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8 de marzo de 2025

Alerta roja en Entre Ríos: se confirmó otra maleza resistente a herbicidas

Aapresid informó que consultores y especialistas confirmaron la resistencia de Echinochloa crus-galli, conocida como “capín arroz”, a graminicidas de la familia de los FOPs.

El listado de malezas resistentes a herbicidas, uno de los mayores problemas agronómicos que enfrenta la agricultura extensiva argentina, sigue ampliándose.

Este viernes, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) emitió una nueva alerta roja por una especie inmune a fitosanitarios que se utilizan tradicionalmente para eliminarla.

“Consultores y especialistas confirman resistencia de la maleza Echinochloa crus-galli (capín arroz) a los graminicidas Cyhalofop y Haloxifop (ACCasa) en el Centro-Este de Entre Ríos”, indicó Aapresid.

CAPÍN ARROZ, OTRA MALEZA RESISTENTE

El informe inicia con un repaso de las características del género Echinochloa, que está compuesto por especies anuales C4 que emergen en primavera-verano y se reproducen mediante semillas.

Su gran diversidad morfológica dificulta su clasificación, y su capacidad de adaptación la convierte en un grupo de malezas de gran impacto.

Estas especies presentan alta producción de semillas, corta dormición, rápido crecimiento, gran habilidad competitiva y dispersión de semillas por hidrocoría (dispersión a través del agua), además de su capacidad adaptativa al control con herbicidas.

“Todo esto contribuye a su expansión en la región agrícola argentina”, resumió Aapresid.

Dentro del género, Echinochloa colona y Echinochloa crus-galli son las especies de mayor distribución en el país.

Los relevamientos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de AAPRESID indican que la presencia del género Echinochloa ha aumentado en Argentina entre 2019 y 2023, con un incremento en el porcentaje de lotes afectados.

En particular, en la provincia de Entre Ríos, entre el 70 % y el 100 % de los lotes presentan infestaciones de Echinochloa colona RG, según el último reporte de la REM.

A nivel mundial, en tanto, este género comprende alrededor de 33 especies, de las cuales siete están presentes en Argentina. Dentro de ellas, Echinochloa crus-galli es una de las malezas más extendidas y problemáticas.

Esta especie se desarrolla en forma de mata, con tallos postrados, ascendentes o erectos, alcanzando entre 10 y 90 cm de altura. Su capacidad reproductiva es notable, con una producción de semillas que puede variar entre 3.000 y 6.000 por planta, dependiendo de las condiciones del cultivo, la disponibilidad de nutrientes y la duración del día”, enumeró Aapresid.

EVOLUCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

Cronológicamente, en 2018, Metzler et al reportaron en Entre Ríos la resistencia múltiple de un biotipo de Echinochloa crus-galli a herbicidas del grupo ALS (imidazolinonas) y glifosato .

En paralelo, en las últimas campañas se han recibido reportes de fallas en el control de esta especie con graminicidas utilizados en el cultivo de arroz, en zonas arroceras de Entre Ríos.

En la campaña 2019/20, hubo dificultad para controlar capines con el graminicida Cyhalofop-p-butil, de la familia de los ariloxifenoxi-propionatos (FOP), selectivo para este cultivo.

“Si bien este problema se reportó formalmente por primera vez en 2023, era esperable que su incidencia aumente, ya que el cultivo de arroz suele rotarse con soja y maíz, en los cuales el uso de herbicidas graminicidas (FOP y DIM) es frecuente y recurrente”, reconoció Aapresid.

Y agregó: “Además, aunque las poblaciones afectadas provienen de lotes con antecedentes de fallas en el control, la problemática podría no estar limitada exclusivamente al sistema arrocero o zonas donde este cultivo se produce”.

PRIMER REGISTRO DE RESISTENCIA A GRAMINICIDAS

En este contexto, los ingenieros agrónomos Andrés Rampoldi (consultor privado), Candela Mena (EEA INTA Concepción del Uruguay – FCA-UCU) e Ignacio Dellaferrera (ICIAgro- UNL-CONICET) realizaron los estudios correspondientes para comprobar si las fallas reportadas corresponden a una nueva resistencia.

En concreto, se recolectaron semillas de lotes con cultivo de arroz en la provincia de Entre Ríos de plantas sobrevivientes al tratamiento rutinario con Cyhalofop-p-butil. Estas se cultivaron en laboratorio, donde fueron reexpuestas al herbicida.

De las cuatro poblaciones que resistieron, se obtuvieron semillas para estudios de supervivencia y dosis-respuesta con Cyhalofop-p-butil, Haloxifop-R-metil y Cletodim.

Los tratamientos se aplicaron cuando las plántulas tenían 30 días de crecimiento y un macollo. El porcentaje de supervivencia se determinó como (supervivencia de la planta) / (plantas nacidas) x 100. La supervivencia de las plantas se evaluó 4 semanas después del tratamiento.

Para este ensayo, la resistencia herbicida se clasificó en función de umbrales específicos de supervivencia, donde una supervivencia del 0 al 5 % indica una muestra ‘sensible’ al herbicida, valores del 6 % al 19 % indican poblaciones con  ‘resistencia en desarrollo’, y niveles de  supervivencia ≥20 % clasifican como ‘resistencia’ al herbicida.

La población IV tuvo supervivencia menor al 5% en todas las evaluaciones herbicidas, por lo que puede ser considerada sensible a estos.  La población XI presentó una resistencia en desarrollo ante la aplicación de cyhalofop, mientras que permaneció sensible a haloxifop y cletodim.

Por último, las poblaciones VII y XII se reportaron como resistentes a cyhalofop y haloxifop, además de presentar una resistencia en desarrollo a cletodim.

Las poblaciones de malezas clasificadas como resistentes y susceptibles se sometieron luego a pruebas de dosis-respuesta.

Para comparar la sensibilidad de las distintas poblaciones se aplicaron dosis crecientes de Cyhalofop-p-butil, Haloxifop-R-metil y Cletodim a dosis de 0X, ¼ X, ½ X, X, 2X, 4X y 8 X, siendo X la dosis recomendada para cada herbicida. Se determinó el peso fresco por maceta, 28 días post aplicación.

Estos pesos fueron expresados como porcentaje del testigo sin tratar. Para cada población se determinó la dosis de herbicida que inhibe el crecimiento en un 50% respecto al control sin tratar (GR50). Se evaluaron las diferencias de sensibilidad mediante el factor de resistencia (FR), que se determinó como: GR50 (resistente)/GR50 (sensible).

Para el caso de Cyhalofop, todas las poblaciones evaluadas mostraron diferencias significativas entre sus respectivas GR50, agrupándolos en dos grupos según su factor de resistencia: resistencia moderada  y alta.

La población XI presentó una resistencia moderada post aplicación de Haloxifop, mientras que las poblaciones VII y XII presentaron altos factores de resistencia. Solo la población XI difiere significativamente en su GR50 del patrón sensible a Cletodim, mientras que el resto de las poblaciones no difieren significativamente del patrón sensible.

“Considerando las evaluaciones de supervivencia a campo (Rampoldi, 2023) como así también la evaluación de supervivencia de las progenies de dichas poblaciones y las diferencias encontradas en dosis/respuesta comparadas con una población patrón, puede considerarse que las poblaciones VII (Moreira)  y XII  (Villa Elisa) resultan resistentes a los herbicidas Cyhalofop-p-butil y Haloxifop-R-metil”, concluyeron los investigadores.

CÓMO EVITAR MÁS PROBLEMAS DE RESISTENCIAS

Por este motivo, esta confirmación representa un desafío significativo para el manejo de malezas, particularmente en cultivos de arroz y otras rotaciones agrícolas.

“Dado el historial de resistencia en la especie y la creciente presión de selección, es fundamental adoptar estrategias de manejo integrado para mitigar la propagación de biotipos resistentes”, repasó Aapresid.

En este sentido, recomendó:

  • Alternar y combinar herbicidas con diferentes mecanismos de acción, evitando la aplicación reiterada de FOPs y DIMs.
  • Rotar cultivos con especies que permitan diferentes herramientas de control.
  • Realizar seguimientos periódicos en los lotes para detectar fallas en el control y actuar de manera preventiva.
  • Complementar el control químico con prácticas agronómicas como la siembra en fechas estratégicas, aumento de densidad de cultivos y eliminación mecánica cuando sea posible.

Fuente: InfoCampo

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