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2 de junio de 2025
Una conclusión unánime del Congreso Maizar: el bioetanol es la clave para motorizar el valor agregado

Varias charlas que se desarrollaron durante el evento abordaron las oportunidades que tiene el bioetanol en nuestro país y cuáles son las cuentas pendientes para que esta industria pueda desarrollarse más.
“Por más valor” fue el slogan del Congreso Maizar 2025 y la explicación es sencilla: desde la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) insistieron en la necesidad de agregarle “más valor” a un maíz que en su gran mayoría se vende al exterior como grano.
En este marco, en el encuentro se apuntó directo hacia una industria que fácilmente puede liderar un mayor aprovechamiento del cereal: la del bioetanol.
Varios paneles que tuvieron lugar en el Congreso abordaron esta temática, tanto desde el punto de vista de las oportunidades de crecimiento que presenta, así como también desde los desafíos que debe encarar Argentina para lograr esta expansión, fundamentalmente en lo que respecta al marco normativo.
BIOETANOL: UN NEGOCIO TRABADO
En primer término, los múltiples beneficios del bioetanol, su crecimiento en el mundo y las perspectivas en la Argentina fueron temas de análisis en un panel conformado por Beatriz Pupo, del US Grains Council; Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, y Antonella Semadeni, de FADA, que contó con la moderación de Manuel Ron, de Bio 4.
Pupo ofreció una perspectiva global sobre el bioetanol. Destacó que, en los últimos 5 años, la producción mundial ha crecido casi un 4% promedio anual, y alcanzó casi 120.000 millones de litros, muy concentrada en Estados Unidos, Brasil, India y la Unión Europea, que suman aproximadamente el 90% del total.
“El éxito en estos países se debe a que fortalecen y ajustan sus mandatos de mezcla, mejoran sus metas de reducción de gases de efecto invernadero y ofrecen incentivos fiscales y financieros”, puntualizó.
A nivel mundial, el bioetanol representa hoy cerca del 6% del total de la demanda de nafta, y Argentina tiene espacio para seguir creciendo y fortaleciendo sus políticas públicas, agregó la experta. En Estados Unidos, la producción durante 2024 fue récord: 61.000 millones de litros, una cifra mayor que el consumo. Esto generó un remanente que impulsó las exportaciones, que también alcanzaron un récord: 7.000 millones de litros, con Canadá y Europa como destinos principales.
Allí, la tasa de mezcla actual en el país es del 10,4%, y la industria estadounidense opera a un 86% de su capacidad, con potencial para aumentar la producción.
“El uso de etanol también ofrece beneficios económicos para los consumidores: en promedio, fue 16 centavos de dólar por litro más barato que la gasolina en 2024, con picos de mayor diferencia”, destacó.
Asimismo, las ventas de mezclas más altas en el mercado estadounidense, como E15 (15% etanol), alcanzaron un récord de 5.000 millones de litros en 2024, impulsadas por el aumento de estaciones que lo ofrecen y permisos de venta extendidos, incluso durante todo el año en algunos estados.
“El E85 también ha visto ventas récord, superando los 400 millones de litros en 2024, lo que muestra que, cuando el precio es favorable, las ventas aumentan”, agregó la especialista.
Del mismo modo, Brasil también es una locomotora en producción de bioetanol. Pupo indicó que la zafra 2024/2025 marcó un récord de producción –casi 35.000 millones de litros–, impulsado fuertemente por el etanol de maíz. Este protagonismo se debe a que las plantas de caña de azúcar están priorizando la producción de azúcar.
“Esto marca un cambio de paradigma: el etanol de maíz es el motor del crecimiento del consumo de etanol en Brasil. La producción de etanol de maíz superó los 8.000 millones de litros en 2024 (+23%) y se espera que supere los 10.000 millones en 2025 (+24%), mientras que la producción de etanol de caña caería 8%”, comparó.
Se estima que en Brasil se transforman alrededor de 20 millones de toneladas de maíz en etanol. Aunque hoy el etanol de maíz es el 20% de la producción total en Brasil, la expectativa es que alcance el 40% en 5 años.
BIOETANOL, COMBUSTIBLE PARA INVERSIONES
En este marco, Antonella Semadeni, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), le puso cifras al negocio del bioetanol en la Argentina, y presentó cinco aportes socioeconómicos que genera esta industria más allá de la transición energética, que actúan como motor de desarrollo local, regional y nacional.
- Aporte tributario: Incrementa los ingresos fiscales al agregar procesos industriales. La cadena genera una recaudación anual de U$S 184 millones (considerando fase primaria e industrial). Los principales impuestos son IVA (61%), Ganancias (26%) y Débitos/Créditos (5%). El sector está exento de impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al CO2, pero aun así su balance fiscal es superavitario, al aportar más de lo que deja de pagar por estas exenciones. “La exención impositiva beneficia al consumidor”, agregó Manuel Ron.
- Ahorro de divisas: La producción y uso del combustible renovable reduce la importación de naftas, lo que mejora el balance fiscal. El ahorro actual es de U$S 410 millones anuales, reduce el gasto en nafta importada en un 35%. Si se produjera al 100% de la capacidad instalada y se incluyeran inversiones proyectadas, el ahorro podría acercarse a los USS 600 millones.
- Generación de empleo: La cadena genera 5.125 puestos de trabajo, 57% en la fase primaria y 43% en la industrial. El empleo abarca campo, transporte, almacenamiento, insumos y servicios anexos, a lo largo y ancho del país, dinamizando pueblos y provincias.
- Valor agregado: La cifra proviene de procesar el maíz en lugar de exportarlo como materia prima. El paso del maíz al bioetanol amplía su valor en un 40%, y equivale a un valor agregado anual de U$S 164 millones.
- Inversiones: Entre 2020 y 2024 se generaron U$S 88 millones en inversiones.
De cara al futuro, Semadeni también presentó escenarios de aumento del corte de bioetanol. Un corte del 27,5% (similar a Brasil) implicaría, desde el 12% actual, “generaría un aporte tributario adicional de USD 400 millones (en total, USD 590 millones), valor agregado adicional de cerca de USD 300 millones, un ahorro de divisas cercano a U$S 1.100 millones y la generación de más de 14.000 puestos de trabajo (9.000 extra). Demandaría 5,3 millones de toneladas de maíz (10% de la producción nacional), 3,4 millones extra”.

Antonella Semadeni, economista de FADA
Por su parte, Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, ubicó la importancia del bioetanol en el país en el contexto de la catástrofe ambiental y la necesidad de descarbonizar el transporte.
“Aunque se destacan los beneficios económicos y sociales, el contexto principal es el climático: la Argentina tiene un plan de transición energética que prevé un aumento del uso de etanol a un mínimo del 20%, y hasta el 27,5%, alineándose con Brasil”, destacó. Entre las ventajas del bioetanol de maíz, marcó que provee de octanaje a las naftas de forma más barata que otras fuentes y es ambientalmente sustentable.
Además, en un círculo virtuoso, las plantas generan coproductos valiosos: burlanda (DDGS) a partir del almidón, utilizada para alimentar cientos de miles de animales, integrando energía y alimentos; CO2, que se trata y purifica para usos industriales; aceite de maíz para biodiesel u otras industrias, y vinaza para producir biogás y biometano. “Las plantas de etanol son centros de producción de energía y múltiples coproductos”, graficó.
Adam contrastó el modelo argentino con el de países como Estados Unidos y Brasil. Argentina, al igual que Ucrania, tiende a ser exportadora de materia prima, un modelo que describió como “empobrecedor”. En tal sentido, consideró “insólito” que Argentina solo destine el 3% de su maíz a la producción del combustible renovable, comparado con el 25% en Brasil (recién empezando con maíz) y el 25 a 40% en Estados Unidos.
La propuesta de la industria del bioetanol de maíz incluye una suba del corte a un mínimo del 15% como primer paso; desregular el mercado, eliminando fórmulas de precio y cupos; buscar mayor competencia en la fijación de precios, quizás mediante licitaciones públicas; y asegurar que el precio no supere la paridad de importación.
Adam señaló una paradoja: en Argentina se fabrican y exportan a Brasil autos con motor flex fuel (capaces de usar etanol al 100%), pero aún no está autorizado venderlos aquí. Abogó por un mercado libre donde el consumidor pueda elegir su combustible, y dijo que la industria necesita mayor unidad para ser valorada e incluida en las mesas de decisión.

Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz
En este marco, detalló que hay conversaciones con el Gobierno, pero que, aunque es receptivo, aún no se traducen en avances concretos. Indicó que la industria, tanto de maíz como de caña de azúcar (representada por el Centro Azucarero, que apoya las propuestas), está de acuerdo con las propuestas.
Sugirió que, si el avance en una ley integral se traba parlamentariamente, una salida podría ser impulsar una ley exclusiva para el bioetanol, dejando que el biodiésel, un sector más complejo, avance por su lado, aunque las provincias productoras de bioetanol apoyarían también al biodiésel.
EL BIOETANOL GANA UNA CARRERA EN EL TC
En este marco, para fortalecer la noción de la importancia del bioetanol, en el Congreso Maizar 2025 se exhibieron un auto de Turismo Carretera 2000 con motor E40 (40% de bioetanol) y uno convencional con motor híbrido fuel, para cualquier mezcla de bioetanol y nafta.
Al respecto, cómo la política pública implementada por Brasil en materia de biocombustibles le permitió a Toyota ofrecer cada vez vehículos más sustentables desde el punto de vista ambiental, fue el eje del tema que desarrolló Roberto Matarazzo Braun, director de Comunicación y Relaciones Públicas de Toyota Brasil.
Partiendo de que el mundo está sufriendo el impacto del cambio climático y que es necesario reducir las emisiones de carbono (CO2) de manera progresiva, el ejecutivo recordó que Toyota empezó con este proceso en 1997, con el inicio de la fabricación del Prius, el primer modelo híbrido.
“Desde entonces, ya hemos vendido más de 30 millones de vehículos bajo estas condiciones en el mundo, en su mayoría híbridos, con una reducción de más de 176 millones de toneladas de CO2 en la atmósfera. Estamos plenamente comprometidos a avanzar hacia la carbono neutralidad”, destacó.
En el proceso de descarbonización de la industria automotriz, el ejecutivo identificó seis tecnologías que han llegado para quedarse:
- BEV (Battery Electric Vehicle), que son los vehículos completamente eléctricos, propulsados solo por un motor eléctrico alimentado por una batería;
- FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle), que son vehículos eléctricos que utilizan celdas de combustible para generar electricidad, que luego alimenta un motor eléctrico;
- IC, de combustión interna;
- H2, que utiliza hidrógeno como combustible;
- PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle), autos híbridos que pueden ser enchufados para recargar su batería y que combinan un motor de combustión interna con un motor eléctrico;
- HEV (Hybrid Electric Vehicle), vehículos híbridos que utilizan un motor de combustión interna y un motor eléctrico, pero que no se pueden enchufar para recargar la batería.
“Son muchas las opciones que hoy la industria automotriz ofrece al consumidor para descarbonizar el planeta”, indicó el ejecutivo, y anticipó que en el futuro se sumarán más.
Así, en este panel volvió a surgir el ejemplo de Brasil como pionero en el uso de bioetanol desde hace 50 años. Comenzó con la caña de azúcar y ahora tiene en el maíz a su actor protagónico. “Para la producción de caña, en Brasil utilizamos solamente 1% del territorio. El maíz es mucho más federal y tiene más posibilidades de crecer en esa industria”, puntualizó.
Además, Brasil ya cumple 22 años es el uso de los motores flex, que pueden funcionar con bioetanol al 100%.

Roberto Matarazzo Braun, director de Comunicación y Relaciones Públicas de Toyota Brasil.
La utilización de estos motores, que paradójicamente también se producen en la Argentina pero que no se utilizan en los vehículos que se comercializan en el mercado interno, tiene en Brasil un amplio marco de promoción, que incluye: la reducción impositiva para los vehículos que tienen esos impulsores, en comparación con motores convencionales; el financiamiento a las terminales para la producción de unidades con este tipo de motores, y el mercado de bonos de carbono para los productores de bioetanol.
“En términos de biocombustibles, tenemos mandatos muy claros y una perspectiva, una previsibilidad, para el aumento de la mezcla progresivamente. Son políticas de Estado que se van consolidando”, indicó.
En 2019, Toyota en Brasil fue pionera en la introducción del primer auto, un modelo Corolla, con impulsor híbrido-flex. En 2021 presentó un segundo modelo, el Corolla Cross, que se exhibió en el hall central del Congreso Maizar 2025, en el Goldencenter. Este vehículo emite 70% menos de carbono a la atmósfera, lo que muestra que el impacto de esa tecnología en relación con el ambiente es marcado.
“En los últimos 20 años, la combinación de los motores flex y el uso del bioetanol ha permitido reducir 50% el consumo de gasolina”, dijo.
Para avanzar en el desarrollo de tecnologías más amigables con el ambiente, Toyota tiene en banco de prueba tres nuevos vehículos; un auto eléctrico “enchufable” con etanol, una pick-up a biometano con GNC y un híbrido a partir del bioetanol.
El BIOETANOL Y EL IMPULSO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
Por otro lado, también desde el sector público es fundamental que el bioetanol tenga impulso. Por eso, en Maizar se mostró el caso de Córdoba, la provincia mayor productora de este biocombustible del país, donde el Estado provincial lleva adelante políticas públicas para desarrollar más al sector. .
Fabián López, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba, presentó una visión contrastante entre dos modelos de desarrollo energético e industrial, con las metáforas de la “Vaca Muerta” y la “Vaca Viva”.
Según el funcionario, el modelo de la Vaca Muerta se basa en la extracción de combustibles fósiles, como la cuenca neuquina, que es la segunda reserva mundial de shale gas y la cuarta de shale oil.
“Este es un recurso finito y su uso no sólo implica la extracción de un recurso no renovable, sino que también está intrínsecamente ligado a la emisión de gases de efecto invernadero. La industria petroquímica, derivada de este modelo, ha generado una extensa cadena vertical que produce numerosos subproductos esenciales para la vida moderna en sectores como el textil, transporte, construcción, comunicaciones, farmacéutico e higiene”, explicó.
Frente a esto, se plantea el desarrollo de lo que muchos denominan la Vaca Viva. Este modelo aprovecha el mismo mecanismo de fotosíntesis oxigénica que, al enterrar biomasa durante millones de años bajo presión y temperatura, dio origen a los combustibles fósiles, pero, se basa en la biomasa actual.
Esta se introduce en un proceso de bioeconomía circular que utiliza un capital natural renovable y no finito. Representa un “yacimiento” de muchos más kilómetros cuadrados que el de los fósiles y posee un tremendo potencial bioeconómico.

Fabián López, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba
“A través de un proceso de biorrefinería, esta biomasa puede generar los mismos subproductos industriales que se obtienen del petróleo. La biomasa puede generar, al igual que el petróleo, productos como paracetamol, amoxicilina y elastómeros. Este modelo de bioeconomía circular, al añadir conocimiento a una biomasa renovable, se concibe como un modelo económico de tremenda potencia para la Argentina. Su sostenibilidad radica precisamente en que deja de emitir gases de efecto invernadero que impactan sobre el clima”, destacó.
El ministro contó que Córdoba fue pionera en la implementación de políticas y experiencias alineadas al modelo de la Vaca Viva. “Córdoba es la principal productora de maíz y de bioetanol de la Argentina, y ese bioetanol equivale al 6% de todas las naftas comercializadas en el país. A partir de él se generan subproductos como aceite de maíz, dióxido de carbono biogénico (usado en la industria carbonatada), burlanda y vinaza”.
“A contramano de algunas restricciones regulatorias nacionales, Córdoba ha impulsado políticas de fomento al consumo de biocombustibles”, continuó el ministro.
Desde 2023, se ha iniciado la migración de la flota pública provincial (de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial), y actualmente, unas 2.100 unidades están utilizando E17, 5 puntos porcentuales más que la mezcla obligatoria.
“Se ha demostrado que vehículos que no son flex fuel pueden usar mezclas más altas sin modificaciones, hasta cierto porcentaje”, agregó López, y puntualizó que se realizaron pruebas exitosas con emuladores para simular vehículos flex y se probó E70 en 60 unidades de la flota pública.
Además, Córdoba cuenta con la primera estación en la Argentina donde se expende al público E17 y B20 (biodiésel con conte de 20%), iniciativa que ha sido posible gracias a la experiencia previa con la flota pública.
Como estrategia de difusión y ratificando sus resultados, el gobierno provincial ha trabajado con otros actores importantes, como el rally cordobés, cuyos autos corren con E17 desde el año pasado. Y la categoría Turismo Carretera 2000 a nivel nacional corre con E40. “Casi mitad Vaca Viva y mitad Vaca Muerta en el tanque de combustible”, graficó.
“Estas iniciativas demuestran un compromiso con el desarrollo de un modelo bioeconómico basado en recursos renovables, buscando sustituir gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles y sus derivados”, cerró el funcionario cordobés.
BIOCOMBUSTIBLES: ¿UNA NUEVA LEY?
Pero además de la política pública de un Gobierno, el impulso de esta industria va de la mano necesariamente de una legislación que la fomente.
Por eso, la importancia del agregado de valor al maíz a través del bioetanol, y la urgente necesidad de impulsar una nueva ley de biocombustibles en la Argentina para ello, fue la temática central de un panel del Congreso Maizar 2025 integrado por los diputados nacionales Atilio Benedetti (Entre Ríos), Carlos Gutiérrez (Córdoba) y Belén Avico (Córdoba), con la moderación de Víctor Accastello, subgerente general de ACA.
Los legisladores abordaron la importancia del agregado de valor al maíz, específicamente a través del bioetanol, y la necesidad de avanzar en un nuevo marco legal que incremente el corte de los combustibles renovables con los fósiles, medida que es solicitada desde hace tiempo por toda la cadena de valor maicera.
Avico, oriunda de Río Cuarto, destacó la relevancia de la provincia en la producción de maíz: de cada tres toneladas a nivel nacional, una se produce en territorio cordobés. Por otro lado, explicó que dos de cada tres toneladas de maíz se exportan sin procesar, lo que resalta la necesidad de agregar valor en origen, para potenciar la productividad de las pymes vinculadas a la producción y generar empleo regional.
A modo de ejemplo, mencionó el alto costo logístico que supone el transporte de maíz al puerto, es decir, de Río Cuarto a Rosario: representa el 25% del valor del grano.
Avico enfatizó también el rol que tiene Córdoba a nivel nacional como líder en la producción de bioetanol de maíz, ya que produce el 75% del total. “En el último año, esto implicó la molienda de más de un millón de toneladas, equivalente a aproximadamente el 6% de la cosecha provincial total”, precisó.
Para la legisladora por Córdoba, es estratégico llevar este tema al debate, y consideró central avanzar hacia una nueva ley de biocombustibles, con el objetivo fundamental de incrementar el corte mínimo de bioetanol, al menos, al 15% en la nafta.

Belén Avico, diputada nacional por Córdoba
Por su parte, Benedetti, en su doble rol de legislador y de productor agropecuario, se declaró admirador del modelo de Brasil, destacando su “revolución productiva” en agregado de valor, generación de divisas, empleo y posicionamiento mundial, lograda a través de la coordinación público-privada.
En cuanto a la política de agregar valor, resaltó la experiencia de Entre Ríos, provincia que ya agrega valor al maíz provincial transformándolo principalmente en proteína animal (leche, carne aviar, huevos, carne de cerdo).
Benedetti caracterizó el contexto actual del gobierno nacional, señalando que, a pesar de haber asumido con amplio apoyo popular, tiene baja representación legislativa, y prioriza el equilibrio fiscal por encima de otras consideraciones, en especial las que vienen desde el sector productivo.
Destacó que el Gobierno no considera el cambio climático un problema significativo, ni adhiere a la Agenda 2030, con una posición que –a su juicio– es una apuesta fuertemente sesgada por el desarrollo hidrocarburífero.

Diputado Atilio Benedetti, titular de la Comisión de Agricultura
Para el diputado entrerriano, estos factores presentan dificultades para el avance de una nueva ley de biocombustibles, ya que aumentar la mezcla impacta fiscalmente, al no tributar como sí lo hacen los combustibles fósiles.
No obstante las dificultades, Benedetti compartió la buena noticia de que hay voluntad del gobierno de avanzar en una nueva ley que prevé un incremento, aunque modesto, del corte de bioetanol del 12% al 15%, y del biodiésel, del 7,5% al 10% en un plazo de dos años.
Por otro lado, identificó un desafío adicional para los gobiernos provinciales, a quienes el gobierno nacional les delega la responsabilidad de desarrollar la biomasa y su utilización.
En sintonía con esa postura, el diputado nacional por Córdoba, Carlos Gutiérrez, ex ministro de Agricultura provincial y firmante de un proyecto de ley de biocombustibles que cuenta con el apoyo de la liga de las provincias bioenergéticas, enfatizó la importancia estratégica del agregado de valor y la matriz “vaca viva” para el interior del país.
Señaló que, después de 19 años desde la primera ley de promoción y desarrollo de los biocombustibles en el país, “es triste y preocupante que Argentina no logre avanzar de la misma manera” que Brasil, donde ya no se discuten cuestiones básicas (“la fórmula del engrudo”, puso como ejemplo) y se avanza en consensos institucionales para abordar el cambio climático y priorizar la agenda del campo.
A la hora de buscarle un porqué al atraso que tiene Argentina en materia de biocombustibles, sugirió que, más que hacer las cosas mal, quizás no se están haciendo las cosas necesarias, como una fuerte autocrítica interna en el Congreso y fortalecer institucionalmente al sector.

Diputado nacional por Córdoba, Carlos Gutiérrez
Luego, al repasar la fortaleza de los proyectos de ley de biocombustibles que hay en el Congreso, consideró que el que cuenta con el apoyo de la “liga bioenergética” tiene una “expresión más alta de acuerdo y contenido”.
En este punto, Gutiérrez criticó la postura del Gobierno, que “si bien en los papeles puede tener buena voluntad, a menudo muestra un discurso que no se traduce en una agenda productiva concreta”. Recordó, a modo de ejemplo, cómo intentos de avanzar en temas del sector, como la reducción de retenciones, han sido bloqueados.
También planteó diferencias con respecto a la posición de las petroleras dentro del negocio de los biocombustibles. Se mostró partidario de mantener la posición del proyecto que lleva su firma, de que las empresas ingresen a la producción a partir del corte del 12%, a diferencia del proyecto oficial, que plantea liberar el mercado.
Otra diferencia con la posición oficial se relaciona con la posible importación del biocombustible: mientras que los legisladores aseguran que el bioetanol debería ingresar en la medida que el producto nacional no sea competitivo, desde el Gobierno aseguran que no debería haber restricciones.
“Si Donald Trump estuviera gobernando el país, seguramente no habría posibilidades de importación”, bromeó el legislador.
Más allá del contenido del proyecto de ley de avanzar hacia una mixtura del 15% de las naftas con el bioetanol, la intención de los legisladores es dejar las bases para seguir aumentando el corte.
“Debemos copiar a Brasil y Paraguay, que ya están con un corte significativamente superior al nuestro, aunque con una trayectoria en el sector menor a la nuestra”, puntualizó Gutiérrez.
Como parte de la estrategia para fortalecer un nuevo marco normativo que apunte al desarrollo de los combustibles renovables, el legislador cordobés llamó a tener una mayor unidad del sector, “en defensa de la Vaca Viva”, para valorar su importancia y lograr ser incluidos de manera efectiva en las mesas de decisión, más allá del discurso oficial.
Fuente: InfoCampo

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