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DEPORTES

4 de noviembre de 2018

Orgullo santafesino: la joven tenista ceresina que lleva más de 40 trofeos ganados

Uno de los grandes orgullos que tenemos los santafesinos es, sin dudas, el destacarnos en el deporte.
El caso de esta joven tenista, oriunda de Ceres, es uno más. Con menos de 20 años, Aixa Martoglio
acumula más de 40 trofeos a nivel nacional y provincial. Y los ha ganado venciendo a todos, incluso a
varones.

Aixa Martoglio es una apasionada de tenis. Es santafesina, oriunda de Ceres y tiene 19 años. En sus
pocos años, ganó poco más de 40 trofeos jugando contra mujeres y varones. Tiene potencia y ganas de
seguir jugando y llegar a lo más alto en cada torneo.

 

La ceresina nació en 1999 y vivió junto a su mamá, su papá y su hermana -de 12 años- hasta el 2017,
cuando se mudó a la ciudad de Santa Fe.

 

Actualmente cursa el segundo año de la carrera de Profesorado de Educación Física. Además, a su
corta edad ya es profesora de tenis.

 

Su papá es una persona fundamental en su vida. Juega con ella -fuera de competencia- y la acompaña
a cada torneo por el interior de la provincia y el país.

 

"Arranqué a jugar a los 9 años en el Club Atlético Ceres Unión (CACU), por el 2007 más o menos, hace
12 años que juego", contó Aixa para El Litoral.

 

Su nombre tomó relevancia hace unos meses cuando se consagró campeona nacional de tenis en
Córdoba, en el club Barrio Atlético Parque, donde jugó en la categoría sub19 siendo la única mujer
contra 9 varones inscriptos. La modalidad del torneo fue de eliminación directa. Aixa pudo con todos.
Ganó cuatro partidos de aproximadamente 3 horas cada uno, al mejor de 3 sets y se consagró
campeona nacional del G3.

 

Pero no fue casualidad. La ceresina llegó a Santa Fe con 40 trofeos en el hombro. Desde pequeña, con
dedicación y el esfuerzo de ella y su familia, se llevó todo.

 

 

 

Empezó jugando tenis inglés en las tradicionales canchas de polvo de ladrillo. "Hay dos canchas nomás
en Ceres. Empecé como hobbie. Mi papá juega y me mandó. Cuando tenía 5 o 6 años veían como que
raqueteaba en una pared, y bueno, dijeron 'bueno, debe ser buena, vamos'". Y ahí empezó todo.
Y si. Al tenista se lo reconoce de esta manera desde temprana edad.

 

"Jugás hasta en las canchas de tenis criollo", comentó Aixa, -que tienen dimensiones más chicas que
las de tenis inglés y son de cemento-. Lo cierto es que el raquetero no tiene límites en ese sentido.

 

"Hay canchas de cemento acá en Colastiné Norte. Me gustan. Pero me quedo con el polvo", analizó la
campeona.

 

"Probé las tres superficies, césped, cemento y polvo y me quedo con la de polvo porque la pelota viene
más lenta, tengo mucho más tiempo. Por ejemplo, en cemento la pelota viene rápido, y no tenés tiempo
de patinar. Tenés que estar re preparado. Y en césped te traba mucho, como que el polvo es el intermedio...", continuó.

 

Su primer contacto con una cancha de cemento fue en Carlos Paz. En ese lugar, Aixa llamó la atención "por cómo pegaba" y la convocaron para un torneo de exhibición. "Me iba pésimo cuando era chiquita"

 

La joven tenista se inició como profesional en los torneos interclubes de Ceres. Luego, desde los 15 años, comenzó a disputar partidos de una liga nacional independiente. "Me acuerdo que me iba re mal, pésimo, cuando era chiquita. Yo hacía patín también, porque mi mamá quería que haga patín, y mi papá era el del tenis. Y bueno, me empecé a especializar más en el tenis, cambiamos de profe, vino otro profe, y como que me empezó a meter más en la competencia. Entonces empecé a competir con señoras grandes".

 

Las primeras propuestas llegaban de torneos que, en su mayoría, se jugaban -y se juegan- en la provincia de Córdoba (Freyre, San Francisco y Mortero) pertenecen a la Liga Internacional de Tenis Zonal (Litzo). Además, contemplan los provinciales de Santa Fe en Villa Trinidad y San Guillermo.

 

"Es una liga independiente", explicó la ceresina, liga que podrá jugar sólo hasta finales del 2018 ya que la edad no le permite seguir en este tipo de competencias.

 

En esta liga, los torneos se dividen en "3 torneos de ranking" -donde juegan los 8 mejores- y "3 torneos de nivel". Ella los ganó a todos.

 

En el 2015, Aixa clasificó en el torneo de ranking en la quinta posición, y en el 2016 ya estaba en el primer lugar.

 

"En el 2016 gané y clasifiqué primera en el ranking. Pero coincidió con mi viaje a Bariloche (de egresada) y tuve que quedarme una noche más. Llegaba justo a jugarlo y como me dieron una noche más en Bariloche perdí el torneo y no pude jugar. El año pasado, en el 2017, de nuevo clasifiqué primera y gané el torneo. Salí primera en la provincia. Se llama 'Máster 1000', y es el último que hay".

 

Ganó todos los torneos de nivel. Superar eso significaba jugar con varones. La decisión entre seguir jugando o empezar una carrera convencional

 

La gran oportunidad llegó para la santafesina en el 2015. En medio de estas diputa de los Litzo, Aixa jugó un torneo en Villa María, Córdoba, G4, de categoría nacional, que le permitió obtener puntos por parte de la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Allí salió segunda.

 

Fue en este momento cuando la oportunidad de "dar el gran salto" llegó. La convocaron para que fuese a jugar a Morteros, Córdoba, pero no aceptó. "Tenía que dejar la escuela, que estaba por terminar, y tenía pagado la cena y el viaje de egresados. Y mi mamá me dijo 'hacé lo que vos quieras'", contó.

 

"Es re complicado porque tenés que dejar de lado muchas cosas. Todo lo que vos formaste, tenés que dejarlo. Es como empezar de cero y yo era muy chica para irme. Estaba por terminar la secundaria, tenía a mi familia. Y nada te asegura que te va a ir bien. En ese momento pensé en un futuro seguro. Después cuando estaba en quinto me volvieron a llamar y les dije que no porque ya estaba inscripta en la carrera".

 

El presente

 

En agosto de este año (2018), Aixa compitió en Barrio Parque, Córdoba, en un torneo G3 sub19, de categoría nacional, y se enfrentó a puros hombres. "No había chicas inscriptas", explicó la tenista. "Había dos inscriptas en el sub18 pero no se presentaron. Eran 12 varones. A eliminación simple. Al mejor de 3 sets", y le ganó a todos.

 

"Si quiero seguir jugando, tengo que dejar todo. Además, es carísimo el torneo. Mi papá me dio la oportunidad pero tenía la presión de tener que ganar. Mi vieja me dijo, 'andá y disfrutalo, ya está, ya estamos acá'".

 

Defender títulos

 

Aixa entrena poco, y da clases. El estudio no le permite dedicarle más horas a su entrenamiento. Al tiempo libre, lo vive como una adolescente "normal". Sale, viaja a Ceres a ver a su familia y estudia.

 

Este fin de semana, la ceresina defendió el título del 2017, en el Masters 1000 provincial. Salió segunda.

 

"Me despido ahora (de los Litzo)", le contó Aixa a El Litoral unas semanas antes de disputarlo. Que previamente analizó a sus compañeras. "Siempre tenés a tu rival...", dijo con conocimiento.

 

Los Juegos Olímpicos de la Juventud

 

El objetivo de todo tenista es empezar a sumar puntos para el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), o disputar los Juegos Olímpicos.

 

Este año, los JJOO de la Juventud se llevaron a cabo en Buenos Aires y fueron los argentinos Sebastián Báez y Facundo Díaz Acosta quienes ganaron la medalla de oro en dobles de tenis por 6-4 y 6-4 en la final ante el búlgaro Adrian Andreev y el australiano Rinky Hijikata.

 

-¿Qué necesitás para alcanzar una competencia de este nivel?

 

-"Primero, un sponsor bueno que por más que vos pierdas, te asesore y que vos sepas que por más que
pierdas o ganes va a estar ahí acompañándote. Segundo, un profesor que esté ahí con vos, que te
acompañe a los torneos, que ponga todo en vos, que te de chances. Y mejorar mucho el nivel de juego
porque ya juegan a otro nivel. Entrenar más horas, complementar eso con gimnasio con una
alimentación adecuada, etc".

 

Aixa tiene ganas de seguir sumando trofeos. "Capaz que antes de que termine el año vaya a un torneo
G2. Estoy en veremos. Tratando de convencer a mi papá. El tiene también su trabajo y deja muchas
cosas de lado para llevarme. A el le apasiona este deporte. Por eso me banca, porque sabe lo que estar
dentro de la cancha".

 

El futuro

 

La realidad del jugador local es siempre difícil. Como mencionó antes Aixa, se necesita mucho apoyo y confianza en el deportista. Y hay quienes no están dispuestos a arriesgar por eso. Muchos jóvenes de todo el país se ven obligados a dejar su lugar natal para llegar a Buenos Aires a entrenar a un club que le de más posibilidades. Pero no es fácil.

 

"Yo sé lo que me costó llegar hasta acá. Me veo recibida en el futuro y de vuelta en mi pueblo, trabajando. Me veo jugando otros torneos en el futuro, pero no de esta categoría".

El Litoral Santa Fe - ellitoral.com




 

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