Gabriel Almeira, "El Rengo", como lo conocen en el submundo de la droga, mantuvo en vilo a la Policía y a los vecinos del barrio Reconquista por sus amenazas de quitarse la vida y de hacer explotar una granada "para volar la cuadra".

Momentos de máxima tensión se vivieron ayer en inmediaciones de Av. Solís y 1603, donde por casi 10 horas -bajo el efecto de estupefacientes- protagonizó escenas de dramatismo.

Las drogas sería un terreno que "El Rengo" conocería bien después de haber caído preso en una oportunidad acusado de ser el cabecilla de una red de comercialización y haber logrado escapar de la Policía en al menos otras dos ocasiones.

Si bien hasta anoche no había muchas precisiones de por qué decidió atrincherarse, las fuentes deslizaron que Almeira habría quedado acorralado tras los allanamientos que se concretaron ayer en el barrio Sarmiento y Tradición Oeste.

Un llamado telefónico de su madre habría alertado a la Policía de que "El Rengo" se encontraba en el domicilio del barrio Reconquista fuera de sí, amenazando con matarse con una granada en su mano.

Rápidamente se montó un amplio despliegue. Todas las dependencias policiales rodearon la zona y comenzó una larga negociación para tratar de que Almeira deponga su actitud.

Especialistas en este tipo de situaciones, francotiradores, el Usar, todos se mantenían expectantes y al mismo tiempo limitados en su trabajo, ya que el acusado consumía cocaína y mantenía en su mano la granada sin la traba de seguridad. Además en varias oportunidades realizó disparos contra los efectivos policiales que intentaban aproximarse.

Con el correr de las horas el sujeto pedía la presencia de su familia, mantuvo un fuerte cruce con una hermana que intentó hacerlo cambiar de opinión, pero nada daba resultado y la tensión aumentaba a cada minuto.

Finalmente, alrededor de las 3.45 y gracias a un excelente trabajo de negociación, la policía logró que depusiera su actitud y lo atrapó.

Almeira fue retirado en ambulancia y bajo los efectos de drogas y ante la presencia de dos fiscales. Por tal motivo, la cuadra estuvo "rodeada" desde la tarde por personal de seguridad.

El procedimiento se encontró dirigido por un grupo especial de la Policía de la Provincia. También arribaron los bomberos y ambulancias del Sease, dado que el sospechoso amenazaba con “hacer volar” su casa.

Fuente:El Liberal