El resultado electoral comenzó a sentirse en el Congreso y el gobierno de Javier Milei logró, al menos por ahora, dos pequeñas victorias que despejan amenazas inmediatas. La primera tiene que ver con el presupuesto nacional para el año próximo: el oficialismo consiguió que el dictamen saliera con mayoría en la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, evitando que la oposición le impusiera su propio texto. El objetivo ahora es claro: demorar el tratamiento hasta que asuman los nuevos legisladores, cuando La Libertad Avanza contará con más bancas.

El segundo frente se relaciona con el DNU. Aquel proyecto impulsado por el Senado que limitaba drásticamente el uso de decretos de necesidad y urgencia por parte del Ejecutivo parece haber perdido fuerza: los diputados aceptarían una versión más moderada, aunque igualmente restrictiva. Con estas dos maniobras, el Gobierno gana tiempo en un Congreso que todavía le resulta hostil y fragmentado.

Sin embargo, lo que se viene es un escenario de enorme complejidad. A partir de diciembre, la nueva conformación parlamentaria pondrá a prueba la capacidad política del oficialismo. Milei tendrá su "bala de plata": una bancada más nutrida pero integrada, en buena medida, por figuras sin experiencia legislativa.

Es lo que algunos ya llaman —con ironía— la brigada Branca Leone: un conjunto heterogéneo de nuevos diputados y senadores que incluye influencers, empresarios, artistas, exdeportistas y hasta personas que poco o nada han tenido que ver con la política tradicional. Muchos de ellos, literalmente, debutarán en el Congreso.

Para un Gobierno que se define por su ruptura con la "casta", esa mezcla puede ser una virtud o un riesgo. La falta de rodaje parlamentario podría traducirse en descoordinación o errores tácticos en un terreno donde la política profesional se mueve con reglas y tiempos propios. 

Consciente de esto, Karina Milei —hermana y mano derecha del Presidente— ya comenzó a reunir a los futuros legisladores, entregándoles manuales, cuadernos y la Constitución Nacional. Una suerte de "curso acelerado" de educación cívica y supervivencia política.

La tarea no es menor: convertir a un grupo de outsiders en un bloque disciplinado y eficaz dentro del Congreso. Milei necesitará de esa cohesión para impulsar sus reformas económicas y políticas, en un contexto en el que cada voto contará.

El desafío es doble. Por un lado, construir una mayoría que permita gobernar. Por otro, evitar que la “brigada Branca Leone” termine siendo eso: una tropa entusiasta pero desorganizada, lanzada a una guerra política sin la formación ni la astucia que ese campo exige.

Fuente: Cadena 3