OPINIÓN
27 de junio de 2025
Atención, luz amarilla: salen más dólares de los que entran

Atención, luz amarilla: salen más dólares de los que entran
Los datos del Indec sobre la balanza de pagos del primer trimestre del 2025 pintan un panorama preocupante: la Argentina perdió 5.200 millones de dólares más de los que ingresaron.
Para entender este rojo, primero hay que aclarar qué es la balanza de pagos. No se trata solo del comercio de bienes, donde el país aún mantiene un superávit, sino de un registro mucho más amplio que incluye servicios, pagos de deuda, viajes al exterior, compras de propiedad intelectual y más. En resumen, es el flujo de dólares que entran y salen del país. Y hoy, están saliendo muchos más de los que entran.
El principal culpable de este desbalance son los gastos en el exterior, especialmente los viajes, que crecieron un 46% en mayo de 2025 respecto al año anterior, y las compras directas en plataformas internacionales.
Estas compras, que abarcan desde ropa hasta electrónica, se dispararon, en parte porque los argentinos perciben que adquirir productos afuera es mucho más barato que en el mercado local. Si bien el superávit fiscal es una buena noticia, ya que al Gobierno le sobran pesos, el país en su conjunto enfrenta una escasez de dólares que no puede ignorarse.
¿Por qué es esto un problema? Porque Argentina no cuenta con acceso fácil a financiamiento externo, y las reservas del Banco Central, aunque estables, no crecen. Parte de esta sangría se financia con los "dólares del colchón", esos billetes que los argentinos guardan y usan para pagar consumos en el exterior, evitando el costoso dólar tarjeta. Sin embargo, este recurso no es infinito, y el aumento sostenido de las compras y viajes al exterior podría agotarlo, poniendo presión sobre las reservas.
El impacto no se limita a los números macroeconómicos. En el mercado interno, sectores como el textil, el calzado y la electrónica enfrentan una recesión severa. Comercios locales, especialmente los más pequeños, están al borde del colapso. En una calle comercial de Córdoba, por ejemplo, un negocio de calzado reportó solo tres ventas en un día completo.
¿Qué hacer? Una solución pasa por revertir la percepción de que viajar o comprar afuera es más barato. Desde la apertura del cepo, el dólar pasó de $1.115 a $1.203, mientras la inflación fue cediendo. Si esta tendencia continúa, con un dólar que sube lentamente y una inflación que sigue bajando, el peso podría revaluarse, haciendo que los productos y destinos locales sean más competitivos. Esto no solo incentivaría el consumo interno, sino que también podría atraer más turistas extranjeros, que hoy encuentran a la Argentina cara frente a destinos como Brasil.
Pero el Gobierno debe manejar con cuidado la emisión de pesos para evitar que un aumento en la oferta monetaria dispare nuevamente la inflación. Los datos recientes muestran que solo se renovó el 60% de los vencimientos en pesos, lo que sugiere un intento de inyectar liquidez sin desestabilizar los precios. Si esta estrategia falla, la luz amarilla que hoy parpadea en la economía podría volverse roja.
Fuente: Cadena 3

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