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OPINIÓN

23 de octubre de 2020

¿Quién le pone el cascabel al gato, la crisis y la pandemia?

Claves. Perotti admitió que la única medida a tomar es volver a fase uno durante 15 días, pero que eso es imposible. Fernández, el eje SanCor y el kirchnerismo

Según surge de los relevamientos de casos que realiza la Universidad John Hopkins, la Argentina se encuentra entre los países con peor desempeño en el manejo de la pandemia.

   Ese dato, se suma ahora al manejo de la economía —también deficiente—, con lo cual el dilema aquel que se planteaba al inicio de la peste resultó inverosímil. No es la salud o la economía. Es la salud y la economía.

La cuestión involucra centralmente a la provincia de Santa Fe. Rosario ha tenido registros por estos días de padecer el doble de casos que la ciudad de Buenos Aires. Y los contagios se han extendido a todos los departamentos de la provincia. Tal vez sin quererlo, el gobernador Omar Perotti le dio la razón a lo que se viene escribiendo desde hace mucho en esta columna sobre el peligroso decaimiento del poder político a la hora de hacer cumplir normas.

   “Cero movilidad, que nadie salga de su casa por 15 días sería el mejor consejo a dar. Todos somos conscientes que eso no puede darse, menos en estos momentos”, dijo el gobernador. En Rosario sucede todo lo contrario: todos salen de sus casas. Pero no podría ser diferente.

El fondo del bolsillo

Los bolsillos de los rosarinos están en problemas, como las pymes, como todos. Algo pasó en ese intermezzo en que la provincia era bendecida por poquísimos caos y esta realidad de más de dos mil positivos diarios.

   Sea como fuere, ya es tarde (Perotti dixit) para tomar medidas que eviten la escalada. Y, encima, a la vuelta de la esquina esperan las elecciones. El 2021 es una año electoral, en el que el peronismo querrá imponer el peso específico de tener a un presidente peronista y a los gobernadores de las provincias más grandes también de ese signo.

   ¿Pero, entonces, si hay pandemia y economía en problemas, quién le pone el cascabel al gato? Es una pregunta aún sin respuesta, que debería hacérsela también la oposición.

   En las últimas horas, sin que trascienda demasiado en los espacios políticos mediáticos, el presidente logró acercar a su redil al saltarín gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. El mandatario cordobés fue una de las piezas clave para desarmar el armado opositor del peronismo federal, sin el cual no había “Alberto Fernández, presidente”. Aunque Schiaretti quería que Macri siguiese siendo presidente.

El SanCor de Fernández

Fernández quiere para sí el final de los cuchicheos entre Perotti y Schiaretti, vinculados por la mano, a veces invisible, otras no, de Guillermo Seita, operador todoterreno que le proveyó insumos materiales y humanos al hierático hoy gobernador rafaelino. Si el presidente logra que Schiaretti pase del amarillo al celeste, tendrá bajo su ala el apetecible esquema SanCor (Santa fe, más Córdoba).

   Siempre se pensó que el presidente le daría en algún momento pelea por la autonomía a Cristina con el paraguas de los gobernadores. Pero eso lo puede hacer Schiaretti, no Perotti. Por estas horas, el kirchnerismo empieza a reunirse en tertulias no públicas para avanzar sobre las listas en Santa Fe. ¿A esas listas las harán Perotti, Cristina o Fernández? ¿Y los senadores peronistas, nucleados en el NES, que pito tocarán?

   Antes de esas definiciones habrá otras, de la acción diaria e institucional. ¿Qué hará el peronismo con la ley de reforma policial que plantea el hombre fuerte del gobierno santafesino? Saín cree que puede convencer a los progresistas de las bondades de su plexo normativo, pero, ayer su antecesor Máximo Pullaro fue el primero en hacer algunas críticas.

   La inseguridad en Santa Fe tiene niveles de complejidad preocupantes. Una reciente encuesta la mantiene al tope de la preocupación de los rosarinos, muy por encima de la pandemia. Esto quiere decir que se debe trabajar en el aquí y ahora. A la salida de la pandemia (si es que alguna vez se sale de este laberinto), los que gobiernan tendrán que vérselas exclusivamente con los problemas mundanos.

El colectivo amarillo

En la oposición llegó el momento en que todos quieren ser parte de un colectivo que todavía no sale a las rutas. El conductor designado es Horacio Rodríguez Larreta. Aprovechando que Macri bendijo a Federico Angelini como el líder en la provincia, José Corral y Roy López Molina mantuvieron una videoconferencia con el jefe de Gobierno porteño. “Es con todos, y todos por adentro”, fueron, palabras más, palabras menos, las indicaciones de Larreta.

   Al PRO nacional nunca le importó la realidad del PRO rosarino. De haber sido diferente, las chances de Juntos por el Cambio hubieran sido otras. En 2017, López Molina ganó las elecciones de forma contundente y parecía haberse convertido en el futuro intendente. Pero Macri no le acertaba ni con el apellido.

   Hoy, el dueto piensa en Corral como candidato a senador y López Molina como postulante a diputado nacional.

   Pero en materia de jugarretas electorales y armados políticos de superficie, no siempre es hoy, a diferencia del título del mejor disco solista de Gustavo Cerati.

Fuente:La Capital

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