Cuando el presidente Javier Milei regrese a la Argentina tras su viaje a Roma, donde habrá participado de las exequias del Papa Francisco, saldrá de campaña junto al vocero presidencial y candidato a legislador porteño, Manuel Adorni, decidido a todo o nada a arrebatarle al PRO su bastión, la ciudad de Buenos Aires.

Frente a la ofensiva libertaria, Mauricio Macri redoblará su presencia en la campaña electoral junto a la candidata de su palo, Silvia Lospennato, al tiempo que condiciona una alianza con los libertarios en Buenos Aires.

Milei irrumpió de lleno en la campaña de Adorni, primero con un spot y luego con una recorrida que al final no se hizo por el fallecimiento del Papa. De todas maneras, la campaña libertaria, lejos de suspenderse, siguió su curso: el presidente subió a su vocero al avión rumbo al Vaticano para mostrarlo junto a él en los funerales del sumo pontífice, imagen que los publicistas y fanáticos libertarios se cansarán de propagar durante todo el fin de semana. Proselitismo offshore.

Entretanto, Macri decidió poner paños fríos a las negociaciones que sus lugartenientes venían llevando adelante con Karina Milei en pos de un acuerdo electoral en Buenos Aires, un distrito que los libertarios ansían ganar no solo por lo que representa en términos electorales —es el más importante de todo el país— sino también por el efecto político de propinarle un golpe mortal al kirchnerismo.

Los hermanos Milei, sin embargo, no quieren compartir con Macri las ganancias de ese eventual triunfo: quieren que el sello de La Libertad Avanza se lleve todo el rédito y, por ello, se niegan a un acuerdo institucional con PRO —como pretende Macri—, ya que los obligaría a compartir las listas de candidatos de igual a igual.

Los libertarios se ufanan de que la marca partidaria —con Milei a la cabeza— puntea arriba en las encuestas y que hoy es un imán irresistible para todo aquel dirigente de PRO ávido de ganar en su comarca. ¿Por qué pactar con Macri cuando se puede cooptar a su dirigencia sin ceder demasiado a cambio?

El expresidente le marcó la cancha a Milei con una foto en Mar del Plata junto a los dirigentes de PRO que los libertarios ya creían tener en el bolsillo. “A todos los que tenían precio, ya los compraron. Los que quedamos tenemos valores”, retrucó Macri.

Sus declaraciones generaron tal impacto en las filas oficialistas que el propio Javier Milei le respondió públicamente. “Que traiga la factura, que la muestre… ¿Qué querés que te diga?, replicó el presidente en una entrevista en el canal A24. Es la primera vez que el jefe de Estado confronta así con Macri, porque siempre se había cuidado de poner en valor la relación personal que tenía con su antecesor, un vínculo que no se nutre desde hace meses.

En la Casa Rosada se muestran convencidos de que, al final del camino, lograrán su cometido. Quieren que el sello en Buenos Aires se llame La Libertad Avanza y diluir en él la marca PRO. Macri quiere dar batalla, pero primero debe pasar una prueba difícil: ganarle el duelo a los libertarios en la ciudad de Buenos Aires el próximo 18 de mayo.

Su objetivo de máxima, obviamente, es alzarse con un triunfo en su bastión; de no lograrlo —hoy las encuestas muestran primero al candidato de Unión por la Patria, Leandro Santoro—, se conformarían con vencer al candidato libertario, Adorni.

Fuente: Aire Digital