San Justo vivió uno de los fines de semana más coloridos del año, con la expo rural que reúne a los principales exponentes en materia agrícola y a los mejores ejemplares de distintas cabañas para competir por los mejores premios. En ese marco, con visitas que incluyó la del propio gobernador, Bryan J. Mayer estuvo presente en el acto central luego de recorrer el predio y atender distintas inquietudes de los productores regionales.

“Los que nos criamos en la cuenca láctea del centro-oeste santafesino sabemos que las últimas décadas fueron malas para el agro por las medidas políticas depredadoras del kirchnerismo y particularmente en los últimos tres años con el tiempo que tampoco acompañó”, comentó Mayer a El Litoral. “Sin embargo ahora hay muchas expectativas con la llegada del presidente (Javier) Milei al gobierno nacional: reconoce abiertamente que el Estado le expropia al campo el 70% de su producción y busca liberar el cepo y eliminar las retenciones cuando la economía alcance la robustez necesaria para hacerlo”.

Ya con la mirada puesta en nuestra región en particular, apunta que “conversando con los productores de San Justo uno encuentra una situación muy parecida a lo que pasa en Rafaela, San Guillermo, Suardi, Totoras y la mayoría de los puntos clave de la producción agropecuaria, por lo que es importante empezar a trabajar de forma coordinada para valorar y reconocer concretamente todo lo que el campo aporta”.

Cuando al campo le va bien...

Al mismo tiempo, recordaba que “por un lado, muchos reconocen que cuando al campo le va bien, a todos nos va bien; pero en frente están los que tildan de oligarcas a los que trabajan día y noche, llueva o no, porque se mueven en una chata”, en esa línea y con una sonrisa irónica lanzó: “los caminos rurales son bastante desastrosos, a veces por la contaminación de los que tiran allí sus desechos y otras por falta de obras correctas. Entonces no hace falta analizar mucho para entender que no se los puede transitar con cualquier vehículo, ni tampoco mover los materiales que se mueven habitualmente arriba de un autito, pero también es verdad que con todo lo que el campo viene aportando a las arcas públicas con sus impuestos, ya deberían tener pavimentados los caminos hasta la última tranquera de cada lote”.

Cuando se le destacó que habló de “ideología” en posiciones que afectan negativamente al campo y el sinceramiento impositivo que propone el gobierno nacional, Bryan respondió que “no puede ser posible que en muchas localidades se esté proponiendo un límite de ‘no fumigación’ que incluso supera los mil metros, eso es una expropiación encubierta y un perjuicio incalculable para las arcas privadas y públicas. Todos queremos cuidar el medio ambiente, pero las experiencias alrededor del mundo nos señalan que la forma es a través de las buenas prácticas; controlando las recetas y apostando al trabajo en equipo de cada comunidad y sus distintos actores, no creando más grietas entre productores y aquellos que necesitan levantar banderas importadas para mantenerse en agenda.”

Bryan relató que “perdí la cuenta de cuántos productores me contaron que pagan la tasa comunal o municipal; pagan Ingresos Brutos cuando brindan otros servicios además de producción primaria dentro del gran mundo agroindustrial; pagan al comité de cuencas y cuando el Estado se digna a hacer una mínima obra el costo se traslada prácticamente directo al bolsillo de los mismos contribuyentes, por eso ya hace tiempo que venimos hablando de la necesidad de que los impuestos tengan un reflejo real en los lugares donde son recaudados y el gobierno nacional está justamente promoviendo eso, que sin embargo es algo que no se da de la noche a la mañana porque hace décadas que vivimos en un Estado bobo donde muchas funciones están degeneradas”.

Herramientas necesarias

Sobre el final, el periodista celebró que “el presidente Milei recalcó en Palermo que nuestros productores ganaderos y agrícolas producen el equivalente a lo que consumen 500 millones de personas en el mundo, aunque hasta diciembre parecía que eso era poca cosa y no existían estímulos de ningún tipo para impulsar a nuestro campo”.

En ese punto, reclamó que “los jóvenes tienen pocos incentivos para quedarse en el campo: no se mejora la conectividad, el transporte y la logística siguen siendo precarios, la seguridad no termina de hacer pie frente a los hechos de abigeato y robos cada vez más organizados y los discursos en contra le quitan sentido al sacrificio que hacen” al tiempo que “los que tienen algunos años más, tienen que vivir de deudas y refinanciamientos para volver a intentarlo una campaña más pese a las fortunas que aportan con lo que generan”.

“Eso no puede ser así y el primer paso es reconocerlo, por eso hoy creo que además de los 80 años de la Sociedad Rural de San Justo, podemos celebrar también que se están dando los pasos necesarios para darle a los productores las herramientas estructurales necesarias para alcanzar un desarrollo sostenible y que contribuya al crecimiento económico de la economía nacional, pero también de las economías regionales en particular” concluyó Bryan.

Fuente: El Litoral