POLITICA
29 de diciembre de 2023
Gisela Scaglia, la vicegobernadora que deberá gestionar un Senado repleto de hombres pero que no le teme a ese desafío
La vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, dialogó en exclusiva con AIRE en el ciclo "Claves para entender". Los objetivos de la gestión provincial, sus desafíos en un Senado lleno de hombres y sus inicios en la política.
La vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Gisela Scaglia, dialogó en exclusiva con AIRE en el marco del ciclo de entrevistas "Claves para entender".
En una extensa charla, Scaglia habló sobre los principales temas a abordar en la gestión provincial, sus desafíos en el Senado y la preocupación que generan algunas medidas del gobierno nacional.
Además, se refirió a sus inicios en la política a los 17 años en su Gálvez natal y de la importancia del diálogo y el consenso para lograr resultados en la gestión pública.
—Usted se crió en Gálvez, viene de una familia más relacionada y ligada al campo, pero decidió irse a Rosario a estudiar Ciencias Políticas. ¿Qué fue lo que la llevó a esto? ¿Cómo fue ese cambio que la acercó a la política?
—Participé del programa Diputados por un Día, a los 17 años, con la escuela. Este es un programa que tiene todavía hoy la Cámara de Diputados y la de Senadores de Santa Fe. En el momento que a mí me tocó participar, mis compañeros de curso estaban siendo sorteados para el servicio militar obligatorio. Había un debate sobre si el servicio seguía siendo o no obligatorio y nosotros llevamos ese proyecto a la Cámara. Yo proponía derogar la obligatoriedad del servicio y me tocó fundamentarlo. Después el servicio se derogó, por otras razones.
Ese día cuando me senté en la banca encontré razones de por qué podía defender algo y lo que significaban las leyes y lo que le implicaba a mis compañeros varones ser sorteados o no para el servicio militar, en términos de empezar la universidad o entrar en la empresa de su familia o buscar un trabajo. Eso hizo que yo sintiera muy adentro mío que me quería dedicar a la política. Más allá de que cuando elegí estudiar, me equivoqué el primer año y me fui a estudiar Nutrición. Mi papá decía: “No vas a tener nunca trabajo de eso”. Entonces no elegí como primera opción la Ciencias Políticas y estudié Nutrición. Fui y no me gustó. Me fue mal en las materias de biología y entonces dije: "No. Esto no es para mí” y al otro año empecé a estudiar Ciencias Políticas.
—¿Te imaginabas que ibas a llegar a ser la vicegobernadora de la provincia?
—No. Cuando hicimos un homenaje de fin de año en el Senado, les contaba esta historia de haber entrado a los 17 años por primera vez a la Cámara y hoy encontrarme presidiendo la Cámara y era algo que nunca me hubiera imaginado. Pensé que iba a ser ministra probablemente, pero no vicegobernadora de la provincia.
—Teniendo en cuenta que en una entrevista mencionaste que tu política no es la de aniquilar al otro, ¿cuáles son los valores en los que basás tu carrera?
—Diálogo. Tengo amigos de todos los partidos políticos y creo que me crié con eso. Cuando te crías en un pueblo o en una ciudad más chica, tus amigos, las personas que están cerca quizás piensan distinto y compartís la escuela con gente que viene de distintos lados. La escuela, en las ciudades donde yo me crié, estaba el hijo del albañil, el hijo del abogado, el hijo del productor, el peronista, el radical.
Entonces, eso ha hecho que yo tuviera siempre como una idea de diálogo permanente. Gálvez es una ciudad que respira política, no sé por qué, pero hubo siempre diputados nacionales, ministros de distintos partidos. Entonces, es como que para mí es natural el diálogo político y el compartir. Muchos de mis amigos son de otros espacios políticos y hoy tienen cargos en funciones en otros lugares.
—Te invito a viajar en el tiempo. Si pudieras hacerlo, esta Gisela ¿qué le diría a la chica de 17 años que entra por primera vez a la Legislatura? y esa chica de 17 años, ¿qué le diría a esta Gisela?
—La de 17 años es un poco la que siempre buscó. Nunca perder el objetivo es lo que nos lleva a estar en política. Esa idea de no perder los sueños o los por qué. La de ahora le diría a la de 17 que pelee por los sueños, que luche, porque a veces cuando sos joven no sabés si se va a poder. Entonces, creo que a veces hay que escucharse y a los chicos hoy les cuesta mucho escucharse. Muchas veces están muy influenciados por el afuera y no por lo que les pasa dentro. Uno tiene que seguir lo que le gusta hacer, porque es a lo que se va a dedicar toda la vida. Probablemente yo lo pude hacer por mi determinación.
—Y la Gisela de 17, a esta Gisela, ¿qué le diría?
—Que nunca pierda las razones, las causas y los sueños de por qué está acá. La política a veces te lleva. Creo que hay que ser utópico también. Hay que pensar. Esto lo vamos a poder hacer y vinimos acá para transformarlo, no para amesetarnos. Me parece que ahí hay como una clave. Hago el ejercicio de decir: "No soy la vicegobernadora, soy Gisela y vine acá para estas cosas". Volver siempre a ese eje es sano para todos.
—Yendo un poco a la actualidad de la provincia y a la Seguridad que es uno de los ejes centrales de este gobierno provincial, ¿qué piensan hacer para poder enfrentar a las mafias narcos en Rosario?
—En términos legislativos sacamos leyes muy importantes entre la semana pasada y esta semana que marcan y cambian el paradigma en materia de Seguridad. Hay medidas dentro de los sistemas penitenciarios que van a ser más estrictas y vamos a controlar más todo. El volver a repensar que la policía esté en la calle y no esté dentro de la oficina haciendo trabajo administrativo, también es un cambio de paradigma que hoy lo requiere.
Por eso pusimos la ley de emergencia, que es una compra urgente de equipamiento y de móviles. Vamos a trabajar muy de lleno con la Nación y con el Ministerio de Seguridad para dar pelea contra las mafias. Acá hay que poner el cuerpo y creo que vienen peleas difíciles y también viene mucho dolor. Uno tiene la determinación de hacerlo, pero sabemos que estas semanas han pasado cosas que a nadie le gustan, como que baleen a un presidente comunal, que maten a un comerciante de Villa Gobernador Gálvez, que tengamos una amenaza al propio gobernador de la provincia.
Son situaciones que uno no quisiera nunca pasar, pero lo cierto es que también sabemos que estas peleas se tienen que dar. Hay que ser muy estrictos. Ahora hay que trabajar en poder equipar a nuestra fuerza. Por eso vamos a empezar con compras que tienen que ver con equipamiento, arreglar móviles que estaban rotos, y que la gente vuelva a ver a la policía en la calle.
—¿Qué posicionamiento va a tomar el gobierno provincial frente al decreto que envió el presidente Milei al Congreso?
—Obviamente que nosotros siempre respetamos lo que diga el Congreso de la Nación. Sabemos que en ese decreto hay cosas que pueden estar bien y que son cosas que hubiéramos hecho si hubiéramos estado en el Gobierno Nacional. Hay cosas que nos parecen bien y otras cosas que nos preocupan un poco. Frente a esas cosas, obviamente, vamos a tener una posición desde la provincia.
Estamos mirando un poco algunas medidas que tienen que ver con lo económico, que no nos afecten como provincia, porque nosotros vamos a defender mucho a Santa Fe. Si realmente sale esto de retenciones, por ejemplo, para nuestros productores agrícolas, vamos a ser opositores a eso.
—Dentro de esas medidas, ¿cuáles son las que apoyan y cuáles son las que no, las que van a rechazar?
—No tenemos una posición tomada todavía como gobierno. Maximiliano Pullaro expresó algunas cuestiones. Yo puedo hablar por mí. La posición del gobierno la vamos a trabajar con nuestros legisladores. Somos un espacio –Unidos para Cambiar Santa Fe- mucho más grande de lo que es el espacio de Javier Milei. Yo no puedo hablar por el Partido Socialista, que seguramente no está de acuerdo en un montón de cosas, ni puedo hablar por el Partido Radical.
Yo hablo desde el PRO y desde el lugar que a mí me toca ocupar. Creo que algunas cosas de la desregulación de la economía son saludables, en términos de sacarle trabas a quienes producen o trabajan. No me parece bien todo lo que tiene que ver con lo que significa el seguro de tu auto o la RTO, porque son controles que hay que tener. Creo que el hecho de que la gente pueda optar por su obra social, es saludable. En la Argentina es algo positivo.
No veo bien o tengo un poco de miedo respecto a lo que le podría pasar a la gente que paga su prepaga, que se libere la competencia y dispare los precios al punto que la gente tenga que salirse del sistema. Uno tiene que mirar con cuidado algunas decisiones. El sistema en Argentina, en ese entramado de regulaciones en el que vivimos y que todos nos acostumbramos a vivir, a veces es sano liberarlo y desregularlo, pero creo que muchas veces tocás uno y se desacomodan diez.
—Como vicegobernadora le va a tocar comandar la Cámara alta. En 36 años, por primera vez con mayoría radical, pero también con mayoría de hombres. Está solamente Leticia Di Gregorio, en reemplazo de Lisandro Enrico. ¿Sentís que necesitás más pares mujeres para llevar adelante tus propósitos, para sentirte más acompañada?
—No, pero no porque no me gusta trabajar con mujeres, sino porque yo respeto la composición de la Cámara y la Cámara tiene una composición que es la ley que tiene la provincia. La Cámara es uninominal, es decir, el senador se elige por departamento y es uno por departamento. Por lo tanto es muy difícil cumplir con la ley de paridad. Hay candidatas mujeres, hay candidatos hombres, y la gente elige. Sería muy difícil aplicar la paridad de la Cámara alta. ¿Cómo hacemos? Solo le tendríamos que decir que algunos departamentos eligen mujeres y otros eligen hombres.
—¿Te sentís cómoda en este lugar donde va a estar lleno de hombres o te gustaría que haya más cantidad de mujeres para acompañarte?
—Me encanta trabajar con mujeres. Me llevo muy bien con Clara García, por ejemplo, y las dos estamos trabajando muy bien. Pero también debo decirlo, la política es un mundo todavía muy masculino. ¿Tenemos que cambiarlo? Sí tenemos que cambiarlo. La paridad ayuda un montón, pero todavía los círculos de decisión y de discusión en la política son de mayoría masculina. Por lo tanto, si te dijera que estoy incómoda ahí, te diría que no podría realizar mi tarea. Así que no, lo hago con comodidad y estoy acostumbrada y creo que planteo mi posición siempre bien.
Es la primera vez en la historia de la provincia que dos mujeres comandan la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, y dos mujeres están al frente de los concejos deliberantes más importantes que tiene la provincia, que es Rosario, y Santa Fe. Nuestra provincia todavía no tuvo una gobernadora mujer, entonces también tenemos muchas deudas con las mujeres, pero es parte de lo que hay que ir cambiando.
—¿Qué estrategias definieron dentro del Frente Unidos los 15 partidos que lo componen para poder funcionar como un gobierno de coalición?
—Que las reuniones de gabinete sean una vez por mes, con los presidentes de los partidos, que participen del gobierno. Eso me parece que es central. Nosotros tenemos reuniones de gabinete de ministros, tenemos reuniones de gabinete con legisladores, y tenemos reuniones de gabinete con partidos políticos. La idea es que transitemos un gobierno donde todos tengamos información. Y lo otro que es importante es que hay ministros de todos los partidos y hay secretarios de todos los partidos, por lo tanto, es un gobierno realmente de coalición.
—¿De qué manera podrían administrar las hipotéticas diferencias que puedan ocurrir dentro del gabinete?
—Con mucho diálogo. Creo que diferencias siempre va haber. Es muy difícil coincidir los cuatro años todos. Y es muy difícil porque además tenemos distintas posiciones. Algunos partidos estamos en un lado o otros en otro lado. El PRO es el partido probablemente más cercano a Milei. Tiene ministros, como la ministra de Seguridad que es la presidenta de mi partido (Patricia Bullrich). Entonces uno siente que probablemente hay algún tipo de afinidad más cercana que con el Socialismo que está en las antípodas.
Sin embargo, nosotros en la provincia entendemos que el rumbo es sacar Santa Fe adelante. Es interesante lo que hicimos con el gobernador, que es convocar a todos los legisladores nacionales para plantearles cuál es nuestro programa de gobierno. Después, las diferencias que pueda haber hay que resolverlas con diálogo y con escucha.
—¿Cómo se va a trabajar desde Santa Fe para proteger a los ciudadanos?
—Creo que Santa Fe tiene una potencia enorme en términos de generar puestos de trabajo. Eso está asociado obviamente a nuestra industria primaria que es la del campo. Cambia todo el esquema si sacan retenciones o si ponen retenciones. Milei debería cumplir con su primera promesa que era que el campo no tuviera retenciones o se les fueran bajando. Uno puede entender el momento difícil, transitorio, pero me parece que él tiene que ir hacia el camino de cumplir con un sector al que él le dijo “le voy a sacar retenciones que en verdad ayudarían mucho en la provincia”.
Nosotros tenemos una industria muy fuerte. El 46% de la maquinaria agrícola se produce en Santa Fe y ese es el trabajo del interior de nuestra provincia. Ahí hay cuestiones que resolver. Ver si podemos abrirnos al mundo, exportar y competir en el mundo en materia de exportación. Por eso, desde el Ministerio de Producción estamos trabajando en abrir puertas al mundo con algo que se conoce como empresas tractoras. Son empresas que ya exportaron a algún país y que ya tienen abiertas las puertas, que nos ayuden a llevar a otras. Vamos a duplicar o triplicar todo lo que sea productivo si también hacemos inversión. En eso hay que buscar recursos. Sin gas no se va a poder. Para mucha industria no tener gas es una dificultad enorme. Sin rutas también es muy difícil. Por eso un poco el desafío es que la provincia pueda volver a tener recursos para financiar obra pública o ir a buscar recursos afuera.
—Hablabas al principio del paquete de leyes que envió Pullaro a la Legislatura vinculado sobre todo a la inseguridad. No todas las leyes fueron aprobadas todavía. De las que quedan, ¿cuál te parece que es crucial y por qué no fue aprobada todavía?
—No fueron aprobadas porque algunas necesitan que las trabajemos con mucho detenimiento. Por ejemplo, la ley de inteligencia. Sería la primera vez que una provincia tendría ley de inteligencia. Entonces hay que darse el tiempo para trabajarla y para repensarla. Son leyes que requieren de más trabajo legislativo y probablemente de escuchar a instituciones, a las cámaras, a los colegios.
Entonces ahí nos queremos también dar el tiempo de abrir el Senado y la Cámara de Diputados al diálogo con algunas colegiaturas o con algunas instituciones que nos han pedido entrevistas en relación al tema. En estas dos semanas, nosotros lo que sacamos obviamente tiene que ver con emergencia, pero hay otras reformas que lo que hicimos fue avanzar en puntos que ya se habían discutido en la Cámara.
—Hablamos de un paquete de leyes urgentes, pero tenés cuatro años por delante. ¿Cuáles son las normas que te parece que no pueden quedar afuera?
—Muchas. Pero en los cuatro años que tengo por delante voy a poner el foco en la niñez. La situación de niñez en la provincia es muy grave. Hoy el Estado está vulnerando derechos de los chicos. A los chicos se les ponen medidas de exclusión de sus hogares para llevarlos a lugares que el Estado no les puede dar ningún tipo de protección. En la ley de emergencia social hay un capítulo muy específico en relación al tema de niñez en la provincia de Santa Fe. Tenemos que tener un sistema de protecciones de niños, niñas y adolescentes que funcione, y hoy no está funcionando en la provincia y yo creo que ahí tenemos que poner el foco.
Sí hay que reformar leyes en materia de Niñez, si hay que avanzar con procedimientos más rápidos, vamos a trabajar de lleno. Hay que crear en la provincia dos dispositivos importantes, como el de salud mental en la provincia de Santa Fe. Ni los jueces ni el sistema de protección de niñas y niños y adolescentes después pueden trabajar con un dispositivo porque no hay. Entonces hay que crearlo y eso implicará un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud para crear un dispositivo de abordaje en salud mental en la provincia. Y lo otro es el de adicciones. Me parece que ahí tenemos un gran problema que también involucra a nuestros niños, niñas y adolescentes, donde tampoco hay dispositivos ni hay formas de abordarlo.
—¿Por qué no está funcionando adecuadamente el sistema de protección a la niñez?
—Me encantaría que vayan a ver. En los edificios, se caen los techos y los expedientes. Encontramos que se inundan. Los expedientes son carpetas que son niñitos, pero que son carpetas que están apiladas. Los hogares no tienen las condiciones para albergar. Sin embargo el Estado les pagaba igual. Y hogares que te decía que te cobraban por 14 y había ocho nada más. Empleados que no están yendo a trabajar. No funciona el sistema porque tiene deficiencias por todos lados. Y el principal objetivo hoy es que el sistema empiece a funcionar en la provincia. Vamos a tratar de mudarlos de lugar.
Fuente:Aire de Santa Fe
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