El historiador Eduardo Lazzari trazó un paralelismo entre lo que fue el 9 de julio de 1816 y lo que mostró ayer la fecha patria, con un banderazo en todo el país contra el gobierno y dos manifestaciones distintas frente a la Casa Rosada, ante la crisis que reina en la Argentina. En ese sentido, en diálogo con EL LIBERAL advirtió que el país necesita de un gran acuerdo político con ayuda de la Iglesia y el propio papa Francisco. Tajante, sostuvo: "con grieta, no hay futuro".

"Por un lado hay que decir que el 9 de julio de 1816 había un espíritu compartido, donde a pesar de las enormes dificultades, la derrota en la guerra de la independencia, la única revolución que se mantenía en pie y las enormes dificultades económicas, políticas y sociales que había, ese espíritu de época preponderó e hizo que todos los participantes decidieran hacer aquello que había que hacer: no conformarse con el 'no se puede'. Si lo correcto era ir por la libertad y la independencia, se decidió hacer eso", recordó.

"Y hoy, uno lo que puede ver -ahondó- es que hay un espíritu faccioso en todos los actores que hace que no pueda haber un acuerdo nacional, un acuerdo político. Eso lo vi con mucha claridad cuando en los reportajes que se hicieron por la tarde, hay una gente que lo hace por la bandera y que hay otra bandera que lo hace por la plata. Y uno lo que tiene que decir, es que los argentinos somos todos; piqueteros, la izquierda, los que fueron al banderazo, y que es imprescindible un acuerdo político total".

Por ejemplo, dijo que en la "Casa Histórica de la Independencia estuvo el Presidente con un par de gobernadores, no hubo una presencia masiva gubernamental, pero tampoco nadie de la oposición. Y el acuerdo político es con aquellos que no piensan como nosotros".

Fue entonces cuando sentenció: "Con grieta no hay futuro. Un país que ha tenido un futuro glorioso que hizo posible ya desde 1816 constituir el país más grande de habla hispana del mundo, que llegó a ser una de las grandes naciones de la tierra, no solo para los argentinos, sino para todos los habitantes del mundo que quisieran habitar el suelo, no puede tener un futuro si no es inspirándose en esos buenos momentos".

Lazzari indicó que hubo momentos en la historia de la Argentina en que se logró cerrar la grieta con acuerdos fundacionales. "Pese a las enormes divergencias políticas en el tiempo que va de 1810 a 1824 que es cuando termina la guerra de la independencia preponderaron los acuerdos por las divergencias. Como ejemplo San Martín, Belgrano y Pueyrredón iban por la monarquía y los diputados que estaban reunidos en Tucumán y luego en Buenos Aires, decidieron hacer la Argentina", puso de ejemplo.

Y dijo que "el momento más extraordinario es cuando, resuelto como líder federal Urquiza a discutirle el poder a Juan Manuel de Rosas y después de la Batalla de Caseros; Rosas que era un federal apostólico que no creía en la Constitución, vencido por un Urquiza que era un federal dogmático que creía en la Constitución, Urquiza que es quizá el ejemplo a tomar en cuenta en este momento, y sobre todo porque no es un prócer al que se le ha dado el lugar que corresponde, llama a sus enemigos para formar gobierno y sacar la Constitución".

Agregó: "Urquiza hace un gran acuerdo político que permite sacar la constitución y luego organizar el país, con los adversarios, con los enemigos, con los unitarios. Y ahí hablamos de enemigos porque se mataban unos a otros. Y Urquiza convoca como vice a un unitario, es una fórmula de coalición de Urquiza con Salvador María del Carril".

El historiador recalcó que los momentos históricos en los que se lograron esos acuerdos fundacionales, coinciden con los mejores tiempos del país: "Cuando en la Argentina comenzamos a dejar de ver como compatriotas a los partidarios de otras ideas, se fue terminando la patria y eso es muy triste".

Fuente:El Liberal