebé de la escuela'. Es la primera vez que la Escuela Industrial Avellaneda quiere participar en esta competencia, donde se presentan 120 escuelas de todo el país", arrancó el docente.

—¿Qué significa para la escuela competir por primera vez?

Muchísimo. Es una escuela histórica, antes era la ENEDO 1, y los chicos están muy entusiasmados. Todos se sienten parte de un proyecto grande y posible, porque ya está en marcha. Y para mí también es fuerte, porque soy egresado de la escuela, y eso me emociona.

—¿La emoción también tiene que ver con tu historia personal?

Sí. Yo me recibí aquí, conozco lo que significa para cada alumno. Uno trata de no fallarles. Es un sentimiento de pertenencia. Verlos tan comprometidos me moviliza. Ellos aplican todo lo aprendido en estos años y eso le da aún más valor a lo que estamos haciendo.

—Además de lo educativo, aparece el desafío económico.

Es cierto. El aspecto económico es difícil, pero dijimos: “Arranquemos y sobre la marcha veremos”. Ya lo viví en otra escuela más chica, y logramos llegar. Ahora, con la Avellaneda, siento que tenemos que estar sí o sí. Esta escuela merece estar representada en el Desafío Eco.

Los estudiantes ultiman detalles para llegar con el prototipo en óptimas condiciones. Foto: Fernando NicolaLos estudiantes ultiman detalles para llegar con el prototipo en óptimas condiciones. Foto: Fernando Nicola

Conocimiento

—¿Qué aprendizajes aplican los estudiantes en este proyecto?

De todo: dibujo técnico, soldadura, torneado, electricidad, electrónica. Incluso se sumará la telemetría del auto. También hay aportes desde matemática y otras áreas. Todos los profesores colaboran. Eso es lo bueno: los chicos ven cómo se integran los conocimientos para algo real.

—Entonces, el auto representa a toda la escuela.

Exacto. La idea es que no sea un hecho aislado, sino institucional. Queremos que la escuela Avellaneda esté todos los años. A futuro queremos sumar informática, construcciones y otras especialidades, para que el proyecto sea integral y cada área deje su aporte.

—¿De cuánto es la inversión necesaria para concretar el auto?

Hice un cálculo y ronda entre 9,5 y 10 millones de pesos. El gasto más grande es el kit homologado que se compra a los organizadores: motor, baterías, controladora. Ese kit después quedaría en la escuela como recurso educativo. Además, se suman los costos del viaje, alojamiento y logística para la competencia en Concepción del Uruguay.

—¿Buscan apoyo de empresas o instituciones?

Sí, lo necesitamos. Santa Fe tendrá tres escuelas en el Desafío Eco y representamos a la ciudad y a la técnica santafesina. Todo apoyo suma: hemos recibido donaciones, pero buscamos más sponsors. Las empresas pueden aportar y tener su logo en el auto. La carrera se transmite por streaming y YouTube, y se verá en todo el país.

—Si tuvieras que definir este desafío en una palabra, ¿Cuál sería?

Esfuerzo. Esfuerzo y compañerismo. Porque detrás del auto no hay solo un vehículo eléctrico: hay trabajo en equipo, ilusión y un proyecto educativo que representa a toda la escuela.

El profesor guía a sus alumnos en el proceso de armado. Todos aportan su granito de arena. Foto: Fernando NicolaEl profesor guía a sus alumnos en el proceso de armado. Foto: Fernando Nicola

Desarrollar en precisión

A su turno, Lucas uno de los estudiantes que participa del proyecto enfrentó el micrófono de El Litoral para comentar sus sensaciones.

—¿Qué rol te toca cumplir dentro del proyecto del auto eléctrico?

A mí me toca armar el chasis. Trabajo con mi compañero, somos de quinto y sexto año de electromecánica. Nosotros nos encargamos de esa parte, mientras que la especialidad de electrónica desarrolla todo lo relacionado a la telemetría y el control del vehículo.

—¿En qué etapa se encuentran ahora?

Estamos terminando, nos faltan algunos detalles. Arrancamos un poco tarde, pero avanzamos bien. Tenemos que hacerlo despacio porque no puede haber errores. En este momento estoy haciendo los soportes para el eje de la rueda, mientras otros compañeros sueldan y trabajan en el taller.

—Más allá de completar el auto, ¿Cuál es el mayor desafío personal que encontrás en este proyecto?

Aprender a usar las máquinas, soldar, manejar la moladora y distintas herramientas. Lo importante no es si ganamos o quedamos últimos en la carrera, sino la experiencia. Aprendemos a medir, a pensar, a desarrollar lo que hacemos con precisión. Eso es lo que más me llevo del proyecto.

—Entonces, lo fundamental es el aprendizaje.

Sí, exactamente. Cada corte, cada soldadura, cada medición suma experiencia. Es lo que nos prepara para el futuro como técnicos. Más allá de la competencia, lo que uno gana es conocimiento y práctica, algo que en el aula se ve distinto. Acá lo vivimos con nuestras propias manos.

—Además del armado del auto, también deben enfrentar un reto económico.

Sí, estamos muy justos con el tema económico. Por eso estamos haciendo beneficios. Vendemos alfajores santafesinos en la escuela, afuera y los fines de semana en la costanera. Entre todos nos organizamos y salimos a vender para recaudar lo que falta.

Los materiales y fierros están caros. Si bien contamos con muchas herramientas en la escuela, siempre hay cosas que necesitamos comprar. Cada aporte es importante para poder terminar el proyecto.

—¿El trabajo solidario se mantiene en paralelo al armado del vehículo?

Sí, totalmente. Es un desafío grande porque, además de dedicar horas al taller, tenemos que pensar en recaudar fondos. Seguiremos organizando beneficios porque todavía faltan pagar cosas. Es otra parte del esfuerzo, tan importante como la construcción del auto.

Manejo de máquinas y herramientas, clave para lograr el proyecto. Foto: Fernando NicolaManejo de máquinas y herramientas, clave para lograr el proyecto. Foto: Fernando Nicola

El desafío

Como se dijo más arriba, el desafío será el 8 y 9 de noviembre en el autódromo de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos. El evento, organizado por la Fundación YPF y Desafío Eco YPF, convoca a jóvenes de las 24 provincias. La Escuela de Educación Técnica N°3 Dr. Miguel Ángel Marsiglia será anfitriona.

Cada equipo estará conformado por al menos tres pilotos, uno de ellos obligatoriamente mujer, cuatro mecánicos y dos docentes responsables.

Fuente: El Litoral

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