El Gobierno Nacional, que conduce Javier Milei, puso en marcha el “Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”, un ambicioso paquete de medidas para liberar el uso de dólares atesorados fuera del sistema financiero formal, popularmente conocidos como “dólares del colchón”.

Para el equipo económico, la iniciativa quedó enmarcada dentro de la Fase 3 del programa y el objetivo macro está puesto en forzar a una dolarización endógena, para dinamizar el consumo, la inversión y la formalización de los ahorros sin configurar un blanqueo tradicional.

El ministro de Economía, Luis Caputo, junto con el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, el titular de ARCA, Juan Pazo, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, expusieron los detalles del plan en conferencia de prensa.

La medida contempla una serie de desregulaciones administrativas por decreto, evitando el paso por el Congreso para facilitar su implementación y evitar mayores trabas burocráticas.

Cuántos dólares hay “debajo del colchón”

El fin declarado del Programa es remonetizar la economía, haciendo circular esos dólares guardados por los argentinos en cajas de seguridad o efectivo fuera del circuito formal.

Según datos del INDEC, el sector privado no financiero acumula aproximadamente US$ 400.000 millones en activos financieros fuera del sistema, de los cuales unos US$ 193.000 millones se explicarían por dólares en efectivo guardados dentro del país, superando ampliamente la base monetaria, estimada en US$ 32.000 millones.

Caputo explicó que, a partir del 1 de junio, se elevarán los umbrales para los regímenes informativos que ARCA utiliza para monitorear consumos y movimientos financieros. El ministro señaló que “por debajo de $50 millones por mes, cada persona puede gastar sus ahorros sin problemas”, enfatizando la reducción de controles que permitirá mayor libertad para usar los dólares atesorados.

Por debajo de $50 millones por mes, cada persona puede gastar sus ahorros sin problemas

La primera etapa del plan, ya formalizada mediante decreto y resoluciones de ARCA, elimina obligaciones informativas sobre compras con tarjetas, operaciones notariales, compra-venta de vehículos usados y pagos de expensas. Además, se simplifica el régimen de declaraciones de Ganancias, centrando la fiscalización en la facturación y gastos deducibles, y dejando de lado el monitoreo de consumos personales o variaciones patrimoniales.

Del colchón al mercado: ¿por qué se habla de "remonetizar" la economía?

El concepto de remonetización hace referencia al proceso de inyectar dinero nuevamente en el sistema económico, para facilitar las transacciones comerciales y dinamizar la actividad.

En este caso, el plan del Gobierno apunta a que esa remonetización se dé en moneda extranjera, aprovechando el alto volumen de dólares atesorados por los argentinos fuera del circuito financiero formal.

Dolarización endógena: una transición gradual y voluntaria

El presidente Javier Milei describió la estrategia como una libre competencia de monedas, que busca permitir que el peso y el dólar convivan en la economía de forma natural y voluntaria.

“Nosotros hemos permitido que todos los individuos puedan hacer transacciones en la moneda que quieran. La promesa de campaña la cumplí”, afirmó Milei, señalando que muchos evitan usar sus dólares por miedo a “dejar los dedos marcados” y ser perseguidos por ARCA.

La dolarización endógena consiste en que las personas puedan “monetizar la economía según sus necesidades, sin pasar por el mercado de cambios”, explicó Milei, lo que facilitará que los dólares guardados comiencen a circular. El presidente fiel a su estilo, fue enfático al afirmar que “va a haber un momento en que los dólares serán tantos respecto de los pesos, que si queremos podremos cerrar el Banco Central y liberarnos de los políticos ladrones”.

Esta modalidad se diferencia de una dolarización total, como la adoptada en Ecuador, porque es una transición orgánica impulsada por la preferencia del público y no por una ley que obligue a abandonar el peso.

Más aperturas y transferencias en dólares: crecimiento y flexibilización

El último informe de Coelsa, firma especializada en compensación interbancaria y fintech, reveló que entre diciembre de 2024 y abril de 2025, la cantidad de CBU en dólares creció un 11%, concentrándose principalmente en cuentas bancarias tradicionales, dado que las billeteras virtuales aún no ofrecen cuentas en moneda extranjera. Este aumento refleja una adopción progresiva de servicios en divisas como alternativa de ahorro y liquidez.

Por otro lado, las transferencias en dólares experimentaron un fuerte crecimiento luego de las flexibilizaciones normativas y eliminación del cepo cambiario que avanzó el Banco Central. En el último año, estas operaciones se incrementaron un 357%, mientras que en el primer cuatrimestre de 2025, los envíos entre cuentas de personas físicas subieron un 84% y el monto total transferido aumentó un 20%.

Sin embargo, este dinamismo contrasta con la baja adopción de pagos con débito en dólares, que según Payway mueve cerca de dos millones de dólares mensuales desde su lanzamiento en febrero de 2024.

Etapa 2: ¿qué pasa con las reformas profundas?

La segunda etapa del plan apunta a blindar la medida mediante un proyecto de ley que modificará la Ley Penal Tributaria y la Ley de Procedimiento Tributario, para asegurar la sostenibilidad del régimen y proteger a los ahorristas frente a futuras administraciones. Sin embargo, hasta el momento no hay fecha precisa para el envío del proyecto al Congreso, lo que genera incertidumbre sobre su aprobación.

Tributaristas advierten que la eliminación de la obligación de justificar consumos, ingresos y bienes acumulados representaría una disrupción fiscal, debilitando la capacidad de ARCA para cruzar datos y detectar inconsistencias.

El sistema se orientaría a declarar únicamente rentas, similar a modelos como el de Estados Unidos.

¿Riesgos o impulso económico?

El plan es ambicioso y polémico. Mientras el Gobierno busca dinamizar el circuito económico con dólares de los privados, los especialistas advierten que podría haber riesgos si no se garantiza transparencia ni controles mínimos para evitar que se utilice con otros fines, como lavado de activos.

Además, sin un marco legal votado en el Congreso, el margen de aplicación efectiva podría ser limitado, y su éxito dependerá del grado de confianza que logre generar entre ahorristas y el sistema financiero.

Fuente: Aire Digital