Mario Cáffaro [email protected] Sin participación alguna en la campaña, el viernes antes de las elecciones, el senador Carlos Reutemann hizo notar a un grupo de amigos el peso del nombre Cambiemos y la estrategia aconsejada por el ecuatoriano Jaime Durán Barba al presidente Mauricio Macri. “Nombres poco conocidos en las listas porque lo importante es el sello”, fue la orden. Antes del cierre de listas, otro legislador nacional santafesino -con buen olfato político- le dijo a la macrista Gisela Scaglia sin ningún tipo de dudas: “Aceptá el cuarto lugar en la lista”, ante las vacilaciones de la galvense. Veían venir a Cambiemos. Media docena de legisladores provinciales opositores a nivel nacional admitían esta semana en los pasillos de la Legislatura que no vieron ese fenómeno político en la campaña. Lo hicieron recién en las urnas. Cambiemos hizo una buena elección en Santa Fe y en gran parte del país. Confían en mejorar en octubre porque -admiten- la primaria para concejales de Rosario hizo que no bajara ni el presidente Mauricio Macri ni tuviera tanta intensidad la campaña de la lista de diputados. Rosario producirá otras novedades políticas en los próximos días. También hizo una buena elección el Frente Justicialista, que optó por ir unido en la interna para intentar volver a ser competitivos. Mucho tuvo que ver en esa decisión el presidente partidario, Ricardo Olivera, quien se dio mucho tiempo para acercar posiciones entre los distintos sectores internos. Todos estuvieron de acuerdo e hicieron una buena elección en términos generales. Hacia adentro hay sorpresas por los votos logrados por Agustín Rossi; algunos reproches entre senadores, intendentes y presidentes comunales cuando se miran los votos, en cada distrito, de Alejandra Rodenas. La ex jueza está dispuesta a salir con Rossi en el sprint final de la campaña y muy entusiasmada con su primera participación en la liga mayor de la política. Sí se escucharon algunos reproches por la rápida foto de Rossi con Cristina mientras que demoró seis días para sacarse una con Rodenas. En cambio, el gran derrotado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) fue el oficialista Frente Progresista Cívico y Social. El gobernador Miguel Lifschitz apenas pudo levantarle el brazo triunfador al senador Emilio Jatón el domingo por la noche, aunque no con la ventaja prevista sobre el candidato del intendente, Carlos Pereira. Pero además con el agregado de que la suma de las boletas justicialistas estaba por encima de los números del frente oficialista. “Lifschitz durmió en Santa Fe el domingo, y el lunes al mediodía ya estaba repuesto del revés y dispuso revisar la estrategia”, dijo un dirigente muy cerca del gobernador. El mismo lunes por la tarde hubo reuniones con los candidatos locales, se repitió el martes con los de Rosario; miércoles con parte del gabinete y parte de legisladores y el jueves hubo sendos plenarios en las principales ciudades. El Frente está tocado. Hay demasiados reproches internos y una situación en Rosario que parece irreversible y propia de fin de ciclo. Una cena en Colastiné de radicales de los tres sectores principales analizó distintos caminos, entre ellos tratar de volver a ampliar el Frente -y no cerrarlo, como viene ocurriendo- e incluso tratar de tender puentes entre Macri y Lifschitz. Otros sugieren esperar a febrero para tomar la decisión final. En las Paso, se eligieron candidatos y habrá que aguardar hasta octubre para tener el nuevo mapa electoral. De todas maneras, los números del pasado domingo parecen haber dejado competitivos a sólo tres frentes electorales, aunque el temor del oficialismo santafesino es que polaricen Cambiemos y el Frente Justicialista y queden tan lejos como el domingo pasado de la conversación. Quedan nueve semanas y algunos ya han decidido bajarse de la carrera. En principio, son tres las alianzas que competirán por las nueve bancas de Santa Fe. Parten de pisos diferentes tras las Paso.