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PANDEMIA

19 de abril de 2021

Ventilar los ambientes, la recomendación clave en la segunda ola

Es una medida que debe sumarse a otras, pero que cobró protagonismo durante este año. El enorme riesgo de los espacios cerrados

Suenan los primeros acordes de La Ventanita, la reconocida canción de la banda que lideró hace años Daniel Agostini. Las imágenes muestran a distintas personas aireando ambientes. Esa es la manera que eligió la Municipalidad de Rosario para promocionar en los medios de comunicación una medida que este año cobra gran protagonismo en el marco de la segunda ola de Covid: la ventilación.

También el transporte público debe cumplir aun en otoño-invierno con la medida de circular con ventanas abiertas. Los médicos lo repiten a modo de mantra: usen la ventilación cruzada aunque se siente un poco el frío porque reduce las chances de contagiarse de Covid.

A más de un año de pandemia hay un punto sobre el que nadie duda: el nuevo coronavirus es altamente contagioso y se transmite por el aire.

“Los estudios señalan que se propaga principalmente cuando las personas infectadas tosen, estornudan o tan solo hablan. Durante estas acciones expulsan gotitas respiratorias que contienen partículas de coronavirus en combinación con moco o saliva si están contagiados”, y sean o no sintomáticos, explica Osvaldo Teglia, especializado en clínica médica e infectólogo.

La partícula viral Sars Cov 2 es muy pequeña. “Tiene 0,1 micrómetro y no viaja por sí sola a través del aire, sino que necesita ir atrapada en gotitas respiratorias que la vehiculicen. De acuerdo al tamaño de dichas gotitas existirá distinto riesgo de transmisión entre las personas y de participación del ambiente en dicha transmisibilidad”, señala. Vale destacar que un micrómetro (micrón o micra) es la milésima parte de un milímetro.

Las gotitas respiratorias expelidas fundamentalmente al toser o estornudar “viajan suspendidas en el aire por poco tiempo y por trecho corto. Las de un tamaño de 100 micrómetros o más se depositan sobre las superficies circundantes en cuestión de segundos, mientras que las de 10 micrómetros pueden demorar varios minutos en depositarse en superficies, pudiendo en ambos casos recorrer un máximo de dos metros para luego caer al piso”, añade el especialista. Es por eso que se recomienda que las personas mantengan esa distancia mínima: dos metros.

Sin embargo, comenta Teglia, hay gotitas que pueden llevar partículas pero que son aún más pequeñas, de 5 micrómetros o menores incluso, “que pueden permanecer suspendidas en el aire por mucho más tiempo que las anteriores y no depositarse sobre las superficies durante horas o incluso días”, haciendo factible que el Sars Cov 2 permanezca suspendido en el aire con posibilidades de ser transmitido a distancias mayores que los dos metros.

“Este último mecanismo explica la gran transmisión observada en espacios cerrados que no tienen ventilación o en los que ésta es deficiente”, indica.

Para Teglia, “la mala ventilación prolonga la cantidad de tiempo que los aerosoles permanecen en el aire, especialmente en espacios abarrotados de personas, incluso si los aerosoles provienen de individuos asintomáticos simplemente al hablar”. La adecuada ventilación debe sumarse al correcto uso de los barbijos, la distancia entre personas y el lavado frecuente de manos.

Calidad del aire   

A diferencia de las macrogotas, las microgotas aerosolizadas son “mucho más peligrosas”, ya que “funcionan como un pulverizador o fumigador de partículas, lo que podría explicar el patrón de trasmisión espacial de Covid 19 y justificar la implementación de una serie de medidas para tratar de prevenir los contagios a través de intervenciones en la ventilación”, dice Teglia, quien recomienda visitar la página del Centro de Control de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (www.cdc.gov), que trabajó especialmente este tema.

Según detalla el referente, “la buena ventilación está planteada como una gran ayuda para evitar el contacto con Covid. El aire natural, fresco y limpio del exterior diluye las concentraciones de aire contaminado y se cree que actúa dispersando partículas infecciosas minimizando el riesgo de transmisión”.

A la inversa, explica el infectólogo, “la mala ventilación en espacios cerrados se ha asociado con brotes por una mayor transmisión del virus”. El médico marca que “varias investigaciones de brotes señalaron que la transmisión de Covid puede ser particularmente eficaz en espacios interiores confinados y abarrotados de gente, como lugares de trabajo (oficinas, fábricas), eventos realizados en el interior, restaurantes, fiestas, centros comerciales, dormitorios, clases de baile, cruceros y vehículos”.

También hay indicios de que la transmisión “puede estar vinculada a actividades específicas, como cantar, que pueden caracterizarse por una mayor producción de gotitas respiratorias”.

Sin dudas, “cuanto más baja sea la concentración del virus en el aire, menores serán las probabilidades de que las partículas virales entren en contacto con los ojos, nariz y boca y sean inhaladas finalmente hacia los pulmones”.

Por lo tanto, la recomendación fuerte es aumentar el flujo del aire abriendo puertas y ventanas “y cuando las condiciones climáticas lo permitan, porque tampoco se puede poner en riesgo la salud o la seguridad”, agrega el médico. Una sola ventana abierta “ya puede incorporar aire del exterior”, aunque lo ideal es la ventilación cruzada.

Fuente:La Capital

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