SANTA FE
22 de abril de 2025
Sergio Fenoy tras la muerte del Papa: "Francisco murió como vivió, con el corazón lleno de pueblo"

Monseñor Sergio Fenoy recordó al Papa con emoción y gratitud. Dijo que su muerte en Pascua es un signo de Dios y que su legado será un desafío para toda la Iglesia.
El arzobispo de Santa Fe, Monseñor Sergio Fenoy, ofreció este lunes un sentido mensaje tras la muerte del papa Francisco, a quien definió como “un pastor entregado, de una sola pieza”, y cuya despedida en plena Pascua representa —para la mirada de fe— una gracia de Dios. “Creo que Dios siempre llama en el mejor momento. A Francisco lo llamó cuando pudo despedirse de su gente, con gestos mínimos, pero con el corazón lleno”, dijo el prelado.
Fenoy valoró las últimas apariciones públicas del pontífice, a pesar de su fragilidad. “Pudo salir del hospital, estar con la gente, aunque con dificultad para hablar o moverse. Pero con solo eso, bastó para llenar su corazón de pastor”.
El dolor por un mundo herido
El arzobispo reconoció que el Papa se fue con un gran dolor en el alma: la guerra y el drama de los migrantes. “Fue el dolor de su corazón. Desde el comienzo luchó por ellos. Le dolía ver a tantos rechazados, incomprendidos. Y especialmente que los mismos cristianos no comprendieran la necesidad de acoger al que sufre”, lamentó.
Recordó que, hasta el final, Francisco seguía en contacto directo con sacerdotes en zonas de conflicto, como Gaza o Ucrania. Y subrayó una de sus últimas frases, en la homilía de la Vigilia Pascual: “Seamos constructores de esperanza para el mundo”. “Ese es el mensaje que nos deja. Ser portadores de esperanza es lo más difícil, pero también lo más necesario”, señaló.
Un legado que interpela
En cuanto al legado del Papa Francisco, Fenoy fue claro: “Ha sido un signo de contradicción, también para nosotros, los creyentes. Muchas veces su palabra profética no fue comprendida de inmediato. Pero con el tiempo se entendía que nos estaba mostrando caminos nuevos para acercarnos a la sociedad y al mundo”.
El arzobispo también se refirió a la decepción de quienes esperaban una visita papal a la Argentina. Reconoció que fue una deuda pendiente, pero pidió no juzgarlo con dureza. “Muchos lo vivieron como que no nos quería. Pero nada más lejos. Nos llevó siempre en el corazón. Tal vez priorizó otros lugares más necesitados. Y también es cierto que, como país, fuimos muy duros con él. Le dimos sin asco, incluso los propios católicos. No supimos siempre comprender su mensaje”.
Consultado sobre el futuro y la elección del próximo pontífice, Monseñor Fenoy evitó especular con nombres, pero marcó un perfil deseado: “Primero, un hombre de fe. No un estratega, no un diplomático. Un hombre centrado en Jesús, como Francisco quiso. Y después, alguien cercano a la gente. Eso ya no se negocia”.
También expresó su deseo personal: “Ojalá sea alguien relativamente joven, como Juan Pablo II en su momento. El mundo necesita un pastor activo, con fuerza y cercanía”.
Fuente: Aire Digital

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