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SANTA FE

6 de diciembre de 2022

¿Cómo pasan el verano en las escuelas públicas de Brasil?

Algunos Estados tienen legislaciones para asegurar aires acondicionados en las aulas, otras ciudades hacen inversiones millonarias para asegurar las clases y quienes no tienen políticas públicas se enferman.

En los principales centros urbanos de Brasil existen legislaciones que habilitan u obligan al Poder Ejecutivo a realizar importantes inversiones anuales para climatizar las escuelas públicas. Las medidas se impulsan cada año frente a las problemáticas causadas por las altas temperaturas que afectan el desarrollo de las clases en el país vecino. En los Estados donde no están contempladas estas inversiones, los alumnos se llevan al aula sus propios ventiladores o hasta tienen clase bajo los árboles.

En 2019, por ejemplo, la Asamblea Legislativa de Espírito Santo aprobó una ley (122/2019) que obliga al Poder Ejecutivo a mantener una temperatura adecuada en las aulas de las escuelas públicas estatales. En la normativa, que está publicada en la página oficial del organismo estatal, se establece que la temperatura ambiente dentro de las aulas debe mantenerse entre 20ºC y 23ºC todo el año. Es decir que se obliga a que el Estado invierta tanto en aire acondicionados, ventiladores como en calefacción.

En junio del año pasado la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo aprobó un proyecto de ley (62/2021), que permite al Gobierno del Estado instalar aire acondicionados para refrigeración y calefacción en las aulas de las instituciones de educación pública estadual. Según el texto que está publicado en el portal oficial de esa institución, la elección de los equipos queda a criterio de la Secretaría de Estado de Educación, que debe considerar las particularidades del clima de cada región. Ese mismo año el gobierno estatal anunció una transferencia de 1,2 mil millones de reales para las 5.100 escuelas de la red estatal de educación, según informó el portal Globo, en gran parte para asegurar que todas las escuelas tengan aires acondicionados para fin de 2022. El monto equivale a cerca de 40 mil millones de pesos argentinos

El estado de Tocantins es reconocido como uno de los más calurosos del país, con temperaturas que superan fácilmente los 40º de mayo a octubre. Para 2020, se reclamó que solo el 60 por ciento de las 497 escuelas en la red estatal de educación tiene aire acondicionado. Desde este año se impulsa un proyecto de ley en ese Estado para obligar a instalar aires acondicionados en todas las áreas de las escuelas públicas. Una investigación del medio Jornal do Tocantins demostró que las altas temperaturas pueden retrasar el desarrollo cognitivo y, como resultado, el aprendizaje.

En Tocantins durante el 2018 tuvieron muchos problemas con el servicio de energía eléctrica, que afectó directamente la climatización de las aulas en Palmas y el desarrollo normal de las clases. En esa oportunidad los docentes denunciaron a Globo: "Se ponen súper agitados. Hace un calor terrible, no hay un aprendizaje de calidad, empieza el lío. En un salón abarrotado, no hay posibilidad de salir con un aprendizaje adecuado".

En marzo de este año fue noticia federal la Escuela Municipal Santos Dumont en Japeri, Baixada Fluminense, porque los alumnos empezaron a llevar sus propios ventiladores por la falta de infraestructura con temperaturas de 39 grados. Y, de acuerdo a la cobertura de Globo, hubo problemas porque las autoridades de la institución no querían dejar pasar los electrodomésticos a pesar que había niños enfermos y descompuestos por el calor. Por otro lado, Estudiantes de la Escuela Municipal Juslany de Souza Flores de la ciudad de Boa Vista, denunciaron en abril del 2022 que están forzados a asistir a clases fuera de las aulas debido al intenso calor.

Sin embargo, el problema con la refrigeración no es una de las principales causas de la deserción escolar en Brasil. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la deserción escolar en ese país afecta a 5 millones de estudiantes. Durante la pandemia de Covid-19, estas cifras aumentaron un 5 % entre los estudiantes de primaria y un 10 % entre los estudiantes de secundaria. Para los que aún están matriculados, la dificultad fue el acceso, con 4 millones de estudiantes sin conectividad.

Fuente:Uno Santa Fe

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