No es la primera vez que Cacho sufre un ACV. En 2009, había padecido un problema similar que, incluso, le generó algunas dificultades físicas. Sin embargo, con esfuerzo y decisión, pudo superarlas en unas cuantas semanas.

¿Qué es un ACV isquémico temporal?, ¿qué otras clases de ACV se pueden producir?, ¿cuáles son sus características?, ¿existen síntomas precisos a tener en cuenta?, ¿hay manera de prevenir este tipo de episodios?

En el programa Creo, que se emite cada mañana en AIRE, el neurólogo Hugo Valderrama respondió a todos estos interrogantes.

- ¿Cuáles son las características de un ACV isquémico temporal?

- En términos generales, es un accidente cerebrovascular. Esto significa que se produce una interrupción del flujo sanguíneo hacia un sector de cerebro.

Se dice que es isquémico transitorio cuando la interrupción del flujo sanguíneo no dura más de 24 horas y tiene una resolución íntegra. Es decir, el cerebro no tiene secuelas de ese daño o de esa alteración que se produjo transitoriamente

- ¿Por qué se le llama isquémico?

- Isquémico es cuando hay una interrupción del flujo sanguíneo. Mientras que un accidente es hemorrágico cuando hay una ruptura del vaso sanguíneo y un sangrado.

En un 85% de los casos, los ACV son isquémicos. Esa interrupción del flujo puede darse porque una arteria se tapa, se genera lo que se llama trombo o lo que la gente llama coágulo. En realidad se le dice émbolo, cuando ese coágulo viaja por las arterias hasta que, por el tamaño, se frena en alguna arteria más chica e interrumpe el flujo.

El émbolo sale del corazón, se genera por alteraciones cardiológicas que hace que la sangre y otros elementos de la sangre coagulen, y viaja hasta el cerebro e interrumpe la arteria.

Otra forma de ACV frecuente es que la propia arteria se dañe y se forma un trombo. Es decir, una interrupción local en esa arteria. Depende del sector del cerebro que se afecta, el paciente tendrá distintos síntomas.

Hugo Valderrama, neurólogo.

- ¿Cuáles son las características del ACV hemorrágico?

- Se da de la misma manera que el isquémico, pero se agrega qu la arteria se rompe. Si el sangrado es importante, si es un sangrado grave, hay complicaciones.

El cráneo no se expande, justamente es ese problema. Esa misma sangre es un efecto de masa, va ocupando lugar a medida que sangra la arteria. Esto produce un desplazamiento del cerebro y ahí se suma otro riesgo, que puede producir inclusive la muerte. Por eso, se suele realizar una intervención quirúgica, para generar la descompresión del cerebro.

ACV isquémicos o temporales: características y gravedad

- ¿Qué tipo de ACV es más grave?

- Lo que se le suma al ACV hemorrágico es que tiene más chances de mortalidad. En cambio, no sucede lo mismo con el isquémico. Si bien tiene también un riesgo de mortalidad, es menor.

No todos los ACV hemorrágicos producen mortalidad. De hecho, el principal problema de los ACV no es la mortalidad, sino las secuelas que pueden generar.

- ¿Puede ser que ese taponamiento de la arteria se libere de manera natural?

- Sí. Pero hay que acudir lo antes posible al centro más cercano de alta complejidad. Depende de si el ACV es isquémico, hemorrágico y de qué forma se está produciendo la obstrucción, porque se implementa distintas terapéuticas.

Para los ACV isquémico hay terapéuticas que tienen períodos de ventana. Es decir, que existe un tiempo máximo para realizar ese tipo de intervención a través de fármacos. Por lo general no deben superarse las seis horas.

Cuanto antes intervengas, menor va a ser el daño neuronal, porque las neuronas necesitan oxígeno y nutrientes. El oxígeno se transporta por la sangre.

Durante las últimas décadas aparecieron fármacos que cambiaron la situación, pero no se les puede aplicar a cualquier persona. Se deben evaluar los riesgos, porque como todas las intervenciones médicas, hay posibles efectos adversos.

La hipertensión crónica produce un engrosamiento de las paredes de las arterias.

Entonces, es muy importante trasladarse lo antes posible a un centro médico. Generalmente, los accidentes cerebrovasculares ocurren de segundo a minutos, cuando empiezan a notarse los síntomas.

También puede producirse un aneurisma. Es decir, la ruptura de una arteria que produce un accidente cerebrovascular hemorrágico y tiene también un tratamiento específico.

- ¿Qué es un aneurisma?

- Es una dilatación del vaso sanguíneo, generalmente debido a anomalías de la pared de ese vaso de sanguíneo. Imaginemos como si fuese una manguerita y tiene un sector débil. Cuando hay presión, se expande ese sector y puede romperse, porque se fue debilitando la pared.

Síntomas de los ACV

- ¿Cómo sé si se puede tratar de un ACV? ¿Es por un dolor de cabeza?

- El dolor de cabeza es uno de los síntomas, pero no es el más frecuente. A los dolores de cabeza hay que darles importancia si son híper intensos. El dolor es tan intenso que al paciente le cuesta expresarlo en palabras.

Si el daño que se está produciendo es severo, directamente no le puede no lo puede expresar, porque se interrumpió el flujo sanguíneo.

Entonces, la principal característica del dolor de cabeza es la intensidad y la forma brusca en que se presenta.

- ¿Cuáles son los otros síntomas más comunes?

- Debilidad en miembros superiores, miembros inferiores, en las piernas o en los brazos. Trastornos en el lenguaje o para comprender. Después, depende de qué sector del cerebro se va afectando, puede haber síntomas muy variados. Se puede producir, por ejemplo, una ceguera temporal, como que cae un telón en la vista, porque no llega sangre a las células de la retina.

Si afecta la parte posterior del cerebro puede alterar la marcha y el equilibrio. Entonces, los síntomas son variados dependiendo del sector que se afecte. Pero en el orden de ranking de síntomas, lo primero es la debilidad en una pierna o en un brazo.

También se puede observar un ladeo, porque puede haber una debilidad en la parte inferior de la expresión facial en la boca. La persona intenta tomar agua y cae por el costado.

En los casos de ACV, los dolores de cabeza son híper intensos.

- Cuando hablamos de ACV, ¿nos referimos a una patología que abarca a todo el sistema circulatorio?

- Así es. Puede ser la propia arteria en el sector que se tapa o puede formarse el émbolo y desprenderse por un problema cardiológico. Geralmente, eso se produce cuando hay arritmias, porque el corazón no late como debe latir. Se van agrupando células sanguíneas, forman el coágulo y se puede llegar a desprender y viajar hacia el cerebro.

- ¿Hay formas de prevenir estos problemas?

- Sí, por supuesto. Si se reducen los factores de riesgo, se reducen prácticamente las posibilidades de padecerlo, más allá de las cuestiones genéticas que uno puede arrastrar.

Todos tenemos que tener hábitos saludables, porque son la clave para prevención.

El principal factor de riesgo es la hipertensión arterial. No la hipertensión aguda, que hace un pico y la gente se asusta mucho. Lo que termina dañando las arterias de manera crónica, es justamente la hipertensión arterial crónica. Cuando se da por meses o años, la arteria se intenta adaptar, aumenta su grosor y se puede cerrar.

Los daños se pueden producir no solamente en el cerebro. También se puede tapar una arteria del corazón y producirte un infarto. Se puede alterar las arterias renales, y producir insuficiencia renal.

Además de la hipertensión, hay otros factores básicos como diabetes, colesterol, tabaquismo, sedentarismo y obesidad.

De hecho, todo eso junto produce lo que se llama trastorno metabólico. Entonces, ese trastorno metabólico, el síndrome metabólico, representa un grupo de síntomas, como si fueras juntando tickets para padecer la enfermedad.

Ya sea un daño agudo o crónico, que puede producir lo que se llama demencia vascular. La demencia vascular es cuando hay daños progresivos, más chiquitos, que no se perciben. Estos producen microinfartos en el cerebro.

Es como si las redes neuronales fuesen calles de una ciudad y comienzan a aparecer piquete en algunas esquinas. El cerebro se acomoda, genera conexiones alrededor. Pero si hay piquetes en todos lados, empieza a producirse un daño progresivo, ya sea en el habla, en el razonamiento, en la capacidad de ubicación temporal.

Fuente:Aire de Santa Fe