Las dos fueron publicadas este mes, con esos titulares y apenas con cuatro días de diferencia entre sí, en La Capital. Ninguna lo nombra pero entre ambas se visibiliza a una personalidad que se convierte en un verdadero un hilo conductor de la política y la economía desde la Dictadura hasta nuestros días: Juan Carlos Mercier.

Ligado al básquet del Club Rivadavia Juniors de Santa Fe donde se lo conocía ya como "Juanchi", el contador Mercier, de 79 años, fue funcionario provincial de la última dictadura cívico-militar-eclesial, participó de la administración del recientemente fallecido Carlos Reutemann, fue investigado por varias irregularidades que se cometieron durante sus gestiones en la función pública, y años después se convirtió en el principal asesor del ex Midachi, a quien ahora tientan para volver a la escena, pero política.

El dato no es menor porque no se trata solo del personaje que acompañó a quienes se calzaron los borceguíes para dar marcha a una época de terror en el país, estuvo codo a codo con quien manejó autos de Fórmula 1 o se acercó a quien se travestía de mujer para representar a "La Tota".

Se trata de quien encaró políticas y economías coherentes, con particularidades en cada momento de la historia, pero basadas en ajustes a los trabajadores, privatizaciones y pactos fiscales, como bien retrata el periodista de Economía Alvaro Torriglia en su columna de este diario.

Pero volvamos a Mercier, el hombre de todos los tiempos, y repasemos el pasado para intentar entender el presente.

Mercier tuvo amplio recorrido en la administración pública santafesina. La inició en 1966, cuando el dictador Juan Carlos Onganía ocupaba la Casa Rosada tras derrocar al radical Arturo Illia.

Durante cinco años estuvo al frente de la Dirección Provincial de Vialidad y representó a Santa Fe ante el Consejo Federal de Impuestos. En 1973 se hizo cargo de la Dirección Provincial de Rentas y se mantuvo en ese cargo hasta 1979, cuando gobernaba el país Jorge Rafael Videla y Santa Fe se encontraba bajo el mando del II Cuerpo de Ejército.

En el tramo final de la dictadura, Mercier asumió la vicepresidencia del Banco Provincial de Santa Fe y al año siguiente ocupó la titularidad del Ministerio de Economía hasta diciembre de 1983.

Los primeros años democráticos lo encontraron ocupado en negocios de la actividad privada, hasta que le chifló Reutemann para que lo acompañara en la gobernación en 1991. Estuvo al frente de la privatización de Dipos, la ex empresa de aguas sanitarias, que fue transferida a la firma Aguas Provinciales en un contrato que derivó en un amplio plan de retiro voluntario para los trabajadores.

En el primer gobierno del ex piloto, Mercier preparó la venta del Banco Provincial de Santa Fe, que se concretó en 1996, en la gestión de Jorge Obeid y pasó a llamarse Banco de Santa Fe.

Por esa venta, la provincia recibió 56 millones de dólares y se endeudó por 14 años, en el marco de una operación que contó con el acuerdo del entonces presidente Carlos Menem y su ministro de Economía, Domingo Cavallo.

El director del banco era el actual gobernador Omar Perotti, quien entre 1995 y 1999 ocupó las carteras de Agricultura, Ganadería y Comercio de la provincia de Santa Fe.

Tras el fin de la primera gestión de Reutemann, Mercier ocupó una banca como diputado provincial, y retornó al ministerio de Hacienda. Encaró un fuerte ajuste que se caracterizó por la aplicación a rajatabla del descuento del 13 por ciento para jubilados y empleados públicos.

Dos años después se produjo la inundación que afectó a la capital provincial y la oposición lo acusó de no haber destinado los fondos para la construcción de las defensas que podrían haber parado la crecida del Río Salado.

“Fue la naturaleza. Lo que llovió en la cuenca del Salado esos cuatro días. Era una cosa inexplicable de un río playo que provocó semejante tragedia. Quizás hubo negligencia, pero para eso está la Justicia”, argumentó en su momento Del Sel, candidato de Mauricio Macri en Santa Fe.

En 2003, cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner, Mercier ganó las elecciones que lo habilitaron a ocupar una banca en el Senado provincial por el departamento La Capital, donde cumplió dos períodos.

En 2011, se presentó como precandidato en las Paso del justicialismo santafesino, terminó último. Y cuando parecía que su carrera política llegaba al fin el PRO le tiró un salvavidas desde la Fundación Pensar, usina de ideas del macrismo.

"Yo le tengo mucho cariño y respeto. A donde voy, a Mercier lo recuerdan con mucho cariño. Me acercó mucha gente importante", dijo en una noticia de 2015 Del Sel y en otra fue por más.

"Es la persona que más sabe sobre el sector público y cuando fue ministro de Hacienda no emitió cuasimonedas. Por eso lo quiero al lado mío”, lo había defendido el humorista de 64 años. El mismo que hace un mes también dijo "no" a la oferta de Rodríguez Larreta en Capital Federal, pero se comprometió a "trabajar por la unidad del partido en la provincia". Una puerta que sigue abierta, aunque es lo de menos, siempre habrá alguien.

Mercier-Lole-Del Sel son parte de la misma línea.

El hombre que acaba de despedir quebrado en llanto a "Lole" como un amigo" que le dio "una gran oportunidad" que él "retribuyó con la misma responsabilidad y confianza" que le había brindado: Mercier, hilo conductor de las mismas políticas y economías durante 55 años. La noticia 3 de estas políticas y economías está por escribirse.

Fuente:La Capital