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24 de diciembre de 2017

Familiares de personas con autismo piden evitar el uso de pirotecnia en las fiestas

Aquello que para algunos es expresión de alegría, para otros es una pesadilla. ¿besos y sonrisas o llantos y gritos? Cada ciudadano tiene el poder para decidirlo.

Este 24 de diciembre a las 23.59 comenzarán a retumbar los petardos por toda la ciudad. En el interior de los hogares habrá abrazos, besos, copas que se chocan, miradas de felicidad y sonrisas. Mientras que en otros prevalecerán crisis de llanto y gritos, perturbaciones, rostros tensos y hasta actitudes agresivas como manifestación de la molestia. De cada vecino depende que este último escenario descripto pueda llegar a evitarse. ¿Cómo? Sin el uso de pirotecnia. Es que aquello que algunos hacen como expresión de felicidad a otros les provoca lo peor. Quienes padecen Trastorno del Espectro Autista son personas que, al tener su capacidad auditiva incrementada, perciben los estruendos como una verdadera catástrofe, se estresan y sufren un momento que debería ser lindo para todos. Es tal el impacto que, incluso, los profesionales relatan que los primeros días de enero deben ayudarlos a reponerse del impacto de los festejos. Los estruendos de petardos son para las personas que padecen autismo “lo más parecido a una catástrofe”, aseguró el psicólogo Claudio Hunter, y agregó que los autistas “tienen la necesidad de un orden y regularidad”, razón por la cual “los ruidos, los gritos que alteran su ambiente les perturban en extremo”. El Trastorno del Espectro Autista (TEA) tiene entre sus síntomas la hipersensibilidad en sus sentidos y sobre todo el auditivo. Por ello, las personas con autismo son muy sensibles a los estímulos externos: sonidos, imágenes, olores, y por lo tanto la pirotecnia los afecta directamente. Campaña En estas fiestas, familiares de personas con autismo lanzaron una campaña en las redes sociales para tratar de concientizar a la población sobre los efectos nocivos del uso de la pirotecnia. Uno de los familiares es Noelia Leno, mamá de A. de 8 años, quien padece Trastorno del Espectro Autista. Noelia, junto a otros familiares, conformaron la organización “Déjame entrar”. Se trata de un grupo de padres y familiares de personas con autismo, autoconvocados y unidos en una Asociación Civil sin fines de lucro. Desde la asociación lanzaron el año pasado la campaña “Más luces y menos ruidos”, para intentar frenar el uso de pirotecnia en la ciudad. Y este año la reforzaron con videos y mensajes en las redes sociales. “Mi nena sabe una hora antes si va a haber tormenta”, contó Noelia para describir el grado de hipersensibilidad que tienen las personas con trastorno del espectro autista. “Pero en las fiestas, no puede razonar de dónde viene el ruido, porque no lo ve”, dice, “y ese desconcierto la afecta mucho, el ruido la perturba”. Para evitar el impacto sonoro de la manipulación de pirotecnia, Noelia le escapa a la ciudad. Cada año viaja a la casa de sus familiares, cerca de Laguna Paiva, donde la pasan algo más tranquilo y sin muchos familiares. Pero cuando empiezan los petardos su hija se va de la reunión familiar y busca taparse de los oídos con la almohada, en la cama. “Queremos pasar una navidad en paz, pasarla bien”, ruega su madre. Otro de los familiares es Soledad Melgarejo, que a su vez preside la asociación Déjame entrar. En el mismo sentido que Noelia, ella insiste con “la idea es sensibilizar a la sociedad, que a través de la empatía se pongan en el lugar del otro para que entiendan que a las personas con autismo los afecta mucho el uso de pirotecnia”. Noelia aclara que esta iniciativa “no va en contra de quienes venden pirotecnia, pero deben comprender que afecta a la gente”. Y luego reconoce que “en los últimos años disminuyó mucho el uso de pirotecnia”. Cabe señalar a propósito de ello, que la ciudad de Santa Fe prohibió el uso de pirotecnia. Pero la Ordenanza sancionada en octubre pasado dice en su articulado que su aplicación será progresiva, durante los próximos dos años. Por ese motivo, en estas fiestas la decisión de usar pirotecnia será de cada vecino. ¿Qué provoca la pirotecnia en los chicos con autismo? Les genera un alto nivel de estrés y ansiedad. Sienten miedo, lo que los lleva a tener crisis de llanto y gritos. Muchos se tapan los oídos de manera desesperada y pueden llegar a autolesionarse. La perturbación que les provocan los sonidos fuertes incrementan su nivel de cortisol en sangre, lo que los pone tensos y tienen conductas estereotipadas y repetitivas. El impacto los lleva incluso a tomar una actitud agresiva como forma de manifestar la molestia. Fuente: El Litoral

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