MUNDO
22 de abril de 2025
La sobrina del papa Francisco lo despidió con un mensaje conmovedor que recordó su encuentro íntimo en el Vaticano

La médica psiquiatra y docente universitaria compartió en sus redes sociales un mensaje lleno de gratitud acompañado de fotos íntimas de su visita a la santa sede.
En el día de la muerte del papa Francisco, su sobrina Carolina Bergoglio lo despidió con un mensaje conmovedor que recordó su encuentro íntimo en el Vaticano, reflexionó sobre su legado espiritual y reveló cómo su partida marca un nuevo capítulo de conciencia para el mundo.
Carolina Bergoglio vive en la ciudad de Córdoba. Es médica psiquiatra, docente universitaria, esposa, madre, y también sobrina nieta del papa Francisco. Este lunes, el día en que el mundo se paralizó por la muerte del sumo pontífice, Carolina compartió en sus redes sociales un mensaje lleno de gratitud y recogimiento, acompañado de fotos íntimas de su visita al Vaticano junto a su padre y hermanos. Esa experiencia, vivida en 2014, dejó una huella imborrable en su memoria y en su corazón. Más tarde, dejó una reflexión profunda, desde lo personal y también desde lo espiritual.
“La muerte del papa Francisco marca un momento profundamente simbólico en la historia de la humanidad. Fue un líder espiritual que supo hablarle al corazón del mundo con humildad, cercanía y una mirada profundamente humana”, expresó conmovida.
Esa visita que rememora no fue un simple recorrido turístico. Fue un encuentro familiar y espiritual que selló para siempre el vínculo entre el “Papa del Fin del Mundo” y sus seres queridos de Argentina. “Fue un día inolvidable. Recorrimos el Vaticano, pero también compartimos con él una misa privada en la Casa de Santa Marta, su hogar. Nos recibió como familia, con calidez y sencillez”, recuerda.
Carolina había llegado con sus hermanos y su padre, Jorge Ernesto Bergoglio, apenas un año después del histórico “Habemus Papam” pronunciado en la Plaza San Pedro. “Estábamos ahí, donde todo había comenzado”, describe, con la emoción todavía viva.
“Fue un papa que se bajó del pedestal, que abrazó a los descartados, que habló de ecología, de migración, de inclusión, y también de dolor”, agregó, mientras su teléfono –y el de su padre– no dejaban de sonar con mensajes de afecto y condolencias. En ese vaivén de emociones, escribió: “Su partida nos deja un mensaje claro: amar más, juzgar menos, y nunca olvidar que todos somos hermanos”.
Y añadió: “Que su vida nos inspire a mirar más allá de nosotros mismos y a seguir caminando con esperanza, incluso en la incertidumbre”. Para Carolina, su legado va más allá de lo doctrinal: “Que su muerte no sea un punto final, sino un nuevo capítulo de conciencia colectiva y universal”, concluyó.
Fuente: Diario Panorama

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