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29 de junio de 2020

Palavecino: "No he podido estudiar pero he aprendido a vivir"

La figura del folclore presenta el 4 de julio su primer show virtual. Habla de su infancia difícil y la pasión por evolucionar.

No se imaginó que después de más de 30 años de trayectoria tendría que hacer un show en streaming en plena pandemia. Instalado en su finca en el medio del monte salteño, con 24 grados de temperatura, Oscar Esperanza "Chaqueño" Palavecino vive sus días a pleno ensayo, preparando el concierto virtual que dará el 4 de julio y, además, terminando de grabar su próximo material discográfico "Soy y Seré Vol. 2".

"Fui pobre, vengo de abajo, luché como he podido y tuve la ayuda de Dios, o ya tenía el destino marcado que tenía que salir de ese lugar", relata esta figura del folclore nacional en una entrevista exclusiva con Escenario, haciendo referencia a sus orígenes humildes, cuando estudiaba por la mañana y por la tarde trabajaba de cartonero.

Desde sus veintipico, el Chaqueño comenzó a desarrollar su carrera profesional, lanzó decenas de discos y conquistó los escenarios de los festivales más populares de la Argentina.

Hoy, a raíz de la pandemia y la cuarentena en varias zonas del país, el cantante tuvo que postergar su gira y dará un show vía streaming, transmitido en vivo desde su casa, con banda completa y bailarines, (en la provincia de Salta esto se puede realizar). Las entradas para el concierto podrán adquirirse a través del portal Ticket Hoy (www.tickethoy.com).

En pocos días, el Chaqueño también presentará el TriChaco por streaming, el festival solidario que organiza desde hace 17 años.

Antes de la presentación, el ídolo del folclore, dialogó con Escenario sobre su dura infancia, la situación del país y no descartó ponerse una fábrica de barbijos con su nombre: "Ya los estoy preparando", bromeó.

—Vas a presentar tu primer show en streaming este 4 de julio que denominaste "Se viene la primera. Desde mi Salta querida", ¿la tenés clara con la tecnología o tuviste que aprender cosas para tu primer concierto virtual?

—Voy a hacer de cuenta que es una actuación para televisión, sin público y con técnicos. No creo que sea tan difícil. Voy a extrañar los aplausos, son todo para un artista. Uno conquista al público por los aplausos. El show será con músicos y bailarines.

—Al menos en este nuevo formato, el público puede comentar...

—Sí, pero como voy a estar cantando no lo voy a poder ver, así que los leeré cuando termine el show.

—¿Cómo viviste la cuarentena y ahora el aislamiento?

—Me dediqué a podar las plantas, hice carpintería, cuidé a los animales. Además, me metí en el estudio a grabar. Tengo mucho trabajo. Tenemos el permiso para ensayar y hacer este concierto. Me cuido mucho. Vivo cómodo, en una casa grande, gracias a Dios. Es un terreno de casi 4 hectáreas, que tiene un estudio, una cancha, un comedor. Cortás el pasto de un lado y crece del otro, así que siempre tengo algo para hacer. Me convenía pasar la cuarentena en un departamento porque no hubiera laburado tanto (risas).

EM_DASH¿No te tirás a ver maratones de series?

—No, no tengo tiempo para eso. Veo televisión a la noche, pero sólo partidos de fútbol o peleas de boxeo. También juego mucho al fútbol. Extraño viajar, sobre todo a los pagos de Rosario, donde tengo tantos amigos...

—Estás presentando "Soy y Seré" Vol. 2. ¿Qué nos podés adelantar de tu próximo álbum?

—Ya saqué tres temas. Es un disco que tiene de todo, hablo mucho de mi región. Hay canciones de autores que me gustan mucho.

—En "Recordándote papá", decís "Tal vez yo soy ese niño, en el recuerdo lo vuelvo a ver, y un día nos encontramos, los que soñamos con un después". ¿Qué hay en vos de ese niño, que vivió una infancia humilde, que iba a clases y por la tarde trabajaba de cartonero? Ahora hay chicos que alcanzan el éxito y la fama internacional a través de las redes sociales. Lo tuyo requirió otros tiempos y otras formas donde primó el trabajo duro y eso tiene otro gustito, ¿no?

—Claro. Siempre recuerdo mi infancia y mi adolescencia. Fue una época de mucho esfuerzo. Nací en una zona inhóspita, de monte, con un 20 por ciento de criollos. Antes, pertenecíamos a Formosa y después pasamos a Salta. No nos preocupábamos por un juguete, sino por tener yerba y azúcar. Acá el clima es caluroso y el 80 por ciento son nativos. La necesidad de la gente era mucha, y como dice el dicho, "a veces el agua bendita es poca y los diablos son muchos". Alicia Kirchner, cuando era ministra de Desarrollo Social, nos dio una mano grande. Así que con mi fundación, hablé con Alicia y vinieron a la zona para ayudar. Conseguí algunos enemigos por hacer el bien. No hice nada por una cuestión política. Dejé de grabar para hacer cosas por la comunidad. Como vengo de esa zona, entiendo a los maestros, les costaba mucho llegar a las escuelas, cosa que ya no sucede gracias al gobierno nacional, provincial y municipal. Jorge Rojas también se sumó en esta lucha y después de muchos años, se logró que se haga una ruta provincial. Cuando era chico, tardaba 15 horas en salir en época de lluvia, ahora con la ruta, se tardan 2 horas. No había médicos. Ahora hay médicos, hospitales, centros de salud. Antes, mi madre sufría y no tenía a dónde llevarla. Hoy, todo es cerca. La bicicleta y el caballo pasaron de moda. Ahora todos andan en moto y camioneta. Hicimos todo esto posible con mucha gente, le dimos una mano a los políticos que estaban de turno.

  —Hubo muchos avances...

   —Hoy tenemos luz, el agua tiene 0,002 miligramos de arsénico, que no es nada, porque se aprueba con 0,007. Hay una escuela moderna, galpones, muchos avances...

   —¿Cómo evaluás el desempeño del Gobierno en estos seis meses de gestión, en este marco de crisis por la pandemia?

    —En esta crisis no se puede saber nada. Estamos en un momento totalmente difícil. Nosotros, hablo por mis colegas y yo, tenemos egresos y no ingresos. Hay muchos músicos que vivían al día y que hoy no pueden trabajar. He sacado dinero de mis ahorros para pagar a los músicos. El ómnibus de las giras está tirado. El Chaqueño Palavecino es sólo el nombre, pero somos más de 25 personas. Esta crisis nos pegó con todo. No estoy llorando, sólo hablo de mi realidad, pero sé que hay situaciones peores. Ni siquiera pude terminar mi gira de verano. En el caso de Rosario, por suerte, los locales pueden abrir, pero hay que seguir cuidándonos entre todos. Yo estoy triste. Si hubiese puesto una fábrica de barbijos estaría chocho...

   —Podrías hacer barbijos con tu nombre...

   —Estoy haciendo barbijos para mi banda, no vaya a ser que después me ponga un negocio (risas).

   —¿Qué enseñanza nos dejará esta pandemia?

   —La enseñanza que nos dejará es que no somos nada. Necesitamos un corazón y pulmones sanos, si no tenemos eso, no tenemos nada. Estamos de paso. Si nos enfermamos y no nos atienden porque están los hospitales llenos, nos vamos a morir. Esta realidad nos hace ver que estamos de paso y pensar que nos matamos por cada cosas... Me preocupo y reniego mucho por el tema profesional y llegar a tiempo con todo, pero creo que no hay que darle mucha bola a todo eso. En mi caso, fui pobre, vengo de abajo, luché como he podido y tuve la ayuda de Dios, o ya tenía el destino marcado que tenía que salir de ese lugar. No he podido estudiar pero he aprendido a vivir y llegué a ser un profesional. Conocí la música regional y hoy me siento muy satisfecho.

 

fuente: la capital

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