La secretaria de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe, Alicia Tate, evaluó como una posibilidad que las intenciones manifestadas por el presidente Javier Milei en materia de agenda de género se orienten a "satisfacer a su núcleo electoral más cercano".

A la vez que evaluó como "difícil" que la derogación de las normas vigentes sobre femicidio, paridad e identidad de género (por mencionar algunas) pase el filtro parlamentario. No obstante, consideró que "tenemos que estar alertas para no tener que retroceder en ninguno de los derechos que se consiguieron".

Lo dice, en una charla con El Litoral, quien militó desde su partido, la Unión Cívica Radical y junto a referentes de otras orientaciones políticas, la ley de cupo para la provincia de Santa Fe, e impulsó la de paridad, aunque sin apoyo legislativo en ese momento.

Decisiones personales

- ¿Es tan sencillo eliminar la figura de femicidio del Código Penal Argentino y otras normas que tienen que ver con la agenda de género como anticipó el gobierno nacional en los últimos días?

- No creo que sean tan sencillas estas decisiones que ha manifestado el presidente, que son personales y creo que satisfacen a su núcleo electoral más cercano.

Pero hablan de derogación de medidas de acción positiva que refieren a disposiciones constitucionales. Esta fue una conquista enorme que logró la reforma constitucional del '94 y para derogar medidas de acción positiva, habría que modificar la Constitución.

Estas leyes que se podrían modificar en el Parlamento, necesitarían de la adhesión de la mayoría de los bloques y no creo que se pueda lograr.

Porque fue, precisamente, por la lucha de los partidos políticos que han tenido mayor representación en el Parlamento que se consiguió la sanción.

Por otro lado, me sorprende que alguien que declama ser liberal pretenda suprimir y atente contra derechos individuales.

La conquista que se logró en 2012 con la reforma del Código Penal (e introdujo el femicidio entre los agravantes por homicidio) realmente fue un logro porque tuvo que ver con una realidad cultural que siempre puso de relieve jerarquías entre varones y mujeres.

Muchos de los femicidios tienen que ver con esa idea de que la mujer es una propiedad del hombre o que el hombre está por sobre la mujer. Por eso, insisto, me resulta raro que una persona que se declara liberal no reconozca los derechos individuales.

- En su momento militaste el cupo femenino y luego de paridad. ¿Crees que cambió tanto el momento político y social como para que ahora la sociedad esté abierta a modificaciones de esta naturaleza?

- Yo no participé del debate de la ley de cupos que fue la primera, en el año 1991.

En ese momento era una simple militante de un partido político y lo que si hicimos fue impulsar fuertemente esa ley, con mujeres dirigentes de otros espacios con quienes constituimos el Foro de integración de la Mujer Santafesina; allí buscamos los puntos de coincidencia y nos pusimos hombro a hombro para lograr la sanción de la ley.

Sí tuve un rol importante dentro de mi propio partido para lograr el apoyo de quien era el presidente de la UCR y trabajamos para convencer a los legisladores de que votaran esa ley. Mucho tiempo después presenté el primer proyecto de ley de paridad, que no fue tratado ni discutido en la Legislatura provincial.

Pero con un recorrido como tuve en defensa de los derechos de las mujeres, no puedo coincidir con los dichos del presidente y eso tiene, además, una demostración fáctica, porque estamos trabajando en la preservación de los derechos de las mujeres en el ámbito donde me estoy desempeñando.

No hemos retrocedido absolutamente en nada y seguimos sosteniendo los mismos programas y las mismas acciones que van en defensa de los derechos de género.

- ¿Puede ocurrir que las generaciones más jóvenes y los grupos que crecieron con estos derechos ya incorporados, como la ley de cupo, la paridad, la ILE, no comprendan cabalmente su importancia y el trabajo que demandó su reconocimiento?

- Si, absolutamente. Si bien creo que lo normalizan, que no ven algo extraordinario en todo esto, lo cierto es que como nacieron con estos derechos, así como nacieron en democracia y tampoco le dan la importancia que deberían darle a los valores democráticos.

Sobre todo en algunos sectores universitarios minimizan el tema de las leyes y dicen lo que se decía en otros tiempos: que no se necesitaba de la ley para tener los mismos derechos. Y resulta que no solo la necesitan, sino que la ley por sí sola tampoco garantiza esos derechos.

Siempre digo que hay que estar muy alerta, porque una ley puede ser derogada por otra. Y si bien no creo que se pueda conseguir la adhesión de los bloques mayoritarios para dar sanción a una ley que revoque los derechos adquiridos, sí es cierto que ya se están poniendo en tela de juicio.

Tenemos que estar alertas para no tener que retroceder en ninguno de los derechos que se consiguieron. También es cierto que ha habido excesos, intenciones de utilizarlos partidariamente y eso ha hecho daño.

"Le va a costar mucho"

"Pero le va a costar mucho y no sé si no es una posición desafiante para incentivar a ese grupo cercano y, a lo mejor, para estar en consonancia con presidencias a las que admira. Pero me parece que va a ser muy difícil que pase de una expresión de deseo".

Fuente:El Litoral