El Hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe se encuentra con el 95% de las camas ocupadas. El director del nosocomio, Francisco Sánchez Guerra, explicó a CyD Litoral que esta alta ocupación se debe principalmente a un incremento en las patologías respiratorias, tanto en adultos como en pacientes pediátricos. Este aumento en la demanda está generando un desafío significativo para el hospital y su personal.

"Estamos en alta demanda", afirmó Sánchez Guerra. "¿Qué significa alta demanda en este periodo? La patología respiratoria se vuelve prevalente. Esta prevalencia afecta tanto a adultos como a niños, pero nos preocupa mucho más la alta demanda pediátrica, porque es la que más requiere internación". Según el director, el número de consultas en la guardia pediátrica aumentó considerablemente, con cifras que superan los 250 pacientes diarios, en comparación con los 60 a 65 pacientes habituales.

El profesional detalló que los pacientes que llegan a la guardia presentan una variedad de condiciones, muchas de las cuales requieren internación debido a problemas respiratorios. "Tenemos pacientes que, internados en la guardia, podemos mejorar su ventilación cuando hablamos de patología respiratoria. Es el chiquito que le falta oxígeno. Algunos niños los manejamos en la guardia y después se van a su casa. Hay pacientes que deben pasar a internación y hay pacientes que van a la terapia del Allasia", explicó.

La situación es particularmente dinámica, con pacientes que pueden estar internados desde un día hasta una semana. Actualmente, el área de pediatría del hospital tiene 18 camas, pero hay 22 pacientes internados, lo que refleja la alta demanda y la necesidad de gestionar los recursos de manera eficiente. "Hoy, en forma dinámica, nuestra pediatría tiene 18 camas, pero tenemos 22 pacientes internados", subrayó Sánchez Guerra.

Además de la escasez de camas, el director señaló otro problema crítico: la falta de especialistas suficientes para cubrir las necesidades del hospital. "El problema es que no hay especialistas suficientes para estar cubriendo estos lugares, pero nos venimos manejando con elasticidad, trabajando con algunas cosas de manera ajustada, pero venimos dando respuesta", indicó. A pesar de los desafíos, el hospital sigue funcionando con todas las camas de la guardia ocupadas y una ocupación del 95% en las áreas de internación.

El aumento en la demanda de atención médica se asocia directamente con la baja temperatura estacional, lo que contribuye a un incremento en las patologías respiratorias. "Si nosotros vamos estacionalmente, todos los años cuando comienza la alta demanda se asocia siempre a la baja temperatura", explicó el director del nosocomio. Este patrón estacional se repite anualmente, y este año no fue la excepción, con un notable incremento en la cantidad de pacientes que requieren atención médica.

El hospital ha implementado diversas estrategias para manejar la alta demanda. Una de ellas es la redistribución dinámica de los pacientes y el manejo del tiempo de internación. Según Sánchez Guerra, algunos pacientes son tratados en la guardia y dados de alta rápidamente, mientras que otros requieren internación prolongada. Esta estrategia permite al hospital maximizar el uso de sus recursos limitados y atender a la mayor cantidad de pacientes posible.

A pesar de los esfuerzos del personal del hospital, la situación sigue siendo crítica. La falta de especialistas y la alta demanda ponen una presión constante sobre los recursos del hospital. "Nos venimos manejando con elasticidad, pero siempre estamos al límite", reiteró el director.

Prevención y cuidados

En cuanto a las medidas preventivas, el doctor Daniel Farina, director asociado de Atención Pediátrica en el Hospital de Niños "Dr. Orlando Alassia", destacó la importancia de respetar las recomendaciones de vacunación, especialmente para las personas en situación de riesgo.

Farina resaltó la relevancia de la vacuna antigripal y de tener el calendario de vacunas actualizado. También mencionó que “este año se incluyó la vacuna contra el virus sincicial respiratorio para mujeres embarazadas entre las 32 y 36 semanas de gestación, lo que podría tener un impacto significativo en la prevención de bronquiolitis en lactantes menores de dos años”.

Por otro lado, subrayó la importancia de lavarse las manos correctamente, ya que es una de las principales formas de prevenir la propagación de infecciones respiratorias. “Recomiendo hacerlo al llegar a casa o antes de manipular alimentos”. Además, insistió en la importancia de mantener los ambientes ventilados y libres de humo.

El doctor hizo hincapié en la necesidad de evitar la automedicación. “Los síntomas de las enfermedades pueden ser enmascarados o pasados por alto si se recurre a la automedicación, lo que podría dificultar el diagnóstico correcto. En caso de presentar síntomas, se recomienda buscar atención médica para evitar complicaciones”.

Si un niño presenta síntomas de una infección respiratoria, Farina sugirió seguir las siguientes recomendaciones:

-Mantener reposo en casa y, en la medida de lo posible, aislar al niño para evitar la propagación de la infección.

-Cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con el codo al toser o estornudar.

Consultar a un médico en caso de presentar fiebre alta, especialmente en el caso de niños prematuros o con bajo peso, o si el niño tiene problemas neurológicos u otras patologías asociadas.

-Estar atentos a signos de dificultad respiratoria, como el hundimiento del pecho o dificultades para respirar.

El entrevistado manifestó que “es importante prestar atención a los niños menores de un año, especialmente a los lactantes y prematuros, ya que son los más propensos a desarrollar cuadros respiratorios graves”.