En este caso se trató del robo del interior de un auto estacionado, por un peatón que mediante un inhibidor de alarma y cierre logró ingresar al vehículo y robar la mochila que en su interior contenía una cifra cercana a los $120.000, además de objetos personales y documentos de trabajo.

El robo ocurrió a las 11.50, en la esquina de Sarmiento y Balcarce, en el corazón de Bº Candioti. El damnificado fue Ricardo Passeggi, quien estaba en el lugar para acompañar a su padre a un turno médico, habiendo dejado su mochila en el automóvil.

En dos videos que fueron facilitados a la víctima y a la policía captados por cámaras de seguridad de un establecimiento de la cuadra se puede ver el accionar del sujeto que ya estaba estacionado en el lugar previo a que Passeggi estacione su vehículo.

Se ve cómo al bajarse de su vehículo (un Honda Fit color gris oscuro) comienza a caminar por la cuadra con la vista en el interior de los autos estacionados, para luego volver hacia su auto para irse. Minutos después, se ve al mismo sujeto aparecer en imagen caminando por calle Sarmiento para esta vez dirigirse directamente hacia el auto Citroën C3 Aircross color rojo estacionado a metros de la esquina, abrir la parte trasera, sacar la mochila e irse.

Accionar del inhibidor

La acción del inhibidor se lleva a cabo para imposibilitar la acción de activación de alarmas y cierres centralizados. Debe estar activo al momento en el que se accione la alarma para dejarla sin efecto. La presencia del sujeto en el lugar a la espera de que alguien abandone su vehículo habla a las claras de la utilización del inhibidor al momento en el que la víctima haya querido accionar su alarma y cierre.

Robo con inhibidor en pleno barrio Candioti.

 

Hecho frecuente

"Había llevado a mi padre que tenía un turno al médico en Balcarce 1717, casi esquina Sarmiento. Primero dejé el auto mal estacionado del lado derecho frente a unas cocheras pidiendo permiso a un vecino, con el auto encendido lo bajé a mi padre para llevarlo al lugar. Luego di la vuelta manzana, estacioné en la cochera de la clínica, controlé luego de bajarme que el auto estaba cerrado en la puerta de atrás y entré. A la mochila la había dejado en el asiento de atrás del auto".

"Ingresé, estuve un rato, volví a salir para correr el auto porque vi que había lugar para estacionarlo, volví a ingresar a la clínica y cuando fui nuevamente al auto a buscar mis anteojos de leer noto que la mochila donde había dejado las cosas no estaba. No me di cuenta si estaba abierto desde antes porque accioné un rato antes la apertura", continuó.

Esquina de Sarmiento y Balcarce en Bº Candioti, lugar del robo con inhibidor de señal.

 

En ese momento, personal de una inmobiliaria aledaña al lugar llamó a la policía para que el damnificado haga luego la denuncia policial. "Allí me comenta toda la gente del barrio que hay un movimiento que en horas del mediodía y a la mañana temprano andan dando vueltas expectantes y con inhibidores de apertura y cierre de vehículos cometen los robos", sostuvo Ricardo Passeggi.

En este caso, al tratarse de una suma que supera los $80.000, la denuncia policial pasó a la fiscalía. Sobre el rol de la aseguradora, la víctima destacó: "El seguro no reconoce nada porque argumentan que el bolso debería estar en el baúl o a resguardo".

Además del dinero, en el interior de la mochila había documentos y papeles de trabajo importantes, además de objetos personales, sellos, tokens con firmas digitales, etc. "Yo soy abogado y en la mochila tenía dinero para hacer depósitos de embargos para hacerlos hoy o mañana. Todo esto tiene costo", afirmó sobre el robo en Candioti.

"Lo que me interesa sobre todo es recuperar las cosas y objetos personales porque realmente me importan. El dinero ya sé que no se recupera", concluyó Passeggi.

Fuente:Uno Santa Fe