POLITICA
20 de mayo de 2025
La participación en las elecciones locales, en su piso histórico: ¿por qué la gente no va a votar?

En las elecciones de la ciudad de Buenos Aires votó apenas el 53% del padrón. Un mes atrás, en Santa Fe, lo hizo el 55%. Dos especialistas analizan el fenómeno.
Cada vez menos gente va a votar. Esa es una de las principales conclusiones de las elecciones que se vienen realizando desde el mes de abril. Apatía, falta de interés, desconexión con la política, malhumor social. Los motivos pueden ser variados, pero el resultado es el mismo en todas las provincias: niveles cada vez mayores de ausentismo que deberían encender las luces de alarma del sistema político en su conjunto.
La foto electoral de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde este domingo votó solo el 53,3% del padrón, es apenas un botón de muestra que da cuenta de la fuerte apatía ciudadana con la política, en particular ante la falta de resultados concretos a las demandas más urgentes. Se había visto en Santa Fe, donde solamente votó el 55% del padrón.
En las seis elecciones locales que se realizaron en el país en lo que va de 2025, votó –en promedio– apenas el 57,8% del total de ciudadanos habilitados: la menor participación desde la recuperación de la democracia en 1983. El nivel más bajo fue en CABA (53%) y el más alto en Jujuy (64%).
Baja participación en las elecciones locales
Desde que se puso en marcha el calendario electoral 2025, seis provincias ya fueron a las urnas en forma desdoblada o anticipada respecto de los comicios nacionales del próximo 26 de octubre. El denominador común fue la baja asistencia del electorado:
- Santa Fe: 55,4%
- Salta: 62%
- Jujuy: 64%
- Chaco: 52%
- San Luis: 60%
- CABA: 53,3%
Que no haya cargos ejecutivos en disputa y que no se haya puesto aún en debate el plebiscito de la gestión nacional –algo que ocurrirá recién en octubre– explica, en parte, los bajos niveles de participación. Pero ese no es el único factor, según coinciden distintos especialistas consultados por AIRE.
¿La gente ya no quiere ir a votar?
Según Roque Cantoia, titular de la consultora Doxa Data, es apresurado concluir que la ciudadanía ya no tiene interés en ir a votar: “Yo creo que es parte de una realidad a la cual nos tenemos que ir adaptando y que, por fuera del contexto electoral, los gobiernos principalmente deberían intentar esforzarse en comunicar las bondades de sostener el sistema democrático con una participación más alta”.
“De ninguna manera la gente no quiere ir a votar –enfatizó Cantoia en diálogo con AIRE–. Sí creo que, cuanto más cercana es la relación entre el político o candidato y la ciudadanía, hay mayor predisposición a votar. Cuanto mayor sentimiento de comunidad y mayor satisfacción por los servicios públicos, hay mayor predisposición a votar. Cuanto más decisiva es una elección, hay mayor predisposición a votar”.
El nivel de participación electoral depende, según señaló el consultor, de factores estructurales y coyunturales:
- “Los factores estructurales son los que hace más de una década vienen marcando una tendencia a la retracción en la participación que marcan una caída natural, una caída que se da elección tras elección, independientemente de las candidaturas, independientemente de la instancia electoral, independientemente de lo amplia o acotada de la oferta electoral o si es una elección primaria o una elección general. Lo vimos en todas las provincias de manera de manera muy marcada”.
- “Hay factores coyunturales que pueden atenuar esa caída estructural o incentivarla. Se da la particularidad de que estas elecciones intermedias coinciden con que hay un reforzamiento de esa caída natural, apuntalado, en primer lugar, por algo obvio: que son elecciones intermedias legislativas”.
Baja participación en las elecciones: insatisfacción y clima de época
“Hay un clima de época general que tiene que ver con la insatisfacción con los resultados económicos y sociales de la última década –continuó Cantoia–. Aunque la tasa de participación cae, no cae de manera homogénea. Y eso me parece lo más interesante para estudiar desde la política. La tasa de participación cae más rápidamente en las ciudades más grandes que en los pueblos más pequeños, cae más rápidamente en los sectores populares de menores ingresos que en los sectores de mayor nivel socioeconómico”.
—¿Por qué pasa eso?
—En las localidades más pequeñas, lo hemos visto en Santa Fe en particular, pero también se repite en otras provincias, el sentimiento de comunidad, la valoración de lo colectivo, inclusive la satisfacción por los servicios públicos, sean educación, salud o seguridad, es mayor que en las ciudades más grandes y esto alienta en cierta medida a la participación.
“Después hay –siguió el consultor– un sesgo de clase social que no cuestiona la legitimidad de los resultados, pero que sí debe estar presente como una alerta para los partidos políticos, porque ante elecciones cada vez más acotadas, más parejas en todas las categorías, que haya semejante brecha de participación entre los niveles de ingresos menores con los niveles de ingresos medios-altos, indica que hay una porción de la población que ya no se moviliza ni siquiera a través de las estructuras partidarias tradicionales”.
En ese sentido, Cantoia sostuvo que “esto obliga a pensar estrategias de la política, por fuera del contexto electoral, respecto de cómo movilizar, cómo incentivar la participación en sectores que están muy insatisfechos respecto de la marcha general de las políticas”.
Apatía ciudadana ante las elecciones locales
Para Guillermo Variego, director de la consultora Innova Opinión Pública, la baja participación en las elecciones “es un fenómeno multicausal y entre sus causas se detectan la antipatía hacía la política, que la irrupción de La Libertad Avanza en el escenario no solo no detuvo, sino que puede que la haya desincentivado aún más”.
En declaraciones a AIRE, Variego señaló que eso se produce debido a “la pérdida de asociación por parte de la ciudadanía entre el ejercicio de votar y el impacto que este puede tener en su metro cuadrado”, es decir, en su vida cotidiana.
“Este fenómeno –agregó el consultor– abre interrogantes a los investigadores sociales en torno a la percepción que la población está construyendo sobre el sistema político y, a su vez, enciende una alerta amarilla enfocada en la política que deberá trabajar para encontrar las herramientas necesarias y volver a persuadir a los ciudadanos de la importancia de participar, más allá de medidas vinculadas a un mayor rigor por el incumplimiento de ir a votar”.
¿Qué puede pasar en Santa Fe el 29 de junio?
Tras la elección de convencionales reformadores y la PASO de concejales y cargos comunales del pasado 13 de abril, la provincia de Santa Fe volverá a las urnas el domingo 29 de junio. Ese día se elegirán concejales, comisiones comunales y también intendentes en 19 ciudades.
Los consultores que hablaron con AIRE coinciden en que en las generales habrá una mayor participación de la ciudadanía.
“Probablemente, cuando tengamos las elecciones generales en junio, las localidades que eligen sus autoridades, especialmente las ciudades y comunas donde vive el 55% de la población, sacando Rosario, Santa Fe, Villa Gobernador Gálvez y Reconquista, vuelvan a promedios de participación cercanos al 70%”, anticipó Cantoia.
En tanto, Variego coincidió en señalar que “en las instancias ejecutivas la participación crece con respecto a las elecciones legislativas, pero la experiencia en la provincia de Santa Fe, al comparar la participación en las elecciones ejecutivas, marca que la caída es constante desde 2015 en adelante. En el 2023 la participación electoral para la Presidencia de la Nación fue más baja que en el 2019 y 2015, que había sido muy similar”.
Fuente: Aire Digital

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