Desde este espacio tratamos de mostrar la realidad del “hombre de campo” sin distinción e intentando involucrar a todos los productores, es decir pensando siempre en que para que el agro funcione, todos sus componentes deben recibir iguales oportunidades.

El campo como variable de ajuste del gobierno nacional

Lo que ocurre en materia de “política sectorial” es de una gravedad tal que no admite mayores debates. Sin embargo, es necesario reconocer que, teniendo en cuenta la historia reciente de la Argentina, muchos siguen pensando que esto es lo “menos malo” que nos podía pasar.

Lamentablemente, ese permanente “conformismo” por quedarnos siempre con lo “menos malo” como única alternativa es, probablemente, gran parte de la razón de la continua decadencia de nuestro país.

Si bien es cierto que el decreto original lo preveía, la confirmación del restablecimiento de los derechos de exportación (mal llamadas retenciones) a los niveles de enero de 2025 no sólo implica un nuevo golpe al bolsillo de todos los productores argentinos -en particular, a los de aquellos que producen en zonas alejadas a los centros de consumo o exportación- sino que fundamentalmente significa un “mazazo” a la confianza que el principal sector de la economía argentina tenía en este presidente y el gobierno nacional.

Seguramente, aquellos con “mayores espaldas” seguirán diciendo que hay que apoyar el modelo. Sería bueno que quienes así lo sostienen expliquen claramente cual es el modelo al que hay que apoyar. Después de casi dos años de gobierno, lo que va quedando claro es que no hay ninguna intención de genera políticas productivas.

Tal vez, e insisto en la existencia de archivos, estos “apoyadores” hoy esten “apoyando” “el modelo”, sentados sobre su mercadería o sobre sus dólares, o con sus activos en el exterior, como muchos de los funcionarios que piden más sacrificios a los mismos de siempre.

Tal vez sean, también aquellos, que cuando advertimos sobre los errores del gobierno, nos decían, que todo está bien porque hay que “asegurar la macro”, sin entender lo que esta política significa para el futuro del sector y del país.

Tal vez haya “apoyadores” de buena fe, pero esos tendrán que hacer un esfuerzo para ver una realidad más allá del su propio reflejo frente al espejo y poner en esa realidad a los 45 millones de argentinos, que en definitiva y más allá de las diferencias que por las circunstancias de la vida de cada uno hoy tengamos, somos todos parte de esta Nación.

Retenciones: cómo afecta la suba a los productores

A efectos de clarificar debidamente la razonabilidad de esta medida parcial, repasemos, como lo hemos hecho en otras oportunidades, que implican en nuestro país las mal denominadas retenciones y son formalmente, derechos de exportación y, como veremos en nuestro país, se convierten en un impuesto directo a la producción.

1. Los derechos de exportación son un elemento distorsivo de los mercados.

• Entre otras razones porque no discriminan respecto de la capacidad contributiva de quienes las aportan. Las pagan todos por igual.
• Adicionalmente en el caso de nuestro país, por las características que tiene el mercado de granos y la mayoritaria participación de la exportación en el mismo, los derechos de exportación se convierten en un impuesto a la producción ya que al ser la demanda exportadora la que predomina en la definición del precio durante la mayor parte del año, este tributo se le descuenta del precio que recibe el productor, inclusive en la mercadería que se destina al consumo interno. De esta manera se convierte en un subsidio, que en teoría debería llegar al consumidor pero que en la práctica se queda en el eslabón de transformación.

2. El mercado es uno solo.

3. Los mercados son volátiles y dinámicos por lo tanto requieren que cualquier elemento “distorsivo” que se les incorpore sea sumamente flexible para adaptarse rápidamente a cualquier movimiento del mercado.

4. En su momento el “campo” aceptó los derechos de exportación (Duhalde) por la difícil situación que atravesaba el país y porque se las utilizó más que como una herramienta de recaudación como un instrumento de la política cambiaria que se implementó en aquella oportunidad (el tipo de cambio competitivo).

Pero, actualmente existen grandes diferencias, empezando por los costos de producción comparativos entre ambos momentos. Es que, entre otras cuestiones que resultan fundamentales, el tipo de cambio esta “controlado” mediante las políticas monetaria y financiera del gobierno nacional.

Además, el deterioro en la infraestructura, como consecuencia de la falta de inversión en años agravada por la actual paralización de la obra pública, le genera a la cadena agroindustrial costos adicionales que terminan impactando en el precio que reciben los productores.

Retenciones y distorsión: un mecanismo que ya no sorprende

Como bien lo señala en uno de sus informes la Bolsa de Comercio de Rosario, las distintas variantes que tomaron los derechos de exportación en nuestro país durante los diferentes momentos de su vigencia y cuyos primeros antecedentes se remontan la post segunda guerra mundial, no han hecho más que reforzar la idea de que el sector agropecuario –que significa el 25 % del PBI en forma directa e indirecta y que contribuye con el 62% de las exportaciones- ha sufrido una visible discriminación en los sucesivos gobiernos que las han aplicado”. Y este gobierno repite el mismo camino.

En este esquema el sector convivió con una distorsión de precios casi permanente, que limitó y hasta frenó su crecimiento y dificultó las posibilidades de pensar y planificar en términos de mediano y largo plazo. Ese pasado, que se suponía iba a cambiar hoy permanece vigente y -más allá de lindos y halagadores discursos de algunos funcionarios- el “robo” permanece.

Por todo lo señalado, los anuncios no hacen más que terminar con una expectativa de mejoras y el “sistema creado” nuevamente ha castigado al sector más eficiente y productivo de la economía nacional, a punto tal que siempre ha sido el que ha permitido la recuperación de las recurrentes crisis que ha soportado nuestro país.

Se debe entender que para obtener resultados distintos se debe ir por caminos diferentes a los ya recorridos. Algo parecido dijo el viejo Albtert Einstein hace muchos años ("Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.") y no podemos desconocer, que don Alberto logró cosas importantes en su vida.

Fuente: Aire Digital