-Milei parece ser el símbolo del fracaso de la política tradicional. Ustedes hicieron una autocrítica de por qué les ganó Milei la elección presidencial teniendo en cuenta que usted integró la fórmula justicialista.

-A un gobierno peronista como fue el nuestro con Alberto Fernández, el no haber mejorado las condiciones de vida de la mayoría de los argentinos, no haberle permitido a los argentinos recuperar ese 20% de poder adquisitivo que perdieron durante los cuatro años de gestión de Macri es muy difícil, que te lo perdone la sociedad.

La sociedad de un gobierno peronista lo que imagina es que todos los argentinos van a vivir mejor, sobre todo los de los sectores populares. Hemos tenido logros en el gobierno, bajamos la desocupación, pero no mejoramos el poder adquisitivo; no bajamos la inflación. Seguramente todas esas cosas han estado presentes. Dicho esto, hoy la Argentina está peor de lo que estaba hace dos años atrás, sin ninguna duda y los argentinos están viviendo peor de lo que estaban viviendo hace dos años atrás por la aplicación de esta política económicas.

Nosotros tenemos obligación de mirar hacia adelante y en la mirada hacia adelante, nos paramos en el presente y vemos que nunca la Argentina tuvo una política económica de tanta crueldad. Este gobierno no solo es cruel en su política económica, sino que festeja la crueldad, festeja cuando despiden 30.000 empleos públicos; festejan cuando no le dan el aumento a los jubilados; celebran cada una de las decisiones que le hacen daño al conjunto de los argentinos. Esta política se aplicó en otras oportunidades, quizás la diferencia es la velocidad con la cual se aplica.

La otra diferencia es el personaje que tenemos de presidente que es un personaje que estresa e intranquiliza permanentemente a la sociedad argentina porque vive insultando. A los periodistas que escriben algo que no le gustan, le dicen ensobrados; a los diputados que votan algo que no le gusta, le dice degenerado fiscales; todos son zurdos. Estamos en presencia de de un presidente que ante cualquier disidencia, esa desinencia la descalifica de la peor manera posible. Nunca hemos tenido los niveles de violencia verbal que hemos tenido en esta etapa.

-De todas maneras, las encuestas marcan esperanza. ¿Por qué cree que la gente tiene esperanzas en este gobierno?

-Sí, hay un sector de la sociedad que tiene esperanzas y hay otro sector de la sociedad que condena fuertemente al gobierno. Supongamos que el 50% está a favor y otro 50% en contra de Milei, parece que el 50% a favor del presidente es más grande que el 50% que está que está en contra; yo tengo otra mirada: el 50% que está a favor de Milei se basa fundamentalmente en la esperanza y la esperanza es un sentimiento variable, débil. Nuestras abuelas decían “la esperanza es lo último que se pierde, pero se pierde”.

En cambio el 50% que está en contra de Milei tiene odio, bronca, está angustiado siente que Milei le ha hecho mucho daño; no rescatan nada del gobierno. Ese sentimiento del que está en contra es un sentimiento, muy duro poco probable que cambie en el tiempo; el sentimiento de los que están a favor tiene fecha, algunos le pondrán dos meses, tres meses, un año pasando las elecciones, pero tiene una fecha de terminación.

Fuente:El Litoral