La economía argentina perderá unos u$s 1.900 millones por la caída estrepitosa de la producción de trigo de esta campaña, que se estima apenas llegará a las 13,7 millones de toneladas, e incluso podría ser menor, debido al combinado impacto de la sequía y las heladas tardías que dieron un doble golpe: a los rindes y al área sembrada. Ese volumen representará para el fisco una caída u$s 189 millones en la recaudación sólo de derechos de exportación, y un recorte de más de medio punto de crecimiento del PBI para el año 2023.