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SALUD

27 de enero de 2021

Cirrosis y daño hepático: causas y efectos de una enfermedad que puede revertirse

La enfermedad no solo se relaciona con el consumo de alcohol. Un estudio hecho en Rosario brinda datos valiosos sobre pacientes con cirrosis hepática . Fue coordinado por Julio Vorobioff y abarcó toda Latinoamérica. La información permitirá mejorar los tratamientos

Un estudio llevado a cabo por profesionales rosarinos sobre el grado de deterioro de la salud de personas con cirrosis fue aceptado para su publicación en la revista Annals of Hepatology. Gracias a este trabajo se pudo comprobar que el tratamiento de las complicaciones en estos pacientes en la Argentina y otros países de Latinoamérica es similar y equiparable al de otros lugares del mundo más desarrollados.

A diferencia de décadas anteriores hoy el acento está puesto en detectar la enfermedad en un periodo más temprano , y no sólo en personas con alcoholismo . Si bien todavía se vincula en forma directa a la cirrosis con el alto consumo de alcohol (tanto a nivel popular como en parte de la comunidad médica) se sabe que las causas pueden ser múltiples, y gracias a que los profesionales están más atentos sobre este punto se pueden ofrecer mayores y mejores posibilidades de abordaje y recuperación.

La investigación que sumó a varios centros de Latinoamérica fue elaborada y dirigida por el Dr. Julio Vorobioff, hepatólogo del Grupo Oroño de Rosario, y la Dra. Lucia Hernández, estadística de la Universidad de Rosario. El soporte institucional correspondió a la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Enfermedades del Higado (ALEH) y a la Federación Argentina de Gastroenterología (FAGE).

La cirrosis es la etapa final de diversas enfermedades hepáticas crónicas. Entre las causas más comunes de estas enfermedades se encuentran el consumo excesivo y prolongado de alcohol (cirrosis alcohólica), la obesidad mórbida y sus alteraciones metabólicas (esteatohepatitis no alcohólica) y la infección crónica por el virus de la hepatitis C (cirrosis de origen viral).

La cirrosis es la causa de muerte número 12en los Estados Unidos, y la quinta si se considera la población masculina urbana entre los 40 y los 50 años de edad.

Qué mostró la investigación

Vorobioff dijo a La Capital que, actualmente, "la esencia del trabajo del hepatólogo es la pesquisa y el diagnóstico de la enfermedad hepática crónica temprana , cualquiera sea su causa, porque cuando se la aborda a tiempo no sólo puede detenerse su evolución sino que, en ciertos casos, incluso puede generarse una regresión de la misma ".

"Años atrás, creíamos que la cirrosis tenía un curso inexorable, un muy mal pronóstico siempre, pero ahora sabemos que adelantándonos y tomando las decisiones correctas hay un nuevo terreno que incluye la posibilidad de frenar y/o revertir el cuadro".

Vorobioff, que tiene una larga trayectoria en el campo de la hepatología, dijo que al analizar los datos que arrojó el trabajo, "nos sorprendió gratamente porque hay una homogeneidad de criterios en cuanto a diagnóstico y tratamiento y esto es porque los centros de toda Latinoamérica siguen las pautas de consenso para su diagnóstico y tratamiento . Además este estudio también nos permitirá mejorar porque ahora contamos con datos confiables de la situación de pacientes con cirrosis que requieren internación", explicó el médico.

El hepatólogo señaló que se trata de una enfermedad compleja que en los casos avanzados provoca frecuentes descompensaciones, "comprometiendo la sobrevida de la persona, modificando su calidad de vida e influyendo significativamente en su ámbito familiar y laboral. No menos trascendentes son los costos que esto genera en el sistema de salud".

Las complicaciones habituales de la cirrosis son: el síndrome ascítico edematoso (retención de líquido en en abdomen y en los miembros inferiores) y el sangrado por varices esofágicas.

Por eso es sumamente importante que "los centros médicos en los cuales estos pacientes son admitidos cuenten con recursos humanos y técnicos adecuados, y eso implica la necesidad de un grado de capacitación profesional y disponibilidad de infraestructura sólo accesibles en centros de alta complejidad o de referencia”.

Encuesta necesaria

Vorobioff destacó que el trabajo tuvo dos objetivos principales: analizar a través de una encuesta las características de los pacientes cirróticos que permanecían internados en diversos hospitales de Latinoamérica (se tomó una jornada particular de 2018) y en ese contexto, evaluar la disponibilidad de recursos para tratar dichas descompensaciones.

El día de la encuesta había 373 pacientes cirróticos internados en 65 instituciones correspondientes a 13 países de centro y sudamérica con un predominio de hombres (62%) y con una edad promedio de 58 años.

"Se trata del primer estudio de este tipo, lo que nos genera mucho orgullo. Nos mostró que hay una cifra importante de pacientes hospitalizados con enfermedad cirrótica descompensada", agregó Vorobioff.

Pudimos confirmar en base a los resultados que los pacientes con cirrosis que se descompensan "son de alto riesgo" y que para su correcta atención "deben ser derivados a centros que tengan la complejidad adecuada y que puedan abordar el tema tal como se procede en otras situaciones severas, tales como las urgencias cardiovasculares o neurológicas".

"Es necesario también quitarle el estigma a la enfermedad, que aún persiste, aunque los pacientes se animan a hablar, no es como antes. Es necesario reconocer que no sólo el alcoholismo es la causa de cirrosis hepatica. Hoy hay un enorme manejo y conocimiento de causas y consecuencias de la patología. Podemos y debemos ubicarla en etapas tempranas", remarcó el especialista.

Fuente:La Capital

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