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POLITICA

4 de marzo de 2018

"La disputa entre el PRO y el kirchnerismo es negocio para ellos"

Margarita Stolbizer es la líder del GEN. Sigue apoyando su alianza con el Frente Renovador.

Margarita Stolbizer, máxima referente del GEN, sigue reivindicando su alianza con el Frente Renovador de Sergio Massa, pese al mal resultado electoral de octubre pasado. Y aún cree que la "ancha avenida del medio" es un lugar para transitar y saltar la extrema polarización entre el oficialismo y un sector del PJ. "La confrontación entre macristas y kirchneristas ha sido negocio para ellos", postula la dirigente en una entrevista con La Capital.    Stolbizer estará mañana en Rosario en una reunión de la mesa del GEN, donde asumirá la presidencia del partido a nivel nacional Mónica Peralta, actual subsecretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad de Rosario. "Estuve en el Congreso durante 16 años con un intervalo de 4 en el medio cuando no ocupé ningún cargo público. Es un tiempo muy amplio y suficiente y es necesario tener nuevos horizontes y dar espacio a otras personas. No tengo necesidad de protagonismo personal", sostuvo.    —Parece que después de las elecciones se fue diluyendo la alianza con el Frente Renovador. ¿Cómo está hoy su relación con Massa?    —Mi relación con Massa es buena. Las alianzas electorales son, desde lo formal y por la disposición de la ley, coyunturales y destinadas a los tiempos electorales. Tenemos una coincidencia importante sobre cuál debe ser el rol de la oposición. Creemos necesario que la oposición sea seria, razonable, con voluntad para apoyar lo que está bien, incluso dispuesto a pagar costos (eso hemos hecho) y también con la autoridad para controlar, y para oponerse y poner límites cuando hay que hacerlo. Y creemos necesario que la Argentina tenga una buena oposición porque eso obliga al gobierno a hacer mejor las cosas. No es lo que ocurre cuando sólo el kirchnerismo es visualizado como oposición.    —¿Evalúa positiva esa alianza o merece algún tipo de autocrítica hacia dentro del GEN?    —Nosotros (y yo en particular) creemos que hicimos lo que se podía y se debía hacer: ofrecer a la Argentina ese tipo de oposición que mejora el funcionamiento del sistema institucional. Nunca nos paramos a tirar piedras ni apostamos al fracaso del gobierno, pero nos opusimos con firmeza frente a medidas que perjudican a los argentinos. La polarización no ha sido ni será buena. Nos merecemos un mejor gobierno y una mejor oposición. Ni siquiera con el mal resultado vamos a renegar de las decisiones tomadas. La confrontación entre macristas y kirchneristas ha sido negocio para ellos, no lo es para los argentinos. La autocrítica siempre debe existir y está más vinculada con nuestra debilidad para haber podido instalar de manera más eficaz nuestras propuestas para que pudieran ser valoradas de otra manera por una sociedad que quedó entrampada en la opción de los dos extremos de la polarización. Y que prefirió no correr riesgos de volver al pasado.    —El peronismo busca reunificarse, incluyendo a sectores del kirchnerismo. ¿Qué lugar tiene el GEN como aliado de Massa en ese espacio?    —El GEN nada tiene que ver con los movimientos que hacen algunos sectores del peronismo. Somos absolutamente ajenos a esas reuniones. No creo en la unificación de un peronismo que hace más de 15 años que no concurre unido a una elección y tampoco volverá a hacerlo el año que viene. Hay muchos peronistas en Cambiemos, junto a Macri y a Vidal, y no van a abandonar ese lugar para ir detrás de Menéndez o de Máximo Kirchner. Massa quiere participar de un frente más amplio con sectores progresistas. No quiere volver al pasado.    —¿El hecho de no estar dentro del Parlamento, le quita protagonismo a usted en el escenario político?    —Estuve en el Congreso durante 16 años con un intervalo de 4 en medio cuando no ocupé ningún cargo público. Es un tiempo muy amplio y suficiente y es necesario tener nuevos horizontes y dar espacio a otras personas. No tengo necesidad de protagonismo personal y tampoco creo que solo se pueda hacer política sentada en una banca del Congreso. Como en muchas otras actividades, debemos procurar trascender por nuestras ideas y acciones y no por los cargos que ocupamos.    —¿Las reuniones que mantuvo con Lifschitz, Lousteau y Alfonsín representan un intento por volver a reflotar algo parecido al FAP?    —Hicimos una reunión entre personas que tenemos vínculos desde hace muchos años, con visiones comunes. Una reunión necesaria para conversar sobre el país y también sobre el rol del progresismo, la crisis de nuestro espacio de pensamiento y la necesidad de dar a la centroizquierda un mayor espacio de representación para participar de un sistema de alternancia frente a un gobierno de centroderecha. No hemos hablado de conformar un frente, no estamos pensando en cuestiones electorales.    —Hay una vacancia en el vector político progresista. ¿La dicotomía PRO-peronismo dificulta el armado de ese espacio progresista?    —Claro que existe una vacancia. No creo que el PRO-peronismo como dicotomía sea la dificultad. Al contrario, eso mismo es lo que genera la necesidad de que exista una expresión progresista.    —¿Como están hoy las causas contra Cristina Kirchner y que la tiene a usted como una de las principales impulsoras de dichas causas?    —En las causas han demostrado todos los hechos que denunciamos. Porque los delitos existen y las pruebas también. Siempre la Justicia camina en una dinámica muy por debajo de lo que quisiéramos. Pero se ha podido avanzar. Los miembros de la familia Kirchner han realizado múltiples maniobras para intentar burlar la acción de la Justicia y sustraer su patrimonio de las medidas cautelares dispuestas por los jueces. Esta semana se dispuso la intervención de Hotesur que era una de las sociedades utilizadas para lavar el dinero sucio de la corrupción. Las causas se irán acumulando para llegar al juicio oral de tal manera de poder ser apreciadas en su conjunto por la interrelación que existe entre los hechos delictivos que generaron el dinero sucio (obras públicas) y las causas en las que se investiga el lavado de ese dinero. Es posible que este año haya novedades importantes cuando los procesados deban enfrentar el juicio oral y la aplicación de las condenas que les correspondan.    —¿Cree que el Senado, de haber una condena firme, votará a favor de la destitución de Cristina?    —El Senado ha decidido proteger a la señora CFK frente a los actuales o eventuales pedidos de desafuero. Han utilizado como pretexto la inexistencia de condena firme. Por tanto, habría que entender que la existencia de condena firme podría revertir esa decisión. Pero es sabido que el régimen procesal permite la acumulación de instancias y recursos múltiples y por tanto no se avizora la posibilidad de una condena firme en corto plazo. Eso pone en evidencia la degradación del Parlamento, y pese a un antecedente de la propia CFK cuando, siendo senadora, impidió el ingreso del senador electo Romero Feris por tener procesos pendientes (ninguna condena firme) por delitos contra la administración pública. FUENTE: LA CAPITAL

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