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POLITICA

30 de diciembre de 2018

González quiere que Lifschitz sea candidato en la provincia

En sólo un año como legislador, creció su rol político en la Cámara Alta. El bioquímico de hablar pausado pero directo, que tiene una maestría en la gestión de salud, habla de su cambio: del escritorio de ministro a la banca.

El senador por La Capital, Miguel González, un dirigente del socialismo que ha sido titular del Iapos, luego secretario y ministro de Salud, admite que va a concentrar su trabajo electoral “en la ciudad y en otros distritos del área metropolitana”, pero aún no dice a qué será candidato. Menciona cada vez que puede al gobernador Miguel Lifschitz y también al concejal Emilio Jatón, a quien sucedió en la banca.

 

Subraya que “no es una cuestión retórica, yo creo realmente en que los espacios colectivos definan las candidaturas, nos toca cumplir roles. Más aún, el cambio del Ministerio de Salud al Senado tiene que ver con esas decisiones colectivas que se tomaron cuando Emilio tomó un rol político más protagónico en la ciudad”, destaca.

 

Entiende que el votante mire tanto el candidato como el proyecto que sostiene y define: “Las ideas deben ser corporizadas en alguien que pueda expresarlas y ser creíble para la sociedad”.

 

—¿Quién corporiza a nivel provincial el proyecto del Frente para 2019?


—Hoy, el liderazgo en la provincia lo tiene Miguel Lifschitz que creo que ha expresado muy claramente un proyecto político, que es el que se lleva adelante en esta etapa de gobierno. Antonio Bonfatti, que ha sido gobernador, tiene el visto bueno del Frente Progresista para seguir adelante con esta tarea. La idea de seguir adelante con nuestro proyecto en los comicios de 2019 es que Bonfatti continúe la tarea que lleva adelante Lifschitz.

 

 

—¿Va a haber una interna en el Frente?


—Entendemos que no para gobernador. Probablemente se hable mucho para los distintos segmentos para distritos, para concejales, puede que eso se ordene con internas. De todas formas, no es dramático que las haya. Sobre todo si de lo que se habla es de quién encarna el proyecto que se comparte.

 


—El PJ ofrecerá -si van Perotti y Bielsa- una interna atractiva. ¿No es interesante que el oficialismo también ofrezca al electorado tomar decisiones en las Paso?


—Eso está en la cabeza de muchos dirigentes (del oficialismo). Y si apareciera la persona que toma el desafío de plantearse como candidato, además de Antonio Bonfatti, creo que no habría que verlo como algo malo, sino como positivo. Sería la posibilidad de dirimir la candidatura a gobernador en un proceso interno, pero para eso tiene que aparecer un espacio y otros equipos y otros candidatos. Hoy no está dado ese escenario, que yo no vería mal, insisto.

 


—¿Y cómo es ese escenario para el Frente?


—Es un momento de ejecución muy fuerte. Con el Frente que ejerce un gobierno que está con muchas tareas en marcha y con resultados. Y con una evolución de la imagen del gobernador muy positiva. Se debe a su decidida tarea en términos de obra pública, seguridad, salud, educación. Hay una apuesta por continuar con esas tareas.

 


—El oficialismo lo necesita candidato en la provincia a Lifschitz. Tómelo como una pregunta.


—Bueno sí, somos muchos los que nos gustaría que él tenga un papel. Es una decisión que hay que tomar muy detenidamente, viendo cuáles son las chances que tenemos para un proyecto colectivo. Somos muchos los dirigentes que queremos que juegue un papel importante en las elecciones locales, aunque también sabemos de su llegada a nivel nacional y que es muy importante que el país tenga un proyecto progresista, social. Si uno mira los discursos de los últimos tiempos del gobernador va a ver que no hay sólo una mirada local... Habla de cómo debería ser una política federal, que en los hechos y las decisiones gubernamentales ha conservado una estructura unitaria fuerte. La mirada del gobernador ha sido muy aguda en ese sentido, también sobre la política económica. 

 


—El Frente tiene una elección difícil, acaso más que las anteriores. Hubo algunas que parecían ganadas para el Frente desde antes del comicio. ¿Cómo se imagina 2019?


—La elección de Binner fue seguramente la que parecía estar más definida desde antes del comicio. Las demás fueron reñidas. Es un desafío inmenso: por una parte, Santa Fe parece estar dividida en tercios y por otra, vemos que a esos porcentajes los supera esta gestión del gobernador Lifschitz, que recoge muchas miradas positivas, de muchos sectores, y cuenta con una evaluación muy favorable.

 


—Pero que no puede ser candidato a gobernador.


—Por eso, digo que el desafío en el terreno electoral es inmenso. El Frente tiene que dar cuenta de lo que se ha hecho y que la gente reconozca o no esa tarea. No dudamos de que hay una mirada positiva para la gestión, veremos si la gente acompaña o no con su voluntad electoral lo hecho, para continuarlo.

 

Imagino un año con esas complejidades electorales, pero también con un 2019 de una intensa gestión política y de gobierno. Lo primero porque hay que poner en agenda, en debate, aquellas decisiones que son tremendamente importantes para la provincia, pero no son de gobernabilidad de provincia. Todos los impactos que tienen en Santa Fe las decisiones políticas, económicas y presupuestarias que repercuten en la provincia y adopta el gobierno nacional. Habrá que ver cómo se puede sostener con obra pública el empleo de los santafesinos, se lo ha podido hacer hasta aquí pero imagino un panorama aún más difícil a nivel nacional. Si en Santa Fe no se ha notado tanto el desempleo es porque hubo una fuerte inversión en obras con inversión del Estado santafesino.

 

 

Reforma, consulta y valores 

 

Ante una pregunta, el senador Miguel González (PS-La Capital) sostuvo que el progresismo “tiene que animarse” a llevar adelante iniciativas como la convocatoria a una consulta popular en la elección en favor de la reforma constitucional, aún a riesgo de que esa pregunta al electorado pueda resultar en un vehículo para la llamada antipolítica.

 

González prefiere que el Frente Progresista apueste porque se imponga en la sociedad una visión progresista de las instituciones y de la vida democrática local sobre los eventuales votos de una derecha que juega a decirse “apolítica” y que -coincide con el periodista- esta vez no parece tener un candidato de ese perfil, como ocurriera con Miguel Torres del Sel.

 

Dice que Santa Fe ha hecho todo lo necesario para no pasar por fenómenos de derechización como los que hoy llaman la atención, tanto en Europa como en Latinoamérica. Piensa que el Frente Progresista, Cívico y Social ha hecho de la provincia un modelo de convivencia política diferente.

 

“Hemos hecho las tareas necesarias como para que en Santa Fe no irrumpa este tipo de miradas tan disruptiva de lo que es una organización social democrática y republicana”, subrayó.

 

“Es importante que el respeto por las normas, por las personas, por los distintos colectivos sociales esté presente. Y cuando aparecen estas miradas unívocas. Nos preocupan estos discursos que sostienen que hay una sola manera de hacer las cosas, que se ufanan de no estar dispuestos a respetar la división de los poderes y Santa Fe, pero sobre todo la Argentina, tiene que estar muy atenta a la aparición de estos fenómenos que no resuelven problemas sino que los agravan. Dividen, rompen, crean grietas que no nos conduce a nada”. 

El Litoral Santa Fe - ellitoral.com

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