Cada litro despachado en los surtidores de las estaciones de servicio tiene un 12% de biocombustibles. La Nación pretende que sólo esa parte de sus ventas no pague el impuesto a los combustibles líquidos, que fue creado hace décadas para gravar la comercialización de los derivados de los combustibles de origen fósil: el petróleo y el gas.

Desde junio de este año, Santa Fe comenzó con una campaña en favor de subir ese tope al 25%, hasta ahora sin éxito, mediante dos acciones: 1) llevar la propuesta formal a las autoridades nacionales y defender con criterio económico ese cambio; 2) demostrarlo en la práctica, con 400 colectivos urbanos de Rosario que usan esa mezcla.

En esa experiencia santafesina el objetivo es probar el uso eficiente de un biocombustible al 100%. Y ya hay tres colectivos en Rosario que no queman derivados del petróleo. Además, la provincia de Salta se ha planteado el mismo objetivo: comenzar con un 25% y llegar al 100% de la flota de su flota de transporte.

Ése es el contexto en el que se inscribe la decisión del gobierno nacional de tratar -desde el punto de vista impositivo- al biocombustible como si fueran equivalentes a la industria del petróleo y el gas, mucho más consolidadas, amortizadas y rentables.

A primera vista, se juega sólo por el dominio del proveedor de combustilbes en el transporte público de pasajeros. Pero también por el porcentaje del corte obligatorio, que sigue en el 12% pese a que -por distintos períodos- se han cerrado mercados en el exterior a la producción argentina de energías verdes.

Para frenar  al “B100”

En Rosario, se comenzaron este año a usar 3 unidades con el denominado “B100” (100% biodiésel) y casi 400 colectivos urbanos con “B25” (corte de biodiésel al 25%). Son siglas para recordar.

Si el proyecto de ley de Presupuesto avanza con esta modificación para gravar a los biocombustibles el Estado nacional podrá recaudar algo más de impuestos. Y sobre todo frenará -o al menos obstruirá- la experiencia santafesina del B100, que además de privilegiar producciones locales depende de decisiones que pueden tomar los reguladores del servicio público de transporte a nivel local o regional, es decir, las Provincias productoras y sus municipalidades.

De prosperar el mensaje de la Casa Rosada al Congreso de la Nación, sin que se modifique ese aspecto impositivo (que luce apenas como un mecanismo más de recaudación), los colectivos rosarinos usarían un combustible más caro, porque sería gravado ese 13% que supera el corte obligatorio del 12%.

Y si eso ocurre, habrá menos provincias como Salta dispuestas a seguir el ejemplo.

Santa Fe convoca

Representantes de las provincias productoras de biocombustibles tenían previsto reunirse este martes para unir fuerzas y resistir al nuevo impuesto sobre esa actividad. Empresarios de las cadenas del bioetanol de base de maíz y de caña, los ministros y secretarios de Energía de las provincias involucradas y sobre todo sus legisladores nacionales fueron convocados por Santa Fe para cerrar filas ante una iniciativa contenida en el proyecto de Ley de Presupuesto 2019 de la Nación.

La secretaria de Estado de la Energía de Santa Fe, Verónica Geese, advirtió que el impuesto imaginado por las autoridades nacionales “muestra que no se termina de entender la gran diferencia que hay entre la energías renovables y lo que son las energías tradicionales”.

La funcionaria santafesina convocó a la llamada Liga Bioenergética, que crearon las provincias de Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Jujuy.

Unas son provincias cañeras, otras grandes productoras de granos, o una mezcla de ambas. Las une su preocupación por el doble discurso del gobierno nacional, que promueve en sus presentaciones oficiales, en sus avisos publicitarios y en su propaganda en las redes, las energías menos contaminantes, más amigables con el medio ambiente, pero luego busca ponerlas a competir -sin igualdad de condiciones- con la industria petrolera.

Mala señal

Para las 15 estaba prevista la reunión en la Casa de Santa Fe a la que convocó Geese. Explicó que lo que está en juego es mucho más que un mecanismo para recaudar recursos: “es un antecedente malo para el biocombustible, se lo dejaría de considerar exento de impuestos, como está ahora por lLey, porque se trata de una energía renovable. Además, si esta idea se sostiene, en un futuro, se podría llegar a gravar todo el corte”, lamentó.

“Estamos hablando de una mala señal, porque al mismo tiempo que se está intentando aumentar el uso de biocombustibles en la Argentina, se los grava. No se debe poner en la misma situación impeditiva que a los fósiles, así no hay ventaja y nadie va a preferir utilizar biocombustibles”, subrayó.

Destacó que los desarrollos energéticos y las políticas públicas que los estimulan (o no) requieren de “una visión a largo plazo”. 

Recordó que “Brasil nos lleva 20 años en este tema”, y que desde hace diez “ellos avanzan en biocombustibles para su aviación, eso les abriría un mercado importantísimo”. 

Presupuesto en comisiones

La Comisión de Presupuesto de Diputados comenzó su debate sobre el proyecto de Presupuesto. Se debaten cambios pedidos por la oposición -y la eliminación del Art. 53 sobre la reestructuración de la deuda-, para que pueda alcanzarse el objetivo del oficialismo que tiene la intención de dictaminarlo hoy.

Cooperativas

El presidente de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, dijo que ante el pedido de la mayoría de los bloques y “no afectar a las pequeñas cooperativas y mutuales” se modificará el proyecto original en cuanto al Impuesto a las Ganancias, mediante “una alícuota progresiva”. El santafesino resaltó que “de alrededor de 1.400 mutuales y cooperativas, más de 1.200 no van a pagar el impuesto especial al patrimonio”.

Fuente: El Litoral