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AGRICULTURA

17 de noviembre de 2020

Todo no se puede: la campaña agrícola tendría menos volumen pero buenos precios

Un informe especial de la Bolsa de Comercio de Santa Fe anticipa el escenario en el campo y en los mercados. Persiste la fuerte amenaza climática, que ya se cobró 720.000 toneladas de trigo en el centro norte. Pero hay fundamentos para creer que los buenos valores de los granos se mantendrán.

Un análisis del Centro de Estudio y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe concluyó hoy que la campaña agrícola 2020/21 presenta panoramas opuestos para los aspectos productivos y comerciales. En el primero, las perspectivas al momento no son alentadoras, con el cultivo de trigo ya en las últimas etapas y afectado por la falta de agua, mientras que el resto de los cultivos se encuentran en proceso de siembra, la cual está demorada por el mismo problema. Sin embargo, los cultivos de mayor volumen, como maíz y soja, todavía tienen mucho recorrido por delante, con lo cual las perspectivas aún no son tan malas, a la espera de una mejora climática. 

 

Por otro lado, en materia comercial la situación es mucho más optimista: hoy se observan precios que no se daban hace mucho tiempo y con fundamentos que todavía están muy firmes, lo cual nos permite esperar que se mantengan a estos niveles. “La pregunta que restará por responder es cuán grave será la afectación de la falta de lluvias a los cultivos, y si esta se podrá compensar, en términos económicos, mediante las mejoras en los precios”, planteó el trabajo. 

 

Sobre la situación del trigo en el centro norte provincial, se explicó que el deterioro del cultivo, por supuesto, se verá reflejado en una merma productiva respecto a la campaña pasada y respecto al potencial de la zona. En este sentido, se estima que en el centro-norte santafesino el rendimiento promedio se ubicará entre 13 y 14 quintales por hectárea menos que la última campaña, en la cual se lograron 34,3 qq/ha. Ello significa una caída en la producción de 720.000 toneladas, aproximadamente. 

 

 

La contrapartida a la finalización anticipada de muchos lotes de trigo en malas condiciones, es que puede provocar un aumento de área de la oleaginosa. “Esta situación ya se está observando en el centro-norte de la provincia, con lo cual podría esperarse que suceda en otras partes del país. Sin embargo, la realidad actual indica que el comienzo de la siembra es el más lento de los últimos 5 años, por lo que se deberá estar atento”.

 

 

Si bien el inicio de la campaña agrícola no fue muy esperanzador, se puede esperar una mejora en los cultivos de verano si las lluvias se recomponen. “Si bien los pronósticos climáticos para el resto de la campaña no son alentadores, es posible que tanto la zona núcleo agrícola nacional como la provincia de Santa Fe (y puntualmente el centro-norte), no se vean tan gravemente afectados”.

 

Según los precios de pizarra del Mercado de Rosario, las cotizaciones diarias superaron los u$ s/tn 300 por primera vez luego de 2018 y el precio promedio para la soja en octubre fue de u$ s 313,6 por tonelada, el más elevado desde mayo de 2014. En el caso del maíz, las cotizaciones alcanzaron los mayores niveles desde junio de 2016, con un promedio en octubre de u$ s/tn 182,5. En cuanto al trigo, las cotizaciones diarias alcanzaron un máximo por encima de los 214 dólares, lo que significó un rally alcista del 25,6% respecto al mínimo que había tocado en abril. 

 

 

Lo importante de esta situación es que cuenta con fundamentos sólidos, por lo que podría esperarse precios similares durante toda la campaña, dando buenas perspectivas al sector, siempre y cuando el clima acompañe. En cuanto a la soja y maíz, la suba proviene de una fuerte y sostenida demanda China por grano norteamericano, con su consecuente caída en los stocks estadounidenses, a lo que se le suma el fantasma de la falta de agua en Sudamérica. 

 

 

Esto último genera presiones en el mercado de la oleaginosa, pero también en el de maíz, dado que un atraso en la campaña de soja brasileña provocaría también un retraso en la siembra de maíz tardío de ese país, el más importante en volumen, lo cual podría llevar a una menor producción final. Esto podría revertirse si las lluvias siguen apareciendo en el país vecino (ya ocurrieron buenas precipitaciones durante la última semana de octubre) y los productores responden a tiempo. Por este motivo es importante que la relación comercial entre Estados Unidos y China siga siendo fluida y que los rebrotes de contagios de COVI-19 no provoquen nuevas restricciones de la actividad en estos países.

Fuente:Campo Litoral

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