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12 de mayo de 2025

Lisandro, un disruptivo en el campo: desafió los métodos tradicionales y creó el “Uber” de los contratistas

Lisandro Pacioni es el alma mater de una app desde la cual productores agropecuarios piden un servicio y, del otro lado, contratistas con maquinarias ejercen su oferta. Su punto de partida: "No puede ser que estemos trabajando así".

Lisandro Pacioni se crió en el campo, en Pigüé, al sur de la provincia de Buenos Aires. El estudio universitario y las oportunidades laborales lo llevaron en su juventud a vivir en el exterior, una etapa que se estiró 16 largos años.

Una vez de nuevo en el país, decidió retomar la cercanía real con el campo. Inmediatamente se puso a disposición de su papá, quien manejaba el campo de la familia, y colaboró codo a codo con él.

Rápidamente, las ganas de hacer crecer la explotación agropecuaria y encontrar mejores resultados generaron algunos cortocircuitos en la dinámica de esa administración.

“Somos tercera generación de productores. Hice la secundaria en un colegio agrotécnico, Marista, pero cuando salí de allí fue demasiado campo para mí. Estudié economía e hice un máster en finanzas, pero siempre regresé al campo para ver a la familia hasta que en 2015 se me dio la oportunidad de comprar un pedazo de campo con mi papá”, señaló Pacioni en una charla con Infocampo.

Malevo 3

La aventura había tenido impacto positivo y fueron por más. “Compramos maquinarias y nos volvimos contratistas, y fue creciendo de a poco hasta que en un momento entré en contradicción con los métodos más tradicionales”, recordó.

“Le decía a mi papá: ’No puede ser que estemos trabajando así, sin predecir la demanda ni plan para conseguirle laburo a las máquinas en las que tanto habíamos invertido’. Fue directamente un punto de dolor personal y de la familia”, recordó.

“Funciona así, no te llaman antes”, fue la inmediata respuesta de su padre. Sin embargo, en aquella situación problemática para esa estacionalidad del año, Lisandro observó una necesidad y comenzó a darle cuerpo a una idea.

Malevo 6

EL “UBER” DE LOS CONTRATISTAS

Aplicaciones de traslados urbanos como Uber, Cabify u otras que son de “asignación directa” comparten con “Malevo”, como se llamó la app en la que trabajó Lisandro Pacioni junto a su hermana Magalí, el criterio de reunir en un monitoreo por zona a cada contratista agropecuario que busque ofrecer sus servicios a productores agropecuarios. Pero difieren de Malevo en un aspecto clave.

Una vez que el productor realiza el pedido de servicio, la aplicación le acerca la solicitud a cada contratista, que elaborará una oferta presupuestada debidamente para el cotejo del productor final. Este, a su vez, naturalmente puede recibir más de una oferta, y elegirá la correspondiente de acuerdo al sus preferencias personales.

“Ahí se ve el espíritu de Malevo, porque ¿cómo puede ser que en un mercado tan grande, estimado en casi u$s 3.000 millones, todo se dé de manera informal?”, se preguntó Pacioni.

Uno de los puntos críticos del rubro es la alta estacionalidad y los “cuellos de botella” que se generan. “Los contratistas se ven obligados a rechazar muchos trabajos”, planteó.

Por el otro lado, el productor suele caer en la problemática de no dar con el servicio de maquinaria agrícola necesario para sus requerimientos en el campo.

“Se pierden los datos de contratación al ser tan informal, no tenés los analytics necesarios como para hacer un análisis de mercado robusto”, sintetizó.

ESTUDIOS DE MERCADO PARA LOS CONTRATISTAS

Para la creación de Malevo, la familia Pacioni buscó la opinión de quienes estaban insertos día a día en el sector. A través de focus groups especializados y el desarrollo de una interfaz “lo más simple posible para el usuario”, buscaron poner a punto la salida formal y oficial de Malevo al mercado.

El punto de partida finalmente fue en Expoagro, la expo más grande del campo argentino.

Los desarrolladores indagaron en los datos del Censo Agropecuario 2017/2018, que registró 65 millones de hectáreas con servicios contratados. “De eso, se desprende que el costo de los servicios representa un 20% al 30% del costo de implantación de una hectárea, un componente muy significativo”, estimó.

Otro de los puntos de “dolor” actuales es que el mercado, en su gran medida, no está bancarizado. “Los bancos no ven nada de esto porque o se paga un cheque o se arregla cuando está el productor en condiciones de pagar. No hay un crédito para servicios, como hay miles de créditos para insumos”, explicó. Incluso hay casos en los que se realizan trabajos ante la necesidad agronómica, pero el pago se concreta 90 días después, y al valor de ese momento.

“Yo creo que es un mercado que, haciendo las cosas bien, se tendría que dolarizar, porque si se dolarizara se bancarizaría mucho más”, explicó.

UN LANZAMIENTO EN FASES

La fase inicial de desarrollo teórico de Malevo requiere de los primeros tres a cuatro meses requirió de la y validación de focus groups, el despliegue de la interfaz y la creación de un demo funcional. Requirió  una inversión inicial más alta que lo estipulado inicialmente, pero los primeros resultados luego de Expoagro entusiasman a la familia.

Cuadro Malevo

“Ya contamos con 610 usuarios, algo mucho más de lo esperado. Unas 50 solicitudes procesadas, 186 ofertas asociadas a las solicitudes, 12 contratos cerrados y realizados”, contó el creador. La mayoría de las solicitudes iniciales fueron de cosecha debido a la estacionalidad y el lanzamiento en el momento de la cosecha de soja.

“Seguiremos con la expansión por Bragado, Coronel Suárez y buscamos activar nuevas zonas como Pehuajó, Trenque Lauquen o Tandil. Y a mediano plazo buscaremos salir 100% digital a todo el país, abandonando el modelo de activación regional una vez que se haya generado suficiente masa crítica y confianza”, cerró el creador, que alimenta su gran sueño: llevar a Malevo por los campos de Estados Unidos y Brasil.

Fuente: InfoCampo

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