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POLITICA

2 de marzo de 2020

"El socialismo quiere que el gobierno de Perotti arranque"

Joaquín Blanco nació el 23 de julio de 1980. Licenciado en economía. Diputado provincial y presidente del bloque del Partido Socialista. Ex secretario de coordinación de Políticas Sociales.

Domingo 01 de Marzo de 2020

 

"El socialismo quiere que el gobierno de (Omar) Perotti arranque", dice Joaquín Popi Blanco, titular de la bancada de diputados provinciales del PS. El legislador es una de las espadas principales del ex gobernador Miguel Lifschitz adentro de la estructura partidaria y en el interior del bloque. Blanco se muestra crítico hacia la gestión peronista y pide que Perotti ensaye políticas de consenso a la hora de encarar la gestión.

"Se desaprovecharon tres meses en los cuales uno no le iba a pedir resultados a un gobierno que empieza, pero si un trazado de líneas, un horizonte, una agenda de prioridades", puntualiza el dirigente en una entrevista a fondo con LaCapital.

—El gobernador insiste con un proyecto de emergencia, ahora de necesidad pública, y la oposición insiste con el "no". ¿Por qué el "no"?

—Primero, por la génesis del proyecto. En diciembre hablamos de emergencia, en enero de necesidad pública y ahora estamos hablando de una ley de endeudamiento. Lo que propone el gobernador es, otra vez, un paquetazo legislativo. Desde la oposición le pedimos que separe los temas, que ingrese por Diputados, discutir seguridad con la especificidad que requiere. Nada de esto fue recepcionado. Volvemos a discutir un mega paquete en donde se mezcla el agua y el aceite, con un endeudamiento de más de 600 millones de dólares, cuyo destino está asociado a hacer caja y a gastos corrientes.

—¿Por qué los sorprende el pedido de endeudamiento?

—Porque hay un cambio en la relación entre Ejecutivo y Legislativo. El peronismo siempre se opuso a endeudar a la provincia para bancar gastos corrientes y no obra pública. Ahí hay un cambio en la relación. Es sentido común puro. Mientras Alberto Fernández quiere salir de la asfixia por el endeudamiento, con un país parado, salir a colocar deuda santafesina es temerario.

—¿Y qué quieren ustedes?

—Imponer una agenda, ayudar al gobernador Perotti para que esta gestión pueda arrancar. Le votamos la ley tributaria en seis días, con un fuerte componente de aumentos. Sin embargo le dimos eso, porque consideramos que era una herramienta para arrancar su gestión. O la ley de adhesión al consenso fiscal, que permitirán ingresos para Santa Fe. Le dimos a Perotti herramientas para que su gobierno arranque. Pero sumergió a la política santafesina a discutir una ley. Es una visión palaciega de la política, donde está todo paralizado y supeditado a que esta ley de necesidad salga o no salga. Me imaginaba que la sociedad santafesina iba a estar entusiasmada con un gobierno que arranca, más después de un proceso de 12 años. En vez de una primavera política noto mucha preocupación desde muchos sectores.

 

—Las críticas tan pesadas de Saín a socialistas y radicales por "pactos con el delito" fueron remarcadas antes por Perotti en su discurso ante la Asamblea Legislativa.

—Saín es Perotti. Es su ministro, el que designó en el área central de su campaña electoral. Perotti prometió "paz y orden". Perotti designó a este equipo en el Ministerio de Seguridad. Saín declaró en tres meses lo que jamás se le hubiera ocurrido a un ministro del Frente progresista durante 12 años. No tiene antecedentes el nivel de descalificaciones de Saín, un personaje que busca enemigos donde no los hay.

—Saín fue funcionario de ustedes.

—Aparte de eso, la figura del ministro de Seguridad hay que cuidarla. Es la silla más caliente de la política santafesina. No es positivo que el gobernador lo tenga que ratificar todos los días, a sesenta días de haber asumido.

—¿Cómo califica la gestión de Perotti en un título?

—Como una gestión que no o arrancó y que tiene puesta la cabeza en el pasado, en la forma que comunica y se relaciona con la oposición y la ciudadanía. Tenemos todos que ayudar. El gobernador no debe abandonar la presencia de Santa Fe en Buenos Aires, donde hay un lobby bonaerense y cordobés que gana posiciones. La Casa Rosada no es un lugar ante el que Santa Fe tenga que arrodillarse. Si el gobernador nos convoca a ponernos la camiseta de Santa Fe, el socialismo lo va a acompañar. Hace 10 años Binner fue a la Corte Suprema y lo acompañaron Obeid, Reutemann y el propio Perotti.

—¿Lifschitz, al callarse, no otorga?

— No, en absoluto. Lifschitz es presidente de la Cámara de Diputados, y Perotti tiene que acostumbrarse a la división de poderes. El peronismo gobernó muchos años la provincia entendiendo a la Legislatura como una escribanía. Y eso se terminó. La oposición es seria y responsable, que planteará ante cada propuesta una idea sobre cada uno de los temas. Gente que conoce el Estado desde adentro. Lifschitz es un hombre de Estado que quiere ayudar a que el gobierno arranque.

—¿Cómo está el socialismo ante la nueva realidad de ser oposición?

—El socialismo está en un momento bisagra, en un momento de cambio de época. Tenemos que redefinir nuestro proyecto político-partidario. Está la impronta de Binner, el socialismo que piensa en la apertura, junto al ciudadano. El socialismo cree en la construcción desde el Estado de bienes públicos de calidad. Nuestro legado, tras 12 años, es calidad de bienes públicos: hospitales, escuelas, políticas sociales. El socialismo está repensando un proyecto de futuro para la ciudadanía. Es absolutamente con todos, detrás de un proyecto claro. El que juega a la internita de vuelo bajo está siendo funcional a que la política conservadora se consolide en Santa Fe.

—¿Consideran a Javkin como propio?

—Javkin es una pieza central para el futuro de la provincia. Rescato enormemente el discurso que dio en el Monumento a la Bandera. Ahí vi a un intendente, parado en la realidad, con discurso, tono y sensibilidad muy importantes. El socialismo forma parte de la gestión municipal, del equipo de Pablo, y tenemos muchas ideas y ganas de aportar cosas para el futuro de la ciudad. Hay una sinergia que es muy importante.

—¿Es muy aventurado pensar en una interna Lifschitz vs Pullaro para 2023?

—Es una eternidad el 2023.

—Pensé que iba a decir "Lifschitz y Pullaro" para la fórmula.

—Esa sería una fórmula muy del sur.

 

 

 

 

FUENTE: LA CAPITAL

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