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PANDEMIA

30 de junio de 2020

El costo de la vacuna del Covid-19, en la mira de los expertos

La ONG Médicos sin Fronteras y el inmunólogo rosarino e investigador del Conicet y la UNR Oscar Bottasso critican la posibilidad de "las ganancias desmedidas".

Lunes 29 de Junio de 2020

La carrera por la vacuna contra el Covid-19 se juega dentro y fuera de los laboratorios y marca como "llegada" al verano del hemisferio sur, a fin de 2020.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostienen que hay varias decenas de proyectos en desarrollo y la agencia The Associated Press (AP) asegura que ya empezaron los ensayos necesarios en el ser humano en los cinco continentes: Estados Unidos, Brasil, Emiratos Arabes, Sudáfrica y Singapur (de acuerdo al trabajo que se realiza en un laboratorio de San Diego, Estados Unidos, y que publicó La Capital) son algunos de los lugares de prueba.

Pero ya se juega otra carrera fuera de los laboratorios: el del mercado internacional. Cómo se fabricarán, distribuirán y cuánto costarán las vacunas que se necesitan para enfrentar democráticamente a la pandemia en todo el mundo es lo que queda por resolver.

Previendo este momento de puja de intereses y miles de millones de dólares, entró a jugar con los botines de punta la ONG médico humanitaria en poblaciones víctimas de desastres naturales o humanos, conflictos armados y catástrofes naturales: Médicos Sin Fronteras (MSF), premio nobel 1999, que sentó posición en un documento titulado "La futura vacuna contra el Covid-19 debe venderse al costo". Una postura compartida por el inmunólogo rosarino e investigador del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Oscar Bottasso.

La Capital dialogó con la directora general de MSF para América del Sur de habla hispana, Josefina Martorell y Bottasso quienes sin ponerse de acuerdo coinciden en que las vacunas deben llegar a todo el planeta en búsqueda de enfrentar la pandemia y dejar de lado los negocios.

Dosis al costo

"Médicos Sin Fronteras llama a la Alianza de Vacunas "Gavi" a revisar su mecanismo para establecer un acceso global y equitativo a la futura vacuna contra el Covid-19. Una pandemia no debe ser el momento de obtener beneficios: se debe anteponer salvar vidas a cualquier ganancia o especulación. Las vacunas nunca deberían ser un lujo", se lee en el documento elaborado este mes, en Europa y compartido en todo el planeta.

La alianza Gavi se creó en 2000 como respuesta a las dificultades de muchos países para acceder a vacunas debido a sus altos precios. La conforman la OMS, Unicef o el Banco Mundial, empresas farmacéuticas, sociedad civil y fundaciones filantrópicas como la Fundación Bill and Melinda Gates (miembro fundador). Pero para MSF, la alianza desarrolló un fondo "a puertas cerradas y sin participación de la sociedad civil" para pagar a las empresas farmacéuticas por adelantado (Covax).

A todos ellos fue dirigida la voz de la organiación sin fines de lucro con sede en Ginebra, Médicos sin Frontera, que solo en esta región está integrado por 200 personas, entre personal sanitario con más de dos años de experiencia profesional, de ambos sexos y entre 25 y 80 años (enfermeros, psicólogos y médicos) que se instalan donde se los necesite: en provincias de Argentina donde haya problemas de alimentación o de inundaciones; en Colombia, Honduras , Brasil, Africa o Afganistán, donde la malaria, la tuberculosis, el dengue, la desnutrición o malnutrición, los abortos no seguros y ahora el covid-19, dejan huellas perennes y hasta trágicas.

Sistema perverso

"El contexto de una pandemia -continúa el documento- no es el momento para que las corporaciones farmacéuticas generen ganancias. Hoy, más que nunca, Médicos Sin Fronteras (MSF) llama a crear un sistema justo que distribuya la futura vacuna contra el Covid-19 basado en un criterio de salud pública para todos los Estados".

Para Martorell el sistema de salud puede llegar a ser muy "perverso" y hay datos previos al Covid-19 que ella pone sobre la mesa.

"En algunas enfermedades hay tratamientos, drogas y medicamentos a precios desmedidos e innaccesibles en el mercado para el grueso de la población. Por ejemplo, en algunas enfermedades autoinmunes o ciertas terapias anti-tumorales o con la hepatitis C. En Egipto un tratamiento sale aproximadamente 100 dólares y en Estados Unidos 80 mil, casi como un trasplante. ¿Por qué? Porque en Egipto se usan genéricos. Con el coronavirus paran cosas similares. Hay países más vulnerables con situaciones alarmantes, que no tienen tests disponibles y su situación es incierta".

Para Médicos sin Fronteras, la alianza Gavi ya tuvo una acción poco equitativa en una vacuna contra la neumonía y está siendo algo laxa en su actual intervención.

"Se encuentra discutiendo la implementación del Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 o Covax, pero no está adhiriendo a la promesa original que establecía un acceso global y equitativo a las dosis. En una primera instancia Gavi aseguró que se pediría a las corporaciones farmacéuticas que fueran transparentes con respecto de los costos de producción de una futura vacuna contra el Covid-19. Sin embargo, se incluyeron muy pocos requisitos que las obliguen a ser transparentes".

Martorell explica a este diario que Gavi introdujo un sistema de acceso a futuras vacunas contra el Covid-19 que separa a los países en dos grupos: ricos que pueden adquirir las vacunas por sí solos y, por otro lado, los países que dependen de la asistencia de donantes para hacerse con las vacunas.

Entonce el documento hace eje en esa dicotomía: "Resulta inquietante que Gavi solo requiera a los países financiados a través de donantes que cumplan con el marco de asignación equitativa global desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que garantiza que las poblaciones más vulnerables tengan prioridad. Sin embargo, los países autofinanciados no están obligados a adherirse y podrían usar las dosis asignadas como lo consideren conveniente. Esta propuesta de sistema de dos niveles está lejos de ser la solución global equitativa que el mundo necesita".

Por todo esto la ONG pide a Gavi que exijan a las corporaciones farmacéuticas que vendan cualquier futura vacuna contra el Covid-19 "a precio de costo y que abran sus libros de cuentas para hacer público el importe del desarrollo y producción de estas vacunas" ya que "varias evaluaciones independientes concluyeron que, en el anterior Compromiso de Mercado Avanzado que Gavi estableció contra la neumonía, se pagó demasiado por la vacuna.

"Necesitamos un negociador firme que garantice compromisos y defienda a los países que no están en condiciones de respaldar financieramente el desarrollo de una vacuna", cierra el documento.

Coincidencia plena

Médico en los hospitales Carrasco, Provincial y Centenario, asesor de la OMS en chagas, en 1992 e investigador, Bottasso le dijo a este diario que coincide "plenamente" con el planteo de MSF.

"Si a lo largo de la historia hemos visto que tantos investigadores 'donaron a la humanidad', por así decirlo, la vacuna que habían desarrollado no podemos pensarlo de otro modo. Nadie genera todo el conocimiento que trae acarreado este tipo de desarrollo. Más bien se trata de una empresa que se nutre de los avances efectuados por la comunidad científica mundial. Ante una emergencia como el Covid-19 no se puede más que pensar mundial y comunitariamente", sostiene el médico de 67 años, especializado en inmunología, quien pregunta como ironía que hubiera pasado si Jenner no hubiera compartido sus conocimientos con la vacuna de viruela o Pasteur, con la de la rabia.

Enterado del comunicado de MSF, Bottasso, recordó haberse reunido con este organismo en Ginebra y en Bolivia. "Es una organización muy bien intencionada, atiende cosas a las que pocos les prestan atención en el tercer mundo y tienen una postura ética incuestionable. Lo que se cuestiona es que en estos últimos tiempos hayamos visto incluso laboratorios que escasamente incursionaron en el terreno de la vacunología pero el covid-19 los ha llevado a sumarse en este campeonato por la vacuna".

Uno de estos laboratorios que no se aboca específicamente a las vacunas es Johnson & Johnson, que en medio de la carrera anunció que el mes próximo probaría en personas su dosis, a pesar de que tenía previsto hacerlo en septiembre.

El investigador explica y serena ante la ansiedad de propios y extraños por una vacuna. Habla de que todas las pruebas deben pasar por una fase 1 (de inocuidad) y 2 (donde se inocula el antígeno que genera anticuerpos que neutralizan al virus) y una fase 3, que sería en la que ya están varios laboratorios, donde se aplica la dosis a personas, expuestas y no al virus. "Esto mismo se hizo en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires con la vacuna de la fiebre hemorrágica. Si se pasaron las fases 1 y 2 podría acelerarse la 3, pero todo lleva tiempo. Hay muchos grupos trabajando y ninguno es improvisado, posiblemente podamos tener antes de Navidad algún resultado", sostiene Bottasso.

Ante la posibilidad de que el virus mute y complique la salida de la vacuna, también puso paños fríos. "Este es un virus de menos mutabilidad que otros como el sida: ese es el que más dolores de cabeza di por su alta tasa de replicación, por eso hay antivirales pero es difícil encontrar la vacuna", dijo.

Antivacunas

La revista médica New England Journal dio cuenta recientemente de una encuesta donde sólo el 49% de los norteamericanos planea vacunarse. También el texto se explayó sobre las organizaciones que fijan posiciones en contra de una estrategia de inmunización a futuro para el Covid-19, porque no se prevén barreras financieras ni sanitarias ni logísticas ni compensación a los trabajadores expuestos.

Bottasso opina que en consonancia con lo que sucede con otras vacunas hay críticas publicadas en las revistas científicas que deberían tener en cuenta incluso la OMS como órgano regente de salud para "garantizar la accesibilidad de las eventuales vacunas. Y ante los movimientos "antivacunas" fue taxativo.

"En el curso de ética doy clases sobre la postura antivacunas y allí aclaro que el británico Andrew Wakefield quien propició este movimiento con teorías conspirativas y falseando datos de investigación que ligaban cuadros intestinales y psiquiátricos en niños, ligados a una vacuna, fue expulsado del colegio de médicos del Reino Unido", dijo Bottasso antes de agregar que ese hombre además fue desmatriculado por hacer un negocio con esas teorías.

"Una cosas es criticar los negocios desmedidos, los precios que fija el mercado farmacéutico y hasta el espionaje que existe entre laboratorios, pero otra cosa es decir que vacunar a la población no es bueno cuando hay sobradas muestras científicas que dan cuenta que las vacunas son patrimonio público y de necesidad planetaria", concluye Bottasso.

 

 

fuente: la capital

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