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POLITICA

13 de julio de 2018

Aceites vegetales usados como biocombustibles

Diputados volvió a votar un proyecto de ley del presidente del cuerpo, Antonio Bonfatti. Apunta a evitar la contaminación ambiental y el no reuso en el sistema alimentario.

Estimaciones oficiales señalan que en la provincia de Santa Fe, cada habitante consume 18 litros de aceite vegetal por año y durante cada año calendario son 50 mil las toneladas de ese producto desechadas, muchas de las cuales terminan en el sistema cloacal o son arrojadas a cursos de agua.

 

Para atacar este problema ambiental, la Cámara de Diputados volvió a darle media sanción a un proyecto de ley presentado por el presidente del cuerpo, Antonio Bonfatti, que apunta a la regulación, control y gestión integral de aceites vegetales y grasas de fritura usados (AVUs) y producidos por una serie de generadores como comedores ya sean de hoteles, escolares, comunitarios, de centros de salud, geriátricos, industriales; restaurantes, bares, confiterías, rotiserías, casas de comida y empresas de catering.

 

También se prevé el tratamiento para pequeños generadores domésticos. El objetivo central es transformar esos desechos en biocombustibles. 

 

El texto votado define como AVUs “al aceite vegetal y grasas de fritura usados que provenga o se produzca en forma continua o discontinua en la provincia, a partir de su utilización en las actividades de cocción o preparación mediante fritura total o parcial de alimentos, cuando presente cambios en la composición físico-química y en las características del producto de origen de manera que no resulten aptos para su utilización para consumo humano conforme a lo estipulado en el Código Alimentario Argentino”. Ese producto debe estar “en condiciones de ser desechado por el generador y cuyo destino final sea la producción de biocombustibles y/o su incorporación a otros aceites vegetales destinados a la producción de biocombustibles y/o a otro proceso productivo por el cual se valoricen a los AVUs y/o a la disposición final en caso de no ser posible su reciclado”. Se incluyen aceites hidrogenados, grasas animales puras no mezcladas utilizadas para fritura y los residuos que éstos generen.

 

Bonfatti, siendo gobernador, había propuesto el tema a la Legislatura en 2013 con un mensaje que fue votado por el Senado en septiembre de 2014 y perdió estado parlamentario por falta de tratamiento en Diputados. Un texto similar lo presentó siendo diputado en mayo de 2016 y fue la Comisión de Medio Ambiente, que preside el radical Santiago Mascheroni, la que se encargó de trabajarlo en consulta con entidades y organizaciones universitarias, ambientales, etc. Luego el texto avalado por las Comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales llegó al recinto donde fue votado por unanimidad pero perdió estado parlamentario, ahora por falta de tratamiento en el Senado. En mayo de este año, Bonfatti volvió a ingresar el proyecto que fue solo girado a Asuntos Constitucionales que lo consideró junto a otro del radical Fabián Palo Oliver que también expone la temática. 

 

“Esperemos que ahora el Senado nos acompañe” le dijo Bonfatti a El Litoral tras la nueva aprobación.

 

“Los aceites vegetales usados constituyen residuos con características de nocividad o toxicidad y requieren de un control y gestión integral que contemple la regulación de su generación, manipulación, recolección, almacenamiento, transporte, tratamiento y valorización para la producción de biocombustibles y, eventualmente, su disposición final”, explicó Bonfatti.

 

Recalcó que una gestión inadecuada impacta negativamente en el ambiente y puede producir daños a la salud de las personas.

 

El diputado socialista señaló que la finalidad primaria es la de destinar dichos aceites usados a la producción de biocombustibles ya sea en forma directa o mediante la mezcla con aceites vegetales no utilizados. “La finalidad secundaria es la prevención de la contaminación y la preservación del ambiente y la salud de las personas, particularmente”, añadió.

 

Lo que dice

 

En quince capítulos, el proyecto establece el tratamiento que deberán tener estos residuos y define al sistema como servicio público cuya competencia estará en manos de la Secretaría de Energía que podrá delegar competencias en municipios y comunas. En tanto, la tarea de control del cumplimiento será ejercida por la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal).

 

El capítulo segundo incorpora la figura del “manifiesto”, documento en el cual quedan debidamente documentadas las distintas etapas de la gestión integral de dichos aceites hasta llegar a su destino final, su uso para la producción de biocombustibles. En los capítulos siguientes se definen a los generadores, transportistas, almacenadores, operadores y productores de biocombustibles alcanzados y se les establecen una serie de obligaciones. Además crea un registro de generadores, transportistas, almacenadores y operadores así como productores de biocombustibles donde deberán inscribirse los distintos actores de la cadena. Otro capítulo postula la creación de una “tasa de evaluación y fiscalización” de aceites usados que deberán abonar los sujetos inscriptos. Esa tasa será la herramienta fiscal que garantiza las prestaciones y funciones de contralor y gestión de los aceites.

 

En los fundamentos del proyecto se citan una serie de normas jurídicas que ameritan el dictado de la norma, entre ellas el artículo 41 de la Constitución Nacional que menciona el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano.

 

Razones valederas

 

En el artículo 3º del proyecto de ley votado se definen los objetivos específicos seguidos con la futura norma:

 

* La prevención de la contaminación hídrica y del suelo, y la protección de la infraestructura de saneamiento básico del ejido de la provincia de Santa Fe;

* La minimización, en el mediano plazo, de la generación de gases de efecto invernadero, a partir de la producción de biodiésel derivados de aceites vegetales usados y del reemplazo parcial y paulatino de combustibles fósiles;

* La concientización y participación de los ciudadanos en la gestión ambientalmente adecuada de dichos aceites con el fin de mejorar la calidad de vida y el ambiente a través de programas de difusión y de educación en la materia, particularmente destinadas a generadores domiciliarios;

* La disposición final adecuada de los aceites para el caso de que no se utilice para el reciclado.

 

Insistencia

 

En la última sesión, Diputados volvió a votar un proyecto de ley de la radical Claudia Moyano modificando un artículo de la ley orgánica del Ministerio Público de la Acusación que permitiría cubrir las vacancias transitorias mayores de 30 días de fiscales por adjuntos de fiscalía regional que reúnan los requisitos exigidos para el cargo a subrogar.

 

Este banco de suplentes para fiscales había sido votado también en septiembre de 2016 y perdió estado parlamentario por falta de tratamiento en Senado.

 

FUENTE: EL LITORAL

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