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PANDEMIA

8 de junio de 2020

Los empresarios gastronómicos reabrieron con esperanza: "Somos optimistas por naturaleza"

Dueños de bares y restaurantes de Rosario y referentes del sector dijeron que hubo un "arranque tibio" luego de un "proceso muy destructivo".

17:58 hs - Lunes 08 de Junio de 2020

Luego de ochenta días sin clientes en los locales gastronómicos debido al aislamiento social por la pandemia de coronavirus, aproximadamente el cincuenta por ciento de los bares y restaurantes de Rosario volvieron a abrir sus puertas en lo que evaluaron como un "arranque tibio" y con muy poco movimiento, pero con la esperanza de recuperar lo más pronto posible los valores de facturación anteriores al "proceso muy destructivo" que representó para el sector la cuarentena. "Somos optimistas por naturaleza", destacaron.

"Lo positivo es el comienzo, pero no fue nada extraordinario. Muchos bares no han abierto porque había que hacer una adaptación, como poner las mesas, instalar separaciones y terminar la limpieza, que se demoró por las idas y vueltas de la semana pasada respecto de la autorización", evaluó Carlos Mellano, presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar) en diálogo con La Capital.

Es que, según anticiparon desde la asociación, algunos locales piensan abrir a partir de mañana o el miércoles. Las parrillas y restaurantes más grandes, que funcionarán con reserva previa, arrancarán el jueves. Y otros emprendimientos gastronómicos, como por ejemplo los de la zona norte, por cuestiones climáticas abrirán el fin de semana, más sobre el viernes.

El propio intendente, Pablo Javkin, mostró su alegría por el regreso a la actividad del sector gastronómico. "Estamos felices porque hoy reabren bares y restaurantes que tanto extrañábamos", escribió en Twitter.

De los 1.600 locales que hay en Rosario, desde Aehgar analizaron que abrió solamente "entre un 40 y 50 por ciento". En especial, lo hicieron los restobares del microcentro que aprovecharon el movimiento de gente que está de paso por trámites o de compras.

La gastronomía debe respetar el horario de 7 a 23, limitar la capacidad al 50 por ciento, distanciar las mesas, limpiar las manos de los clientes al llegar, y tomarle los datos al ingresar para asegurar la trazabilidad en caso de producirse un contagio.

La luz al final del camino

El titular de Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore, remarcó que "es una buena noticia y en líneas generales es muy positivo porque se empieza a revertir de a poco, muy de a poco", pero remarcó que el aislamiento fue "un proceso muy destructivo para el sector, con ochenta días de un cierre casi total".

"Esto es un poco más que el delivery, que no deja ganancia y solamente sirve para sostener en stand by la actividad. Ahora está la necesidad de que repunte, esto va a ser paulatino, veremos cómo evoluciona", sostuvo.

Dijo que "el público lo recibe bien, con alegría de volver a tomar un café con los amigos, pero con cautela, respetando el protocolo", e indicó que hay "un poco de recelo por el registro de datos".

Sin embargo, remarcó que "recién fue un primer paso, un comienzo tibio, la gente tiene un desacostumbramiento de salir y también una pérdida del poder adquisitivo".

Y destacó: "Creemos que va a mejorar, en el sector somos optimistas por naturaleza, es una particularidad que tenemos los gastronómicos".

Mellano, mientras tanto, consideró que "en general se cumplió el protocolo. Se respetó la capacidad, pero tampoco los locales estuvieron con su capacidad colmada (teniendo en cuenta que están habilitados al 50 por ciento). Solo un conocido bar temático de bulevar Oroño registró colas".

Para el empresario de Aehgar, fue una jornada motivadora. "Volver a trabajar nos hace sentir satisfechos después de casi tres meses. La gente va a ir volviendo despacito, llegando al fin de semana la juventud seguramente se acerque", se ilusionó.

En busca de la "normalidad"

Por su parte, algunos bares y restaurantes decidieron esperar a evaluar la reacción de la gente antes de poder abrir un local que de "encendido" tiene un costo muy alto. Tal es el caso de El Gran Chopp, en avenida Pellegrini. "El encendido de mi negocio es de arriba de los 20 mil pesos por día", indicó Leandro Santero, que prefirió "esperar un poquito. Siempre fue muy fuerte el delivery en nuestra estructura, eso nos da la posibilidad de esperar unos días, consensuado con el personal".

Dijo que el delivery "no cubre los costos de estructura pero te endeudás menos", pero que "necesitaban abrir los que no habían facturado absolutamente nada".

"Estamos buscando llegar a la normalidad: abrir con el 50% de ocupación es una necesidad pero no es la normalidad, no se cubren los costos estructurales del negocio trabajando a la mitad de la capacidad", concluyó Santero.

 

fuente: la capital

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