POLITICA
24 de marzo de 2025
Abril, un mes bisagra que definirá la fortaleza electoral del gobierno de Javier Milei

Abril será un mes bisagra para Javier Milei: permitirá calibrar la musculatura libertaria frente a los desafíos económicos, políticos y electorales que se avecinan.

La aprobación, por parte de la Cámara de Diputados, del DNU que autoriza al Poder Ejecutivo a renegociar la deuda con el FMI fue un logro importante para Javier Milei, aunque no suficiente, en los intentos del Gobierno por calmar la fiebre que experimentaron los mercados financieros en las últimas semanas.
Resta aún el paso más importante: cerrar el acuerdo con el Fondo, un trámite que viene demorado por diferencias entre los negociadores sobre la continuidad o no del actual esquema cambiario.
Abril será un mes bisagra en la gestión de Milei. Un mes que permitirá calibrar la tonicidad de la musculatura libertaria frente a los desafíos económicos, políticos y electorales que se avecinan.
El cierre del acuerdo con el FMI es, para el Gobierno, un hito fundamental. El propio presidente admitió que las negociaciones con el Fondo recién finalizarían a mediados del mes próximo; el interrogante será qué comportamiento tendrán los mercados hasta entonces.
En lo que va del año, el Banco Central lleva perdidos U$S 1.008 millones, un agujero importante en sus exiguas reservas.
Mientras las especulaciones financieras desafían los obstinados intentos del equipo económico por mantener rígido el esquema cambiario, en el plano político acechan otros nubarrones.
La CGT desafía al gobierno con un nuevo paro general
En efecto, para el próximo 10 de abril la CGT convocó un nuevo paro general por 24 horas; la protesta incluirá movilizaciones desde el día anterior al mediodía. Será la tercera medida de fuerza de esta índole en lo que va de la administración libertaria.
Si bien el Gobierno se muestra despreocupado ante el desafío sindical –sostiene que incluso lo beneficia electoralmente–, lo cierto es que, puertas adentro de la Casa Rosada, hay quienes encienden una luz de alerta frente a una posible ruptura de la tregua tácita que habían acordado los caciques sindicales y Santiago Caputo.
En virtud de esa tregua, la CGT se mantuvo pasiva a lo largo del segundo semestre del año pasado a cambio de que no se avance en el Congreso con la reforma del sistema sindical y mantener vigentes el cobro de cuotas solidarias, aportes extraordinarios y reelecciones indefinidas.
El enfrentamiento con la gestión libertaria se aceleró por la represión policial en la marcha de los jubilados de la semana pasada y a partir del endurecimiento oficial para convalidar paritarias por encima de la inflación.
Los pliegos para la Corte, la próxima batalla
La oposición comenzó a mover sus fichas. Presionada por el kirchnerismo, la vicepresidenta Victoria Villarruel convocó al Senado para el próximo 3 de abril a debatir los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla, ambos designados en comisión y por decreto de Milei.
El Gobierno tendrá solo dos semanas para tratar de reunir los votos para conseguir la aprobación de ambos candidatos. Necesita el apoyo de los dos tercios de los presentes en la sesión, una mayoría agravada que, por el momento, parece difícil de alcanzar para la Casa Rosada, sobre todo en el caso de García Mansilla, quien ya ocupa un sitial en el máximo tribunal.
Santa Fe pone en marcha el año electoral
También en abril tendrá lugar el primer test electoral que pondrá a prueba la escudería libertaria, cuyo armado nacional quedó a cargo de Karina Milei. En efecto, el 13 de abril se llevarán a cabo elecciones en Santa Fe para elegir, entre otros cargos, a los convencionales constituyentes que discutirán una reforma de la carta magna provincial.
La disputa en el distrito gobernado por el radical Maximiliano Pullaro permitirá conocer el nivel de potencia que tiene la marca de los libertarios después de casi un año y medio de gestión de Milei. También será la primera compulsa en que los libertarios y el PRO medirán fuerzas, ya que Mauricio Macri preservó su alianza con el radicalismo local.
Aunque no es definitorio, el resultado en Santa Fe será un termómetro que permitirá calibrar hasta qué punto podrán las huestes libertarias prescindir de aliados de otros espacios (en especial del PRO y la UCR) en el armado electoral de los principales distritos del país.
Los oficialistas “puros” son partidarios de presentar listas propias, sin aliados, confiados en la buena estrella del presidente; empero, otros dirigentes creen que el kirchnerismo, aunque atrás en las encuestas, podría pegar un zarpazo letal si la oferta de centroderecha se presenta atomizada.
Fuente: Aire Digital

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